

Mientras, en Brasil, Lula creó una nueva política combinando una ortodoxia orientada al libre mercado, con esfuerzos para luchar contra la pobreza y el activismo internacional, señala el diario.
Ahora, en tan sólo una semana, los dos han sido “sustituidos”. La muerte de Kirchner ha dejado a Fernández “desarraigada” y Rousseff, ganadora en segunda vuelta de la contienda electoral, sucederá a Lula en enero de 2011.
“Estas dos mujeres liderarán ahora estos dos países vecinos en el G20 en una transición probablemente difícil”, afirma el Post.
La presidenta electa de Brasil “podría tener dificultades para igualar el hábil equilibrio que consiguió su predecesor entre el conservadurismo y el activismo populista, sobre todo teniendo en cuenta que hereda una abultada partida estatal para nóminas, una divisa sobre valorada y un gran atraso en proyectos de infraestructuras”, argumenta el diario washingtoniano
Su promesa de ampliar el papel del Estado en la explotación de campos petroleros “podría empeorar” la situación, afirma.
Si Rousseff decide además no aplicar políticas fiscales responsables, entonces Brasil podría sufrir otro de los estancamientos que en el pasado le han impedido unirse a las grandes potencias, agrega.
Por su parte, Fernández tiene una oportunidad de alejarse del “estilo polarizante” de Néstor Kirchner, que ha incluido “intentos de silenciar a medios de comunicación críticos y la concentración del poder”, sostiene el editorial.
Con las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año en Argentina, “el país tendrá la oportunidad de elegir un rumbo más eficiente, como el de Lula”, concluye.
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