kradiario.cl

jueves, 24 de febrero de 2011

"Mil años luz" separan al Transantiago del transporte público de París ¡Aprende Chile a hacer las cosas bien!


Por Luis Casado

Hace unos días me referí al desastre del Transantiago, afirmando que, aparte de ser uno de los más malos, es uno de los sistemas de transporte más caros del mundo. Un lector me sugirió dar ejemplos, para no hacer como los “expertos” de La Tercera y El Mercurio que dicen cualquier burrada impunemente porque luego nadie las verifica.

Metro en París
Metro en Santiago
Como ayer llegué a París, ciudad en la que el transporte es caro… tomaré este ejemplo. Además trabajé aquí durante decenios y fui usuario regular de los transportes públicos. Mejor aún, como soy especialista del sector, contribuí modestamente a su modernización con mi trabajo. Veamos pues las tarifas parisinas.


Mapa del Metro de Paris

Bus en Santiago
Cualquier usuario puede acceder a un abono mensual. Este, que fue mundialmente conocido bajo el apelativo de “Tarjeta Naranja” (Carte Orange), es el más utilizado y el que más viajes genera. El abono mensual permite utilizar todos los modos de transporte en un radio de unos 100 kilómetros: Metro, RER (metro express regional), autobuses, tranvías y tren.


Bus atochado en Santiago
Existen seis zonas tarifarias concéntricas que cubren un territorio que alberga unos 12 millones de habitantes, la inmensa mayoría de los cuales vive en las tres primeras zonas a contar de Paris intramuros (zona 1). Con esto quiero decir que el abono mensual de tres zonas (1-2-3) es el que cubre en volumen la mayoría de las necesidades de transporte de la población. En esas tres zonas existe la posibilidad de utilizar el Metro, el RER, los autobuses, los tranvías, y los trenes. Uno de mis primeros trabajos parisinos me obligaba a un desplazamiento de cuatro viajes a la ida, y otros tantos al regreso (tren, RER, Metro, autobús).

Ese abono mensual para tres zonas es válido todos los días del mes, 24 horas sobre 24, incluyendo sábados, domingos y festivos, cuesta 78,20 euros, o sea 51.145 pesos chilenos. De los cuales, si el usuario tiene un empleo, su empresa debe rembolsarle la mitad. Digamos pues que para un trabajador,  el transporte le cuesta 25.573 pesos al mes. Con ese billete puede realizar un número ilimitado de viajes en todos los sistemas de transporte.

Estadísticamente cada abono efectúa unos 100 desplazamientos mensuales, cada uno de los cuales necesita de dos o más viajes en uno o más sistemas. De modo que un abonado hace unos 220 viajes mensuales, cada uno de los cuales le cuesta la suma de 116 pesos chilenos.

Además, el abono mensual no sólo le permite al usuario ir al trabajo, sino también, después de la jornada laboral,  ir, por ejempolo, al cine, al estadio, a visitar a una familia, a pasear en un parque o lo que el usuario desee hacer. Esto mismo es válido también los fines de semana (sábados y domingos) y días festivos. Es decir, el abono mensual es la garantía de transporte urbano que tiene el usuario del sistema.

Ahora, el trabajador, al perder su empleo, pasa en materia de transporte urbano a una categoría de usuario que tiene gratuidad total, para las seis zonas, con un número de viajes ilimitado, todos los días, en todos los sistemas de transporte y en el peor de los casos pasa a la categoría que tiene rebajas de entre 50 y el 75%, y puede comprar el abono solidaridad del Transporte.

Como el salario mínimo bruto (SMIC) está en 1.365 euros (para un horario de 35 horas semanales), a un trabajador en esta categoría salarial  le cuesta el transporte el 2,86% de su salario.

En Santiago, usando solo los autobuses, y haciendo solo dos viajes al día de lunes a viernes a 540 pesos cada uno, el transporte mensual cuesta 23.760 pesos chilenos, lo que equivale a un 13,81% del salario mínimo bruto.


Si a esto se le agrega que en Francia la salud y la educación son gratuitas para él y su familia, la diferencia entre un trabajdor francés y uno chileno es abismante.

Nota de la Redacción: Llegamos siempre a la misma conclusión: En Chile no tenemos una distribución equitativa del ingreso que permita regular el gasto del transporte, la salud y la educación, especialmente para quienes ganan menos, porque la mayor parte de la "torta nacional" queda en poder de los empresarios privados. Es urgente realizar una buena reforma tributaria, como muchos especialistas están demandando hace años.  Y la pregunta de siempre: ¿qué hacen los políticos? ¿qué hace en este sentido el Gobierno actual y qué hicieron los anteriores?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario