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viernes, 25 de octubre de 2024

PUTIN SIGUE COMBATES EN UCRANIA AHORA CON TROPAS NORCOREANAS


El presidente de Rusia,  Vladimir Putin, ha defendido que el acuerdo de colaboración militar con Corea del Norte se enmarca dentro de una "decisión soberana", después de que en los últimos días haya crecido la preocupación internacional por un supuesto despliegue de tropas norcoreanas que el mandatario ruso evitó desmentir el jueves en una comparecencia pública.

Putin enfatizó que compete a Moscú y a Ppyongyang decidir cuándo aplicar las cláusulas del acuerdo suscrito en junio, entre ellos el de asistencia militar mutua. Este "es asunto nuestro", sentenció el líder ruso en una entrevista con la cadena de televisión rossiya 1 recogida por las agencias de noticias de Rusia.

Rusia y Corea del Norte han venido acercando posturas desde 2023, en cierta medida como consecuencia lógica del aislamiento impuesto por Occidente contra Rusia. La resistencia ucraniana en Kiev durante las primeras semanas del conflicto y la apuesta de Moscú, Ucrania y Estados Unidos por una guerra de larga recorrido terminó por comprometer el abastecimiento de municiones (especialmente, balísticas) para el Ejército ruso. Este hecho abrió la puerta para que Corea del Norte se convirtiera en un socio clave para el gobierno de Vladímir Putin.

Corea del Norte, a pesar de estar bajo estrictas sanciones internacionales, ha sido capaz de producir grandes cantidades de municiones, a punto tal que, según se estima en The Times, quizá de forma exagerada, cerca de la mitad de los proyectiles de artillería que Rusia utiliza en el conflicto contra Ucrania provendrían actualmente de Corea del Norte. Además, recientes reportes apuntan a que la participación directa de tropas norcoreanas en la guerra ucraniana estaría cerca de ser un hecho innegable.

Verdaderamente, semejante decisión por parte de Pyongyang y Moscú no sería descabellada: la firma del Tratado de Asociación Estratégica Integral en junio de 2023 entre Vladímir Putin y Kim Jong-un confirmó la posibilidad de una colaboración militar más estrecha entre ambos países.

En octubre, Kim Yong-hyun, un alto mando militar de Corea del Sur, declaró que la participación de las fuerzas armadas de su país en Ucrania era «altamente probable». Pocos días después, The Guardian reportó que ingenieros norcoreanos ya estaban colaborando en Rusia, ayudando con misiles balísticos y operando en áreas ocupadas, lo que refuerza la hipótesis de una intervención directa de Pyongyang en el conflicto.

El tratado no solo formalizó la cooperación militar, sino que constituyó la base para una eventual ampliación. El acuerdo incluye cláusulas de apoyo mutuo, como la provisión de asistencia militar inmediata en caso de conflicto y la cooperación para la construcción de un «nuevo orden mundial multipolar».

Además, ambos gobiernos establecieron dinámicas de colaboración en la ONU, lo que podría ser beneficioso para Corea del Norte, uno de los actores internacionales con peores perspectivas diplomáticas. Realmente, la simbiosis era perfecta: Rusia recibiría de Corea del Norte un flujo constante de municiones que le eran absolutamente fundamentales para sus esfuerzos de guerra; simultáneamente, Pyongyang obtendría apoyo diplomático y ayuda tecnológica, especialmente en su programa espacial. 

El lanzamiento exitoso del satélite de espionaje militar Malligyong-1 en noviembre de 2023 es un ejemplo de los avances que ha logrado la nación asiática, muy probablemente con apoyo ruso.

El nuevo estatus de la relación ruso-norcorena ofrece al gobierno de Kim Jong-un un mejor posicionamiento internacional. Desde marzo de 2024, Rusia ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para, entre otros apoyos, bloquear la renovación del Panel de Expertos encargado de supervisar las sanciones contra Corea del Norte, lo que demuestra el valor diplomático de esta alianza para Pyongyang.

La participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania marca un cambio importante en su política exterior. Tradicionalmente, bajo el liderazgo de Kim Jong-il, el país se había mantenido en un aislamiento casi total, protegiendo su economía autárquica para garantizar la supervivencia de su modelo juche. Sin embargo, Kim Jong-un parece dispuesto a romper con este aislamiento y aprovechar la guerra para integrarse más activamente en el ámbito internacional, en particular en el “eje antiestadounidense”, donde aspira a ser un actor de peso, tras años de marginalidad casi plena.

Además de los beneficios inmediatos, la participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania podría tener implicaciones a largo plazo para sus fuerzas armadas. La experiencia de combate que adquirirían sus tropas en Ucrania será un activo valioso en caso de una posible guerra en la península de Corea. Con todo, quizá lo más relevante de los reportes es lo que indican en clave geopolítica.



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