Por Walter Krohne
La cuestión de los subsidios irregulares en la Región del Biobío es un problema demasiado complicado para un gobierno que ya tiene un historial de “metidas de pata”, de búsqueda de subterfugios o de salidas “por la vereda del frente” para cambiar "el rostro" o la imagen de algunas situaciones conflictivas o extremadamente delicadas. Sin embargo, lo que ha ocurrido en la “capital del terremoto”, no tiene otro nombre que una irregularidad mayúscula, con el agregado del engaño que a todas luces sería un delito grave, con el cual se ha involucrado además a la ministra de la Vivienda Magdalena Matte, aunque aún no está claro si ella sabía o no de la irregularidad registrada.
La cuestión de los subsidios irregulares en la Región del Biobío es un problema demasiado complicado para un gobierno que ya tiene un historial de “metidas de pata”, de búsqueda de subterfugios o de salidas “por la vereda del frente” para cambiar "el rostro" o la imagen de algunas situaciones conflictivas o extremadamente delicadas. Sin embargo, lo que ha ocurrido en la “capital del terremoto”, no tiene otro nombre que una irregularidad mayúscula, con el agregado del engaño que a todas luces sería un delito grave, con el cual se ha involucrado además a la ministra de la Vivienda Magdalena Matte, aunque aún no está claro si ella sabía o no de la irregularidad registrada.
Hubo aquí una clara intención de malversación de fondos con cargo a la reconstrucción y que la intendenta, Jacqueline Van Rysselberghe, quería desviar para darle casas nuevas a 500 familias de la Población Nueva Aurora de Concepción, cuyas viviendas quedaron intactas en el terremoto del 27 de febrero del año pasado. Ella reconoció que había "inventado la historia" para favorecer a esas familias, seguramente por un interés netamente electoral.
Sin embargo, la figura de Van Rysselberghe se ha vuelto casi intocable desde hace tiempo dentro de su partido la Unión Demócrata Independiente (UDI), integrante clave de la Alianza por el Cambio del Presidente Sebastián Piñera. En su partido ha sido en dos períodos consecutivos (2004 y 2008) vicepresidenta y varias veces mencionada como una precandidata a la Presidencia de la República. Psiquiatra de profesión y ferviente católica, miembro del Opus Dei y madre de seis hijos.
Inició su carrera política al ser electa como concejal de Concepción en 1992, cargo que ocupó hasta el año 2000 cuando se presentó a la Alcaldía de esa ciudad, elección que ganó con el 55,3% de los votos. Fue reeelegida en 2004 y luego en 2008. Al asumir Piñera, el 10 de marzo de 2010, la designó Intendenta del Biobío.
Sus antecedentes políticos muestran una carrera meteórica y brillante que la han convertido en una carta clave para la UDI y la Alianza en la región del Biobío.
Jacqueline Van Rysselberghe |
¿Cómo se puede llegar a pensar entonces que ella podría ser separada de su cargo para dejar de ser la líder del gremialismo que siempre ha sido en el Biobío?
Y en esta encrucijada están el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma y el mismo presidente de la República. El primero dijo simplemente que “no, no veo ninguna razón para que renuncie, así es que no me voy a hacer cargo de esa realidad". Y Piñera, que casi quedó "amordazado" con las palabras de Coloma a pesar de que siempre ha dicho que en su gobierno primará el comportamiento intachable de los funcionarios, fue esta vez muy diplomático y hasta "comprensivo": "Sin duda que hubo palabras desafortunadas, pero la intención fue correcta", afirmó.
Lo peor de todo es que la ministra de la Vivienda, Magdalena Matte, dijo hoy que estaba al tanto del proyecto habitacional en la población Aurora de Chile, en Concepción, pero aseguró que "lo que no sabía era que se habían producido irregularidades" en la adjudicación de los subsidios como lo denunció en diciembre el senador opositor Alejandro Navarro. "Voy a presentar todo a la justicia. No voy a aceptar ninguna irregularidad”, declaró.
La intendenta acompañada de Piñera y Lavín. |
Ciertamente ninguno de los declarantes hasta ahora ha dicho la verdad “entera o completa” ni tampoco han actuado con la debida ecuanimidad como para decidir lo que en este caso hay que decidir, que es la salida de Rysselberghe, les duela lo que les duela. No es posible presentar una situación habitacional como parte de la reconstrucción cuando en la práctica no lo es. Puede ser un tema de expropiación o de nuevo plan habitacional, pero aunque se le quiera buscar los ajustes necesarios, ninguna de ambas tiene que ver en Nueva Aurora con un asunto de destrucción por el terremoto.
El embajador chileno en Buenos Aires, Miguel Otero Lathrop, perdió su cargo el año pasado por declaraciones inadecuadas que justificaban el derrocamiento del Presidente Salvador Allende, igual que este año fueron las “metidas de pata” del ministro Jaime Ravinet con el puente mecano también del Biobío. Sin embargo ninguno tenía los padrinos adecuados para que los defendieran, menos Ravinet, huérfano de partido tras ser expulsado de la Democracia Cristiana justamente por aceptar el Ministerio de Defensa en un gobierno de derecha.
La diferencia está en que Jacqueline Van Rysselberghe si los tiene.
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