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viernes, 4 de diciembre de 2015

ARMAS, CRIMEN Y TRAGEDIAS EN ESTADOS UNIDOS

Por Martín Poblete

Una vez mas, la opinión pública local y mundial se han visto conmovidas por una tragedia con catorce muertos y numerosos heridos, en un suburbio de la localidad de San Bernardino, California, Estados Unidos.Intelectuales y políticos, encabezados por el Presidente Barack Obama, vuelven a manifestarse consternados y hasta confundidos, hay razones para ambos sentimientos.   Los presuntos ejecutores de la tragedia, una pareja de origen paquistaní, dejaron su hija de seis meses al cuidado de la abuela, quizás teniendo en mente el riesgo para sus propias vidas de los actos a punto de protagonizar.

En la ejecución del crimen, los perpetradores usaron armas y municiones de guerra las cuales, se supone, debieran estar en los arsenales de las fuerzas armadas y no en manos de civiles; sin embargo, los primeros peritajes indican que tanto las armas como las municiones utilizadas habían sido compradas legalmente.  En este punto se ubica la raíz del problema, corresponde darle un vistazo al desarrollo de ciertos aspectos de la sociedad americana, para entender como se pudo llegar a la situación vigente.

En el período entre comienzos del Siglo XIX y los inicios de su segunda mitad, tuvo lugar lo sustancial de la gran expansión americana hacia el Oeste, ocupando un espacio geográfico de dimensiones continentales en menos de un siglo; en el proceso hubo una guerra de anexión con México, y numerosos incidentes militares en la expulsión de las tribus indígenas de sus territorios ancestrales.
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Hay unanimidad en el punto de partida, la expedición de exploración bajo patrocinio del Estado Federal, durante el gobierno del Presidente Thomas Jefferson; el contingente estuvo encabezado por dos  experimentados exploradores, Meriwether Lewis y William Clark, apoyados por cuarenta hombres seleccionados de las filas del Ejército, y dos guías indígenas conocedores de las tierras al noroeste del río Missouri. 
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Lewis y Clark salieron de St. Louis, Missouri, en abril de 1804, llegaron a la costa del Océano Pacífico en junio de 1805, regresando a St. Louis en septiembre de 1806; sus informes, mapas, dibujos, y el libro publicado en 1811, tuvieron enorme impacto en la sociedad americana de su tiempo. Las opiniones de los historiadores se dividen al definir el punto culminante o final de la expansión al Oeste, algunos destacan el encuentro de las vías del Central Pacific Railroad desde el Oeste y del Unión Pacific Railroad desde el Este, en Promontory Point, Utah, 1869; otros apuntan a la constitución como Estados de los territorios al suroeste y oeste: Oklahoma, Nuevo Méjico y Arizona;  otros llevan el fin del proceso al gobierno del Presidente Theodore Roosevelt con la reorganización de los vastos espacios bajo propiedad del Estado Federal, y la fundación del sistema de parques nacionales.

En el curso de la expansión al Oeste, se hizo aceptable socialmente la realidad de hombres portando armas, para fines de su defensa personal y de sus familias y propiedad, en `pueblos recién fundados y territorios  en cambiante frontera; ese porte y tenencia de armas fue regulado desde un comienzo, así como el surgimiento de un próspero comercio de armerías  supliendo armas y municiones variadas, los máximos calibres asociados con las necesidades de cazadores, y tramperos  en el tráfico de pieles.

Junto a la expansión al Oeste surgió un tipo social idealizado, el jinete solitario, audaz, valiente, rápido y certero en el uso de sus armas, siempre listo en ayuda de los débiles y vulnerables;  la realidad fue un tanto diferente. Hubo un bandidaje de los mas variados pelajes criminales, y un grupo de individuos caminando esa fina línea del borde de la ley, de estos últimos destacaron "Wild" Bill Hickock, asesinado por la espalda mientras estaba sentado en una mesa de juego en un poblado minero de Dakota del Norte; William "Billy the Kid" Cody, nacido en Nueva York de madre soltera y padre desconocido, se dice habría sido el mas rápido con un revólver en sus manos; y el tahúr y traficante de mujeres John "Doc" Holliday, un dentista por educación.   Un tercer grupo era el de los hombres de la ley, los oficiales federales (Marshall) y los jefes de policía (Sheriff),  de estos alcanzaron niveles de leyenda Bat Masterson en Dodge City, Pat Garrett en el suroeste de Texas, y Wyatt Earp en Arizona, sus vidas reales como imaginadas llenaron las páginas de diarios, revistas y novelas;  entrado el Siglo XX, serían tema de cine.

El porte y tenencia de armas por ciudadanos, y  el ideal del jinete solitario, estuvieron en la base de un género cinematográfico, el "Western";  junto a las películas vinieron los actores símbolos del carácter protagónico, el hombre capaz de resolver situaciones solo sin mas apoyo que el de su arma, los mas destacados John Wayne, Gary Cooper, y algunos que ocasionalmente protagonizaron "Westerns" tales como Glenn Ford, Burt Lancaster, Kirk Douglas, y Alan Ladd.   Este mundo idealizado, la realidad fue bastante áspera y diferente, tendría su final en la década de los 1980.

A comienzos del gobierno del Presidente Ronald Reagan, protegiéndose bajo cuestionables artificios legales, las armerías empezaron a vender armas de características militares con las correspondientes municiones, las revistas del ramo llenas de publicidad ofreciendo  productos asociados con la guerra y las fuerzas armadas, todo ello acompañado de un relajamiento de las regulaciones existentes.   Esta perversión de la idea del derecho de los ciudadanos a la tenencia y porte de armas, fue extendida y sostenida por una organización,  National Rifle Association NRA, presidida por el actor Charlton Heston  con el apoyo del secretario ejecutivo Wayne LaPierre, un hábil activista y eficiente organizador, ambos  llevaron esa entidad a tener presencia en todo el país, con orientación de rasgos conservadores reaccionarios, estrechamente unida a los grupos mas extremos del Partido Republicano pero extendiendo su influencia a todo el espectro político, ejerciendo considerable capacidad de presión y ocasionalmente chantaje.

Sucesivas legislaciones, tendientes  a endurecer las exigencias para permitir compra de armas en el comercio especializado,  no han dado los resultados esperados ; los graves incidentes con numerosas víctimas fatales en los últimos treinta años, han sido ejecutados por individuos portando armas de características militares.  Los Estados Unidos tienen los medios para impedir la compra por civiles de armamento y municiones de guerra, asimismo tienen los medios para ejercer la aplicación de las leyes pertinentes, está faltando la voluntad de políticos en el Congreso,  en la Casa Blanca, y en las legislaturas de cada uno de los Estados. 

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