Por Marcos Domich
Con una tenacidad increíble los EU UU, la OTAN y las corruptas y totalitarias monarquías árabes, siguen calentando los motores para la invasión a Siria.
Vayamos a una secuencia de los últimos hechos. Aunque es el que parece menor, pues sus efectos materiales no son visibles ni se conectan de inmediato con la causa, la Liga Árabe ha solicitado a transmisores satelitales Nilesat y Arabsat detener las transmisiones de los canales sirios.
Obviamente el hecho es indignante. Ésta sí es una verdadera agresión a la libertad de información. Ahora sí, los canales antisirios y las grandes cadenas transnacionales podrán seguir fabricando la “realidad” siria a su antojo...para invadir.
En este asunto podemos hablar con mucha propiedad por las experiencias propias. Pero acudimos a la autoridad internacional de quien, hace años, viene trabajando en lo que podría denominarse la “anatomía de la mentira”. Se trata del investigador y periodista Michel Collom, autor de “El juego de la mentira” y que acaba de presentar un nuevo libro titulado “Los siete pecados de Chávez”.
La radiografía más reveladora es el corto artículo que titula: “10 mentiras, 10 guerras" (www.linkedin.com/pub/michaell).
Comienza por la mentira mediática Nº 1 y la guerra que provoca (de 1964 a1975) “el ataque de Vietnam a dos buques de EUA, en la bahía de Tonkin”. Collom afirma: “Tal ataque jamás existió”… Mentira mediática Nº 7: Yugoslavia (1999): “El ejército serbio practica genocidio en Kosovo”. Consecuencia: bombardeo de la OTAN a Yugoslavia ocasionando inmensos daños materiales y al menos 2.000 bajas civiles; golpe de Estado a Miloshevich y su ulterior asesinato en la cárcel de La Haya…Mentira mediática Nº 9: Irak posee armas de destrucción masiva. Consecuencia: invasión a Irak, colgamiento de Saddan Hussein y control y saqueo de su petróleo. Collom tiene una formulación muy acertada: “Todas las guerra van presididas y “justificadas” por una gran mentira mediática.”
Nosotros podemos agregar la mentira mediática Nº 11 y la guerra en ciernes en Siria. Todos los días se producen muertes. Pero, en particular los de las últimas dos semanas, son asesinatos a mansalva. Ahora se conocen los detalles de lo que fue la “masacre de Hula”. Ríos de tinta corrieron desde las transnacionales de la información inculpando al gobierno de el Asad de ser el autor. Toda la “información” salió incluso antes de que los miembros de la Misión de Observadores de la ONU llegara al lugar.
Lo que en realidad, sucedió es que, la Zona de de Hula, que no tiene ninguna población concentrada, estaba dominada por el denominado Ejército Sirio libre. Éste de “sirio” tiene muy poco hay decenas de mercenarios extranjeros y entre ellos muchos terroristas de Al Qaeda. Ante el fracaso de operativos contra las guarniciones militares, se volcaron contra la gente de su propio territorio. Asesinaron, sobre todo a puñaladas, a decenas de niños. Todos reunidos en una mezquita fueron presentados como “muertos por bombardeos”. No hubo observación directa de los enviados. Luego vinieron otras “masacres” acompañadas de los ultimátum y el pedido de intervención militar directa y de creación de la zona de exclusión aérea. Exactamente la receta Libia. La intervención está lista. Pero rusos y chinos no la permiten.
Rusia además de contar con una base portuaria, tiene a unos 10.000 ciudadanos que cooperan como técnicos altamente calificados. Han proporcionado a los sirios técnica muy moderna para la defensa aérea. Poseen un conjunto de hombres de la inteligencia y están mejor organizados que los agentes de la OTAN y la CIA. No creemos que cometan el mismo error que con Libia.
(*) OPINIÓN de Cochabamba
No hay comentarios.:
Publicar un comentario