Por Jessika Krohne
http://www.psicologiaglobal.cl/En Chile, según antecedentes de la Sociedad Chilena de Salud Mental, cerca de un millón de personas sufre del mal, una cifra equivalente a la población de la primera y segunda región. Estadísticas de la OMS señalan que Santiago encabeza la lista de capitales con más alto número de depresión.
Según la Dra. Alejandra Armijo, estudios de la Universidad de Chile revelan que una de cada tres consultas en todo el servicio público de Santiago son por trastornos depresivos.
La depresión es el trastorno mental más frecuente de todos y no hace diferencia de sexo, edad, clase social o nacionalidad. Afecta a hombres y mujeres, de todos los grupos etáreos y de cualquier condición socioeconómica. No obstante, las mujeres son el grupo más expuesto. Tal como lo afirma la Dra. Armijo, “de acuerdo a una serie de estudios que se han efectuado durante largo tiempo, se ha visto que las mujeres en edad reproductiva, desde que comienza el ciclo menstrual hasta que lo finaliza cerca del climaterio, son más proclives a sufrirla”. Agrega que en la adolescencia o en la edad adulta, la frecuencia de la depresión es la misma para hombres y mujeres.
La depresión puede caracterizarse por diversas situaciones: Desmotivación, desesperanza, desgano, sentimientos de inutilidad, falta de estima propia, pérdida de interés o de placer en actividades que antes la persona disfrutaba, insomnio o exceso de sueño, pérdida o exceso de apetito, disminución de la energía, angustia, irritabilidad, llanto fácil o agresión. También puede manifestarse a través de síntomas físicos, como cefaleas, molestias digestivas y dolores crónicos.
La depresión no es un simple estado de ánimo triste ni un estado del cual la persona pueda sobreponerse sólo con voluntad. Sin un tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses o años. La selección del tratamiento dependerá del resultado de la evaluación. Existe una gran variedad de medicamentos antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para tratar los trastornos depresivos.
Muchas formas de psicoterapia, incluso algunas terapias a corto plazo, pueden ser útiles para los pacientes deprimidos. Las terapias "de conversación" ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y a resolverlos, a través de un intercambio verbal con el terapeuta. Algunas veces estas pláticas se combinan con "tareas para hacer en casa" entre una sesión y otra. Los profesionales de la psicoterapia que utilizan una terapia "de comportamiento" procuran ayudar a que el paciente encuentre la forma de obtener más satisfacción a través de sus propias acciones. También guían al paciente para que abandone patrones de conductas que contribuyen a su depresión o que son consecuencia de su depresión.
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