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lunes, 14 de octubre de 2024

EL LÍDER NEONAZI ALEMÁN BJÖRN HÖCKE


Tras el triunfo electoral del partido AfD (Alternativa para Alemania) ocurrido recientemente (1 de septiembre) en Turingia, como también anteriormente en otras ciudades del este europeo que estuvieron integradas a la antigua República Democrática Alemana (DDR) tras la Segunda Guerra Mundial, el  líder de esta extrema derechaen en esta parte de Alemania es Björn Höcke.

Sin embargo este dirigente es considerado por algunos analistas como un personaje controvertido. Tanto es así que a los miembros radicales de AfD les resulta demasiado radical. 

En 2017, la cúpula quiso expulsarlo, porque presuntamente publicó escritos, con un seudónimo, en una revista neonazi. Pero la iniciativa no prosperó. Siete años después, Höcke le dio a la ultraderecha un récord de votos en Turingia. 

En la celebración del triunfo, los seguidores de Höcke habrían coreado su nombre y tarareado la misma canción que un grupo de jóvenes en mayo en la isla de Sylt (Mar del Norte), cuyo estribillo modificaron con "¡Extranjeros fuera!". La prensa no tuvo acceso al festejo. Pero una plataforma de extrema derecha mostró fotos y videos algo borrosos del evento. 


"¡Deportar! ¡Deportar! ¡Deportar!" En medio de la algarabía, Höcke pronunció un primer breve discurso. "Las cosas no pueden seguir como hasta ahora”, dijo, refiriéndose sobre todo a la política alemana y europea de inmigración y asilo. Höcke – según dice el mismo- lucha contra una sociedad diversa que defiende como lo más medular de su política. Considera que la inmigración es la "madre de todas las crisis”. 


Sus adeptos respondían, encantados: "¡Deportar! ¡Deportar! ¡Deportar!" En sus discursos y entrevistas, Höcke subraya siempre que, para él, no se trata de determinadas reformas o proyectos, sino de la totalidad. Él quiere un país totalmente diferente. Por ejemplo, no quiere solo frenar la inmigración; quiere deportaciones masivas, de personas que para él no son parte de la población alemana "autóctona”. 

En la jerga interna del partido AfD, "autóctonos" son,
por lo general, las personas blancas no inmigrantes. Asimismo, Höcke se refirio en su libro "Nie zweimal in denselben Fluss" ("Nunca dos veces en un mismo río") a favor de una política abiertamente de una clara orientación nazi y de extrema derecha, como lo clasifica la Oficina de Protección de la Constitución, encargada de vigilarlo. 

Höcke y su partido obtuvieron en Turingia el 32,8 por ciento de los votos, es decir, con casi diez puntos porcentuales de ventaja sobre la conservadora Unión Demócratacristiana (CDU), sin embargo este último terminó por coalición gobernando este estado, a pesar que Höcke dijo a la televisión estar dispuesto “a asumir responsabilidad gubernamental”. 

Las cifras demostraron que AfD no podía en Turingia gobernar en solitario. Necesita aliados. ¿Pero qué hizo el partido ultraderechista a la hora del triunfo? Siguió dando golpes contra todos los potenciales socios de coalición.

Muchos observadores dudan que Höcke quiera realmente gobernar. Por lo menos, no en Turingia. Habría que hilvanar con mucha habilidad y tacto una coalición y hacer muchas concesiones. Y él es maximalista, tanto en sus demandas como en sus promesas, opinaron algunos analistas alemanes.

David Begrich, teólogo y sociólogo que se ha ocupado del tema del extremismo de derecha, piensa que Höcke quisiera un modelo en que gobernara una alianza minoritaria de otros partidos, que necesitara los votos de AfD para conseguir las mayorías necesarias. "Eso otorgaría a AfD la ventaja de no ser responsable de la política de gobierno, pero teniendo, al mismo tiempo, un acceso político directo a las decisiones”. Sería como poder controlar el poder sin tenerlo. 

De hecho, Höcke se vuelve más concreto cuando habla de sus planes en la oposición. Debido a su fuerza parlamentaria en Turingia, el partido podrá bloquear numerosas decisiones importantes, por ejemplo, en lo tocante a reformas de la Constitución regional o al nombramiento de jueces. Höcke querría gobernar, pero sin hacer concesiones. 

El renombrado portal en línea "Verfassungsblog” (Blog de la Constitución) esbozó en diciembre pasado un escenario en que un extremista de derecha podría convertirse en primer ministro regional. La clave está en el cargo, políticamente deslucido, del presidente del parlamento regional, que recae tradicionalmente en el partido más votado en las elecciones locales.

 "Verfassungsblog” advierte sobre las consecuencias: "Es inmenso el daño que un partido autoritario populista puede causar con ayuda de ese cargo a la democracia en general”. Porque el presidente del parlamento regional organiza el funcionamiento de la labor parlamentaria. El portal estima que "la AfD no comparte el interés común en un Parlamento operativo”.

Höcke se vuelve más concreto cuando habla de sus planes en la oposición. Debido a su fuerza parlamentaria en Turingia, el partido podrá bloquear numerosas decisiones importantes, por ejemplo, en lo tocante a reformas de la Constitución regional o al nombramiento de jueces. Höcke querría gobernar, pero sin hacer concesiones. 

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