El encarcelamiento es el principal factor de riesgo de tuberculosis en América Latina. La conclusión es de un estudio publicado este martes en la revista científica británica The Lancet. La investigación fue realizada por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), en asociación con instituciones de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos, entre 1990 y 2023.
Para el estudio, se analizaron datos de seis países: Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, México y Perú. Fueron elegidos concentrados al mismo tiempo el 80% de la población privada de libertad y el 80% de los casos de tuberculosis en América Latina.
En 2019, de todos los casos nuevos de tuberculosis en estos lugares, el 27.2% estaban relacionados con el encarcelamiento. El porcentaje es mayor que cualquier otro factor de riesgo, como el VIH, la desnutrición, la diabetes, la desnutrición, el tabaquismo y el alcoholismo. En número absoluto, el aumento de la privación de la libertad produjo 34,393 casos excesivos de tuberculosis en 2019.
Los datos específicos de Brasil muestran que el 36,9% de los nuevos casos de tuberculosis ocurrieron debido al encarcelamiento. Los siguientes son otros factores, como el VIH y el alcoholismo, con poco más del 10% cada uno, y fumar, desnutrición y diabetes con menos del 10% cada uno.
"La tuberculosis está contemplada dentro del programa sanitario de Brasil y se encuentra entre las 11 enfermedades que el país tiene la intención de eliminar o reducir la carga. Actualmente, la tasa de incidencia de la enfermedad es de 40 casos por cada 100.000 y el objetivo es alcanzar 10 casos hasta el 2030, que representa una reducción del 75%" (Investigación de Fiocruz y de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul (UFMS).
En los últimos 30 años, la población en privación de la
libertad casi se ha cuadruplicado en América Latina, un crecimiento que ha sido más acelerado que
en cualquier otra región del mundo. Las condiciones de la prisión aumentan el
riesgo de transmisión y progresión de la tuberculosis por razones como el
hacinamiento, la ventilación precaria, la desnutrición y el acceso limitado a
la atención médica.
El estudio concluye que las intervenciones en el encarcelamiento, como una reducción del 50% en las tasas de entrada de la prisión y la duración del encarcelamiento, podrían disminuir la incidencia de tuberculosis en la población general de Brasil en un 28,9%, en Perú en un 16,4%, en Colombia con el 13,7%, Argentina, al 10.3% y México en un 3.0% para 2034.
Los investigadores argumentan que se cree que las estrategias reducen el encarcelamiento masivo en sí. Y que las agencias internacionales de salud, los ministerios de justicia y los programas nacionales de tuberculosis deben enfrentar la crisis de salud con estrategias integrales para reducir el riesgo de transmisión dentro de las cárceles.
En Chile
Estudios recientes sobre tuberculosis en las cárceles de Chile han demostrado una incidencia cerca de 8 veces superior a la población general (105 vs ~12 por 100.000 habs hacia el 2013) y en el caso de infección latente, una alta tasa de transmisión en prisiones. Para esta información recurrir a la documentación que publica la Revista Médica de Chile.
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