LOS HOSPITALES CONCESIONADOS: FRAUDE AL PUEBLO
Por Hugo Latorre Fuenzalida
¿Por qué concesionar la construcción de hospitales públicos
en Chile? ¿Por qué derivar al sector privado los pacientes del sector público a
un costo infinitamente más alto que si el ministerio de salud se hiciera cargo
de este problema?
.
¡Porque se cree y se quieren los negocios privados!
.
Es decir, para toda esta camada de políticos que nos han
gobernado desde 1974, el Estado debe llegar a su mínima y esencial presencia.
Ellos creen y piensan que el Estado es un Leviatán, un monstruo, una bestia a
la que hay que amputar hasta dejarla sin poder de desplazarse, como el zapato
chino, con que los antepasados asiáticos buscaban impedir el desplazamiento de
las mujeres fuera de sus hogares.
.
Pero esto, además de constituir una ignorancia teórica,
representa un primitivismo ideológico y un sesgo social clasista.
El Estado no es el aparato público o Fiscal. El Estado es
toda la comunidad organizada que es capaz de tomar o incidir en la toma de las
grandes decisiones del poder. Por tanto, entre más extenso es el Estado, hay más
capacidad de influir democráticamente en las decisiones; entre más oligárquico
es el Estado, menos participativo y menos democrático se manifestará el mismo.
.
Los hospitales concesionados es un invento de la ideología neoliberal, que busca lucrar
con los servicios públicos como la justicia (cárceles concesionadas), las vías
de transporte y desplazamiento público (Transantiago y carreteras
concesionadas), la salud pública (hospitales concesionados y privatización de
servicios al interior de los hospitales
públicos (externalizaciones de servicios y camas), privatización de los
derechos de agua (apropiación privada y especulativa de un recurso vital y
estratégico), etc. etc.
.
La experiencia con la privatización del AUGE, donde se
destinan los pacientes a las clínicas privadas cuya atención la paga el Estado,
ha sido un engendro, un saco roto para la economía social. La escalada de
dineros que se vienen transfiriendo a las clínicas privadas de parte del Estado
lleva una progresión geométrica que terminará por arruinar al AUGE mismo. Así
como la subcontratación de servicios por parte de Codelco está llevando a un
alza de costos y disminución de excedentes, por parte de la minera estatal,
que viene a constituir una privatización
encubierta, con altos costos para los chilenos que subsidian su existencia
precaria con los recursos del subsuelo.
.
En los hechos, concesionar un hospital implica varias cosas
muy novedosas. Se encarga la obra a una empresa constructora e inmobiliaria
(X). Esta empresa recurre al sector financiero nacional para obtener los
recursos para esta construcción ¿De dónde saca el sector financiero esos
recursos para prestar a la constructora-inmobiliaria? Pues de los Fondos de
Pensiones y del FUT (impuestos no pagados al SII), es decir, los sacan del
ahorro de los trabajadores y de los impuestos que son propiedad del Estado,
pero que las empresas se guardan para sí (es decir plata efectivamente
perteneciente a los trabajadores).
.
Luego que construyen el hospital, que ya no es un hospital
cualquiera, pues es una especie de híbrido
sanitario y comercial, una especie de “Mall de la salud”. Ahí encontrará
usted toda una galería de tiendas referentes a la salud y a la no salud; tendrá
casinos, estacionamientos, servicios externalizados de ambulancias privadas,
galerías de recepción de pacientes para FONASA, las ISAPRES y toda clase de
seguros médicos complementarios; servicios funerarios, de cementerios,
cafetines, peluquerías, estética diversa, lavanderías y hasta puede que hayan
tiendas de esotería. En fin….imagine lo que quiera y estará presente ahí. Todos
ellos pagarán suntuosos alquileres a los
propietarios del “Mall de la salud”.
.
¿Qué administrará el Ministerio de Salud?
.
Las camas hospitalarias y los servicios ambulatorios, las especialidades, dirá usted.
Sí, pero con sus limitaciones, pues todo debe reeditar ganancias, entonces lo
que hará el Estado es prácticamente arrendar la infraestructura y los
concesionados se guardan el derecho de reservar ciertas áreas para el asegurado
que pague mejor. Entonces a dónde irán a parar gruesa parte de esas
disponibilidades. Pues donde mejor remunere. ¿Qué pasará con los funcionarios
de salud que trabajan en esos hospitales? Pues perderán todos sus fueros
sindicales y su estatus, pues a los administradores privados no les resulta
rentable mantener a trabajadores de brazos caídos.
.
Esto ya ha pasado con el J.J. Aguirre, el cual, paso a paso
ha ido incrementando su dotación rentable en desmedro de la parte propiamente
pública.
.
En consecuencia, los pobres, que pagan poco o no pueden
pagar, serán los convidados de piedra de estos recintos.
.
Es por eso que hay gran consenso de los trabajadores de la
salud para echar atrás este programa ultraderechista. La presidenta Bachelet
también se opone a este modelo reaccionario y absurdo. Pero hay una maraña
legalista que los formalistas del aparato no se atreven a romper. Lo que se
debe hacer para anular el pago de los 60.000 millones de pesos que costaría rescindir
este contrato, es declarar inviable para el estado la construcción de ese
proyecto, una especie de quiebra y luego estructurar otro proyecto, con otro
nombre y en otra ubicación, pero que sea realizado con fondos públicos, que el
Estado puede solicitar a la nueva AFP del Estado, con intereses convenientes
para ambas partes y con utilidad pública asegurada. Se les puede pagar los
gastos de los estudios preliminares y punto. Lo que no se puede permitir es que
la derecha siga dejando contratos amarrados, a última hora, sobre estructuras tan dañinas como la LOCE, las que
luego de ocasionado el daño cuesta más desmontarlas que las indemnizaciones
pagadas tempranamente, si es que hay que pagarlas. Yo más bien creo que sólo
hace falta una postura más firme y menos legalista.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario