Sacó
adelante el comunicado ya en la primera jornada, aprovechó el momento
sorpresivamente, aunque no todos habían dado su aprobación a todos los puntos.
Antes de que se pudiera discutir más, el documento estaba ya en la página
oficial. Menos sorprendente fue, en cambio, que el grupo de los principales
países industrializados y emergentes apoyara la iniciativa de Lula contra el
hambre y la pobreza.
Durante su
presidencia del G20, Brasil impulsó tenazmente el tema de un impuesto para
los superricos. Se estima que aplicar un impuesto del 2 por
ciento a esas fortunas reportaría unos 250.000 millones de dólares adicionales
en recaudación tributaria. Resistencia a la mención del impuesto a los
superricos hubo por último de parte de Argentina, representada en la cumbre por
su presidente ultraliberal, Javier Milei. Este
habría insistido en catalogar las prestaciones sociales para pobres como
esclavitud moderna, pero finalmente se doblegó al deseo de consenso, en vista
de que, en este punto, la declaración de la cumbre es suficientemente vaga”.
"Milei quiere combatir la pobreza con capitalismo”
Die
Tageszeitung, de Berlín, comenta la cumbre del G20 en los
siguientes términos:
"El
gélido saludo entre el anfitrión del G20, Lula da Silva, y su homólogo
argentino, Javier Milei, el lunes por la mañana, no presagiaba nada bueno. No
se olvida que hace un año Milei insultó al presidente brasileño tildándolo de
'corrupto', 'comunista' e 'izquierdista de ego inflamado'.
Tanto más
sorprendió la noticia de que Argentina se sumó finalmente a la Alianza contra
el Hambre y la Pobreza que Lula proclamó en la cumbre de Río de Janeiro y que
ha sido respaldada por más de 80 países. Hasta el último momento, el presidente
libertario se había negado a apoyar dicha Alianza, cuyo objetivo es acabar con
el hambre hasta 2030.
Sin
embargo, Milei puso su propio acento. 'Argentina está decidida a combatir el
hambre y la pobreza por medio de reformas de mercado', afirmó en una
declaración adicional. (…)
Claro fue
Milei en lo que respecta al tema del impuesto a los superricos: 'No cuenten con
nosotros, si ha de vulnerarse el derecho a la propiedad mediante impuestos y
normativas', dijo en la mesa de la cumbre".
La brecha ideológica entre Milei y Lula
El diario económico Handelsblatt, de Düsseldorf, también alude a las discrepancias entre el presidente argentino y el brasileño, y apunta:
La
profundidad de la brecha ideológica entre Milei y Lula quedó de manifiesto
cuando el brasileño defendió su proyecto. Lula, que de niño creció en
condiciones muy pobres, dijo que fue un error no haber corregido los excesos de
la privatización y la tendencia hacia un Estado mínimo. Criticó que el G20,
durante su fundación en medio de la crisis financiera de 2008, decidiera
rescatar al sector privado, en vez de fortalecer al Estado. Según Lula, la
globalización neoliberal ha fracasado”.
Fuente: Deutsche Welle.
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