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viernes, 8 de octubre de 2010

¡Cómo nos mienten!

Por Walter Krohne

El revuelo que ha causado la alerta de terrorismo en Europa parece haber ya logrado las expectativas de los terroristas, porque en una semana y sin ningún costo han mantenido a una población cercana a  los 400 millones de habitantes amedrentada sin que hasta ahora haya ocurrido ni un solo hecho que pueda clasificarse de terrorismo.

El miedo en muchos lugares ha subido por las articulaciones de las personas hasta la cabeza, provocando trastornos sicológicos que pueden llegar a tener consecuencias graves y en algunos casos más graves todavía que un ataque terrorista real. Esto ocurre especialmente en lugares que ya han tenido experiencias terroristas con muertos, heridos y destrucción.

Sobre esto quisiera hacer algunas reflexiones. En primer lugar sería nuevo que los terroristas hicieran anuncios tan anticipados sobre supuestos ataques como si fueran ejercicios masivos para preparar a la población frente a este tipo de situaciones de emergencia. Sería lo más ridículo que pudiésemos escuchar. Más bien, lo que parece real, es que los terroristas trasmitan este tipo de anuncios para conocer mayores detalles o saber bien de cómo reacciona o puede llegar a reaccionar la población de una urbe importante como París, Londres o Berlín. Eso es más cuerdo que lo anterior.

En muchos de estos anuncios se esconden además una serie de intereses, ya sea políticos o económicos, que no pertenecen precisamente a líderes terroristas sino que a Estados u organizaciones civiles, políticas o económicas, que por algún objetivo no terrorista, pero si estratégico, echan a correr estas “predicciones” o rumores que trastornan la vida especialmente, dentro de las ciudades. Habría que ver hoy cómo se sienten algunos habitantes en los suburbios londinenses o también en Madrid y para que decir la psicosis que permanentemente existe en Nueva York. Tres escenarios claves para la realización de acciones terroristas de “gran calado” y que ya han sido probados con “éxito” desde el punto de vista del terrorista.

La movilización de políticos de Estados Unidos y Europa; la realización de reuniones de emergencia entre ambos bloques; y las declaraciones públicas, son de poca ayuda y más bien trastornan a la gente que está escuchando sobre terrorismo en todos lados, de día y de noche, en la televisión, en las portadas de los diarios, en los semanarios, en internet y en radioemisoras, hasta el punto que el habitante común ya ve como terrorista al suplementero de la esquina, al lechero o hasta al cartero. La desconfianza cunde fácilmente y se esparce como lava que sale de un volcán.

La tónica hoy, tanto en el viejo mundo como en el nuevo, es que la alerta por terrorismo en Europa continuará por todo el tiempo que sea necesario, como lo dijo hace algunas horas el subseretario estadounidense de Estado, James Steinberg, agradeciendo poder hacer esta advertencia “al extraordinario nivel de intercambio de datos de inteligencia” entre estadounidenses y europeos.

Sin embargo, en una reunión ayer en Luxemburgo, los europeos, que han tenido que entregar declaraciones adicionales para asegurar o ser creíbles de que la alerta de terrorismo “existe y es completamente real y no especulación”, quedaron sorprendidos cuando escucharon a la vicesecretaria estadounidense para la seguridad nacional, Jane Holl Lute, que tuvo problemas serios para aportar datos concretos sobre si existen riesgos específicos y de ataques terroristas en Europa, lo que decepcionó a todo el mundo.

Hay que confiar en las buenas intenciones de nuestros amigos los estadounidenses. Algo muy turbio se debe estar fraguando cuando son capaces de lanzar un aviso de este tipo a escala planetaria, comentó un analista en España.

Como en todas estas alertas los medios de comunicación juegan un papel esencial, no falta el funcionario del Estado que telefonea a su amigo periodista, con la venia presidencial por supuesto, para contarle sobre la existencia de una nueva alarma terrorista. Es el momento en que la noticia se expande en todo el mundo, porque si no fuera así, nadie se enteraría y por lo tanto la alerta sería un fiasco. La cuestión es “construir la alarma pública”, aunque si uno se pone a pensar para que tanta alarma si en realidad es bien poco lo que puede hacer un ciudadano o un turista para saber dónde los terroristas van a colocar la bomba.

Y luego de todo este show, viene, para rematar, la rutinaria y esperada declaración oficial como la de esta semana: El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está molesto por las últimas filtraciones de información de Inteligencia en Washington, reconoció el director de Inteligencia Nacional (DIN), James Clapper, quien criticó a los funcionarios que "se divierten" hablando con la prensa.

¡Esta es la política del día a día o mejor, el gran teatro del post modernismo! ¡Cómo nos mienten!

1 comentario:

  1. Terrorismo inventado por los mismos que nos dicen que hay terroristas .otan . onu medios de comunicacion y los dueños del dinero que controlan multinacionales y gobiernos .
    Terrorismo inventado para generar miedo y realizar sus objetivos economicos y de control de la poblacion.
    Ni en las peliculas de james bond existes enemigos tan escurridizos, estos terroristas son geniales nunca los detectan . Hacen lo que quieren en paises llenos de camaras y medidas de seguridad de los gobiernos( Francia Inglaterra, Alemania etc)sortean todas las medidas siempre.Luego los medios de comunicacion se encargan de diseminar la mentira y la gente se lo cree.

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