Los indecisos
constituyen un porcentaje muy pequeño de los votantes. Pero su reducida
cantidad le imprime mayor protagonismo a su decisión, especialmente en los
siete estados decisivos, donde elecciones recientes se han definido por brechas
minúsculas.
Según una
encuesta de Emerson College y The Hill realizada
en agosto, el porcentaje más alto de indecisos en los siete estados en disputa
lo tenía Michigan con 2.4%, seguido de Pensilvania (2.2%), Georgia (2.1%),
Carolina del Norte (1.7%), Wisconsin (1.5%), Arizona (1%) y Nevada (0.6%).
De hecho,
votantes en Wisconsin que llegaron indecisos a la semana previa a la elección
de 2016 se decantaron a favor de Trump sobre Hillary Clinton con un margen de
59% sobre 30%, según una encuesta de salida citada por el diario Milwaukee
Journal Sentinal. Ese año, Trump se impuso entre indecisos por 17
puntos porcentuales en Pensilvania y por 11 en Michigan.
¿El porqué de los indecisos?
Según Univisión,
es poco probable que sea por falta de familiaridad con los candidatos.
Desde que la
televisora NBC comenzó a transmitir el programa The Apprentice en
2004, el republicano Trump se dio a conocer ante el público estadounidense como
el empresario que despedía a empleados sin demasiada compasión. Y cuando 14
años más tarde se lanzó como candidato a la Casa Blanca, el
magnate neoyorquino se volvió omnipresente.
Y si bien la
demócrata Harris ha tenido una trayectoria bastante más alejada de los
reflectores como fiscal general de California y luego como senadora, la
vicepresidencia de Estados Unidos desde 2021 le ha proporcionado una
plataforma poderosa para construir una imagen reconocible a lo
largo del país.
A pesar de que
ambos candidatos llevan años desempeñándose en cargos de gran visibilidad, hay
un grupo pequeño, pero importante de votantes que, a estas alturas, siguen
indecisos sobre cuál candidato apoyarán el 5 de noviembre.
“No están
entusiasmados con ningún candidato”, dijo al diario USA Today David
Paleologos, director del Centro de Investigación Política de la Universidad de
Suffolk. “Estas son las personas que probablemente pierdan su voto, los que
están menos conectados con el sistema bipartidista. Pero ellos pudieran tener
el mayor impacto en esta elección si van hacia un lado o hacia el otro”,
agregó.
El diario The
New York Times asegura que estos votantes, unas tres millones de
personas en esos siete estados clave, suelen darle más importante a la economía
por encima de cualquier otro tema porque su ingreso tiende a
ser menor que el estadounidense promedio. Y lo describe como un grupo muy
pragmático que se pregunta: ¿qué hará este o aquel candidato por mí?
David Wasserman,
analista electoral de Cook Political Report, le dijo a
Vox que estos votantes suelen ser más jóvenes y más diversos que el resto del
electorado. Tienden a desconfiar más de las instituciones y del gobierno, del
sistema bipartidista, desempeñan trabajos no universitarios y coinciden en
criticar la política económica de la administración de Joe Biden.
“Estos son
votantes que enfrentan diversas presiones y que tal vez no terminen votando,
pero es un grupo al que estamos observando detenidamente”, indicó Wasserman.
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