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lunes, 26 de abril de 2010

EX MINISTRA TOHA SE QUEJA HOY DE FALTA DE PLURALISMO EN CHILE Y QUÉ HIZO ELLA PARA CAMBIAR LA SITUACIÓN

Por Walter Krohne

La ex diputada Carolina Tohá interviene en temas que no domina o sus palabras se ven traicionadas por las negligencias cometidas por la Concertación en los veinte años que gobernó Chile. El tema del pluralismo informativo es uno de ellos.

En una entrevista de TVN, cuando se le preguntó el domingo último, al tratarse el caso del diario semiestatal “La Nación”, que por qué la Concertación no fomentó la existencia de diarios de otras tendencias en un esfuerzo por incrementar el pluralismo informativo en Chile, su respuesta causó cierta molestia en algunos sectores periodísticos que desde años venimos luchando por un cambio en esta actual realidad chilena.

Su respuesta textual fue la siguiente: “Este fue un debate que estuvo muy pendiente en estos años y la verdad es que la Concertación en ésto, más bien por un ánimo de ser muy pudorosa y de no intervenir nunca en el sistema de medios de comunicación y de nunca mantener una política que le favoreciera asimismo, prescindió de hacer aquello.

“Pero es claro, eso pudo haber sido bueno para dejar en claro que no íbamos a intervenir en los medios de comunicación, pero tuvo como resultado que hoy día la democracia chilena tiene una pata coja, porque nuestro sistema de medios de comunicación es insuficientemente pluralista y es algo que entre todos tenemos que resolver".

No sabemos si la ex ministra secretaria general de Gobierno, es decir hablamos de la ex encargada directa del ejecutivo para relacionarse con los medios de comunicación, no quiso durante su mandato proponer soluciones adecuadas a este problema o, como otros ministros del ramo, se limitó sólo a cumplir con la errónea política planteada en el Gobierno de Patricio Aylwin, de que “la mejor política de comunicaciones era la que no existía”.

Para nosotros es completamente absurdo escuchar que en este punto la actitud de la Concertación de no cambiar nada fue por “ánimo de ser muy pudorosa” y de no “intervenir nunca en el sistema de medios de comunicación”. Es para no creelo, porque  el Colegio de Periodistas en varias oportunidades le hizo saber a ella y a todos los ministros de esa cartera los problemas que había en Chile en materia de pluralismo y cómo estaban desapareciendo medios escritos en todo el país.

La verdad es que no se puede hablar de “no intervención en los medios existentes”, como dijo Carolina Tohá en la Entrevista del Domingo, sino, todo lo contrario, hay que expresar el deseo de fomentar la creación de nuevas publicaciones para que todas las ideas puedan publicarse y transmitirse, que fue justamente lo que no se hizo y hoy podemos ver las consecuencias de tener un “sistema de medios de comunicación que es insuficientemente pluralista”, como expresó la ex ministra.

Los gobiernos de la Concertación en este sentido se fueron por la vía política más cómoda y se dedicaron a apoyar económicamente a los medios del llamado monopolio ideológico, al entregarles a ojos cerrados toda la publicidad estatal y no proyectar una distribución equitativa de estos fondos para que se beneficiaran todos los medios escritos sin importar ni tomar en cuentas sus respectivas ideologías.

La situación ha llegado a extremos tan graves e injustos que el director del periódico “Punto Final, Manuel Cabieses, por su propia cuenta y riesgo presentó una querella contra el Estado en un esfuerzo por hacer  justicia.

La ex ministra debe saber que durante los veinte años de los gobiernos de la Concertación cerraron entre 15 y 20 publicaciones, todas por problemas económicos, como fueron los casos de los diarios “La Epoca” (en la foto izquierda) y Fortín Mapocho y las revistas Hoy, Análisis, Apsi, Cauce, Siete, y muchas otras.

El financiamirento de un medio no se logra sólo con la venta de ejemplares en los kioscos; la publicidad es un elemento fundamental. Sin embargo, el Estado sigue enmarcando a los medios de comunicación dentro de la política neoliberalista del mercado, como si los diarios y revistas fueran peras o manzanas. Esto es equivocado, porque con ello lo único que se consigue es la falta de una mayor variedad de ideas,  déficit que sólo nos conduce a debilitar cada día más nuestra democracia.

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