La muerte de Kirchner sigue sacudiendo el tablero político
Por Gustavo Sylvestre
La muerte de Néstor Kirchner sigue produciendo no sólo reacomodamientos políticos, sino que impacta de distinas formas en otros sectores representativos.
Como habíamos adelantado hace tiempo en esta columna, la unidad de la Mesa de Enlace de los dirigentes agropecuarios también ha llegado a su fin.
Si bien las diferencias venían creciendo, la muerte del ex Presidente, impactó de lleno en ellos. Se les cayó una de las principales banderas de su razón de ser. Como siempre manifestó Eduardo Buzzi, el más político de todos y el dirigente con mayor reconocimiento social de los cuatro, sólo los unía el espanto pero no el amor. El espanto parece haber desaparecido y Buzzi decretó el fin de la Mesa de Enlace.
La Federación Agraria, la entidad con más perfil social y militante de las cuatro, hacia tiempo que quería volver a la autonomía y a pelear, por si sola como lo hizo siempre, sus problemas y mantener en alto las banderas que siempre enarboló, en defensa del pequeño y mediano productor.
La llegada de hombres del campo al Congreso, lejos de unir a la mesa del campo y a los sectores del campo con la política, los dividió y acentuó las diferencias entre FAA (Federación Agraria) con la SRA (Sociedad Rural) y la CRA (Confederaciones Rurales). “Los políticos de la oposición nos usaron en su momento, nosotros los necesitábamos pero la verdad de lo que nos prometieron, no han cumplido nada... y las diferencias entre nosotros son irreconciliables”, se sincera un hombre del campo que solía batallar en el Congreso.
“La Mesa de Enlace es un desastre y el gobierno es peor, por eso Autonomía y marcar lo que hace falta”, repetía ayer uno de los principales dirigentes de la FAA, contrariado por no haber logrado que sus proyectos de retenciones segmentadas, la ley de arrendamiento y otros no encuentren eco entre las otras entidades. Algunos dirigentes, caso Alfredo de Angeli, están pidiendo pista política.
Pero la verdad es que ni el Peronismo Federal, ni el radicalismo le han hecho ninguna propuesta al dirigente. “De candidato a gobernador, ni hablar. Si quiere sumarse a la lista de diputados, podríamos tenerlo en cuenta, pero Alfredo ya no es lo que era”, coinciden peronistas y radicales entrerrianos.
Eduardo Buzzi ha descartado, por el momento, ser candidato en Santa Fe y prefiere seguir en la presidencia de la Federación y desde allí volver a marcar el ritmo, no sólo de esta entidad, sino de los reclamos del campo.
A todo esto...
Algunos dirigentes importante del interior, ligados al Peronismo Federal, se aprestan a plantear a la conducción nacional del espacio que definan lo antes posible un candidato presidencial del sector. “Nosotros no podemos vender cuatro candidatos, nuestra militancia nos pide un nombre para salir a pelear la calle... la verdad en el interior se nos hace difícil conseguir voluntades si no tenemos una cabeza”, se sincera un ex gobernador peronista, que piensa plantearle al ex Presidente Duhalde la situación.
En realidad -sigue diciendo este ex gobernador-, el oficialismo (por el kirchnersimo) corre con ventaja. Antes tenían dos nombres, y ahora sólo la Presidenta es candidata”.
A su vez, Carlos Alberto Reutemann pidió “desensillar hasta que aclare” a su tropa y espera definiciones para marzo.
Otro de los referentes del sector, el diputado Francisco de Narváez, también ha comenzado a tener una estrategia política que, si bien no lo aleja de la mesa de conducción, busca consolidar su presencia en la Provincia de Buenos Aires y esperar hasta marzo o abril para definir con que candidato presidencial jugará.
“Nosotros creemos que para el año próximo habrá más de cuatro candidatos. Francisco consolidará su poder político en la Provincia lo que lo fortalecerá. Para esa fecha definiremos con que cabeza nacional iremos”, sostiene uno de los operadores políticos del diputado.
Por su parte, el Comité Nacional del radicalismo ha vuelto a la carga con la idea de realizar internas para elegir su candidato presidencial en marzo próximo. La idea es impulsada por su presidente, Ernesto Sanz, quién sostiene que cuanto antes tengan su candidato, mayores posibilidades de llegar al poder tendrán, y asimismo mejores posibilidades de rearmar el Acuerdo Cívico y Social con Socialistas y el Gen.
Uno de los operadores del sector alfonsinista dice, “que pongan las interna cuando quieran, nosotros las ganaremos y nos conviene con un Cobos bien consolidado, para movilizar al partido y que la candidatura de Ricardo salga fortalecida”. Para este sector, “Sanz terminará jugando la interna como candidato presidencial, porque es el candidato de empresarios y del establishment, y también de algun medio”, dicen con picardía, sabiendo que esto produce un gran enojo en el Presidente Radical que rechaza pretender ser candidato presidencial y que irá a pelear por la gobernación en la Provincia de Mendoza.
Los cobistas también se verían favorecidos con una interna en marzo. Si la gana Cobos pediría licencia como Vicepresidente y tendría mayor tiempo para su campaña presidencial.
Diario La Nacion de Buenos Aires
El precio de la carne
Recuperar la ganadería nacional argentina exige eliminar absurdas restricciones y arbitrarias intervenciones del Estado en el mercado.
Desde esta columna editorial, hemos sostenido en reiteradas ocasiones que las restricciones del Gobierno a la exportación de carnes y otras medidas intervencionistas no iban a provocar otra consecuencia que un desaliento de su producción y un aumento de su precio. Está hoy a la vista que eso es lo que ha sucedido.
La producción de carne vacuna nacional está acusando actualmente el impacto de la sequía de los dos años pasados y del implacable castigo consistente en una sucesión de erróneas decisiones del gobierno nacional, iniciada en marzo de 2006 con la prohibición de exportar, una medida no registrada en el inventario de intervenciones estatales.
Atemperada esa prohibición poco después, se la reemplazó por una sucesión de arbitrarias intervenciones que fueron minando las energías productivas hasta reducir el stock de ganado estimado en 60 millones a mediados de la presente década a 50 millones, una reducción no conocida en el historial cíclico del negocio ganadero.
Así las cosas, la nueva dimensión productiva se mostró insuficiente para abastecer una demanda doméstica exaltada por constantes intervenciones oficiales y un remanente exportador a manera de un simple saldo, manejado desde la Secretaría de Comercio.
En estas condiciones, el mercado de ganado mostró ese déficit, expresado en precios crecientes hasta duplicar los vigentes un año atrás, mostrando una vez más la rigidez de la demanda de carne vacuna, una característica propia de la dieta nacional.
Los 200.000 ganaderos existentes decidieron -unos más, otros menos- no seguir rematando sus rodeos a los valores pretendidos por el Gobierno, reduciendo la venta de hembras para faena de un ominoso 50 por ciento anterior al 44 en lo que va del año y a un muy bajo 40 en septiembre pasado Se trata de una sana decisión privada, destinada a reconstruir el patrimonio ganadero, sensiblemente deteriorado.
Con una reducción de la producción total de carne, el consumo local naturalmente se está reduciendo desde un pico de 68 kilos por habitante y por año, el más alto del mundo, a aproximadamente 55 kilos, es decir, un 20 por ciento, mientras que la exportación se está reduciendo a poco más de la mitad de la correspondiente al año pasado. Muy lejos han quedado los años 70, en los cuales la Argentina era el primer exportador de carne vacuna del mundo.
Los resultados de la política oficial en la materia no pueden ser más desalentadores. Entre otras cosas, porque provocó el despido de casi 15.000 trabajadores de frigoríficos. La larga historia de la intervención en el mercado de la carne vacuna, reiteradamente expresada en una abundante bibliografía nacional y extranjera, debió inspirar mejor a los responsables de las decisiones gubernamentales. Incluso la aplicación de subsidios a la alimentación de ganado en corrales, ahora en declinación, no sólo no logró los resultados que esperaban sus promotores, sino que, por añadidura, dio lugar a acciones de corrupción.
De existir la intención de privilegiar la mesa de los argentinos, evitando que sea impactada por la suba del precio de la carne vacuna y de otros alimentos, lo más aconsejable sería subsidiar a los sectores de menores ingresos de la población mediante metodologías eficaces, utilizadas en muchas naciones, aun en aquellas de altos ingresos.
Resulta indispensable recomendar no interferir en el proceso de retención de vientres y animales jóvenes en general, tan recientemente iniciado. En tren de recomendar otras decisiones, cabe señalar la necesidad de derogar las restricciones administrativas de las exportaciones que ahora no sólo están referidas a los registros de exportación, sino que abarcan constancias destinadas a evitar supuestas maniobras de ocultación de ingresos de divisas.
Dejar que la mencionada retención fluya sin tropiezos será el mejor y más rápido método de aumentar la producción y hacer llegar a la mesa de los argentinos su plato favorito a precios que estimulen tanto la producción como el consumo y la exportación. En suma, restablecer el equilibrio perdido.
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