Uno de los principales motores del aumento de esta presencia en el mercado chino es la mayor eficiencia y comodidad que ofrecen los canales logísticos marítimos.
En
los últimos años, más rutas marítimas han sido abiertas entre China y América
Latina. Por ejemplo, Tianjin, el puerto integral más grande del norte de China,
entre diciembre de 2023 y mayo de este año inauguró tres nuevas rutas directas
a la región, cubriendo así sus principales puertos.
Gracias
a estos canales logísticos marítimos, productos como frutas, carne y mariscos,
amplían la riqueza y variedad de las mesas de los consumidores chinos. Al mismo
tiempo, desde China se envían a América Latina productos químicos, vidrio,
acero enrollado y automóviles, entre otros productos.
No
solo se trata de un buen puerto de aguas profundas, sino también del primero
inteligente y ecológico de Sudamérica.
Con
la apertura de la ruta directa entre Chancay y Shanghai, el tiempo de envío
entre los dos países se puede reducir a 23 días, ahorrando más del 20 por
ciento de los costos logísticos, lo que mejorará en gran medida la conveniencia
comercial.
El
puerto de Chancay ha construido cuatro atracaderos, de los cuales dos son para
carga a granel, y los restantes para contenedores. El puerto puede alojar
grandes buques portacontenedores con una capacidad de 18.000 unidades
equivalentes a 20 pies (TEU, siglas en inglés). Según su diseño, el movimiento
anual de contenedores puede llegar a 1 millón de TEU, y la capacidad anual de
gestión de carga a granel puede alcanzar los 6 millones de toneladas.
El
puerto, que está conectado a la carretera Panamericana a través de un túnel,
conduce directamente a la ciudad de Lima, capital de Perú. Las mercancías
pueden transportarse fácilmente a Perú y otros países latinoamericanos.
Con
la apertura del puerto de Chancay, se transportarán arándanos, uvas y aguacates
peruanos a China a través del puerto de Shanghai. En tanto, ingresarán a Perú
vehículos de nueva energía, baterías de litio, celdas solares y otros productos
provenientes de China.
Ubicada
a más de 400 kilómetros al norte del puerto de Chancay, la ciudad costera de
Trujillo, una de las principales zonas de cultivo de arándanos en Perú, se ha
vuelto animada debido a la construcción del puerto.
Federico
Maggio, gerente de operaciones industriales de Camposol, un importante
proveedor de frutas y verduras de Perú, señaló que las frutas de la empresa han
ingresado al mercado chino desde 2009. Actualmente, alrededor del 20 por ciento
de los arándanos de la zona de cultivo de Trujillo se exporta al mercado chino.
El
puerto de Chancay es un vivo ejemplo de la cooperación pragmática entre China y
América Latina, con economías altamente complementarias, aprovechando sus
respectivas ventajas, beneficiando a los pueblos de ambas partes y logrando la
prosperidad común.
El
país asiático se ha mantenido como el segundo socio comercial de la región latinoamericana
desde el 2012. En 2023, el comercio de productos agrícolas entre China y
América Latina alcanzó los 81.030 millones de dólares, el doble que diez años
atrás.
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