La proclamación de la candidatura presidencial de Evelyn Matthei definió la situación en la UDI y Renovación Nacional, en el marco de una de las curiosidades de la temporada Evopoli, un partido pequeño presumiblemente liberal de centroderecha, tercer integrante de la coalición Chile Vamos, ha postergado hasta fines de marzo su definición.
Las encuestas Criteria y Pulso Ciudadano/UDD han ubicado, de manera consistente, a la candidata Matthei entre el 24% y 28% de las preferencias, esto no es malo; en la otra línea paralela de este ferrocarril, la suma de las preferencias por Johannes Kaiser y José Antonio Kast oscila entre el 20% y el 16%. El conjunto de las candidaturas de derecha marca alrededor del 44%, es decir el tradicional voto duro del sector, pero sin el centro no ganan.
La última encuesta Cadem trajo la novedad de Matthei cayendo al 18%, en curva descendente por cuarto mes consecutivo en esta medición; la suma de las preferencias por Kaiser y Kast supera, por primera vez, a las de Mathei, sin perjuicio de que el total del sector sigue quedando dentro del voto duro ya indicado. Las encuestas son lo que son y nada más, tampoco nada menos, Matthei debajo del veinte por ciento en curva descendente debiera encender algunas alarmas.
En este momento, la derecha estará en primera vuelta presidencial con tres candidaturas, una de ellas debiera pasar a segunda vuelta con clara opción de triunfo, surgirá la exigencia de unificar las fuerzas, difícil truco habida cuenta de inevitables desgastes y malos tratos en esta clase de contiendas. Veremos .... dijo el ciego.
La muy probable división de la derecha en dos coaliciones, puede pasar una cuenta imposible de pagar en la elección de diputados y senadores al Congreso, el sistema electoral proporcional tiende a favorecer a la coalición y/o lista más votada; así las cosas, la derecha puede terminar "arrebatando la derrota de las mandíbulas de la victoria (Winston Churchill)".
Un ejemplo es la elección de senadores, Arica-Parinacota, Tarapacá, Atacama, y Aysén, eligen dos senadores cada una, muy difícil quebrar esa paridad; sin embargo, Valparaíso, Maule, y Araucanía, eligen cinco, en estos tres casos el régimen proporcional hará sentir su lógica inevitable.
Unidad en la Izquierda.
La coalición gobernante necesita una primaria de todas las fuerzas para tener un candidato capaz de llevar el voto duro del sector, alrededor del 30%, a la segunda vuelta.
Pero mientras se mantenga la división en la derecha, esta elección presidencial sigue abierta.
La unidad en la Izquierda es de la mayor importancia en la elección de diputados y senadores al Congreso, si consiguen agregar lo que va quedando de la DC, esa sumatoria podría ser la de lista más votada; en otras palabras, la Izquierda, más la DC, podría ganar el Congreso, en parte compensando por su derrota en la presidencial.
En los días siguientes habrá definiciones importantes en la DC y en el Partido Socialista; también en las relaciones de Amarillos y Demócratas con la coalición Chile Vamos, hay ocasiones cuando partidos pequeños pueden hacer un aporte, en política las percepciones y el lenguaje pueden marcar diferencias.
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