Cuando en Chile se le ponía una mala nota por su trabajo, Sebastián Piñera se reunía en Roma con la Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner |
Un impacto político como nadie se lo esperaba tuvo hoy la encuesta de Adimark que dejó por el suelo al presidente Sebastián Piñera y a su Gobierno que obtuvieron sólo un 36 por ciento de apoyo y un 56 por ciento de rechazo en su gestión gubernamental.
La verdad es que se dijo de todo. En la oposición se habló del “demoledor” sondeo de opinión pública a escasos 14 meses de gobierno. También se dice que ha llegado el momento de decidir un cambio amplio de gabinete o que el grave problema que tiene el Gobierno es su equipo político. En los partidos del oficialismo, la Alianza por el Cambio, reconocen que el resultado es malo, “esta foto no es buena para el Gobierno”, dijo por ejemplo el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín. Sin embargo en los dos partidos derechistas, UDI incluida, no están plenamente de acuerdo de que haya que realizar un severo ajuste ministerial.
Desde Roma, el presidente Sebastián Piñera, que participa en la conmemoración de los 150 años de la unificación italiana rechazó tajantemente comentar el sondeo. Pero la verdad es que da vergüenza ajena, porque los coletazos no pararon. Mientras la Concertación se lanzó en picada contra la conducción política y recomendó un cambio de gabinete, en RN esperan que las cifras “tan malas” lleven a un “cambio de estrategia del Ejecutivo” y algunos en la UDI piden cambios ministeriales “urgentes”.
El timonel del Partido Socialista Osvaldo Andrade aseguró que “es una encuesta demoledora, al Gobierno le entró agua al bote”. A su juicio, “queda en evidencia que la conducción política capotó. Este Gobierno no tiene conducción, carece de liderazgo, el equipo político es una frustración. La Moneda no tiene respaldo político en su coalición. Es un gobierno que está fuera de la realidad, es cuestión de escuchar a la vocera decir que están tranquilos”. Y aunque declinó dar consejos al Ejecutivo, insistió en que “el problema está en La Moneda, de eso no hay ninguna duda”.
El RN senador Alberto Espina, quiso aportar un signo de consuelo y admitió que “no es una buena encuesta”, pero “todos los gobiernos desde el retorno a la democracia cuando llevan un año y medio tienen bajas de popularidad”, dijo.
En la UDI, el diputado Iván Moreira pidió “corregir los métodos de hacer gobierno y mejorar la forma en que se transmiten los logros... éste es un llamado definitivo de atención, demuestra que hay muchos ministros haciendo campaña y tienen que dedicarse a trabajar”. Este palo estuvo dirigido también a la portavoz gubernamental Ena von Bär, quien es la encargada de comunicar los logros. Al ser consultada por el resultado de hoy sólo se limitó a decir que estaban tranquilos porque “este gobierno toma decisiones difíciles, por impopulares que sean, ya que lo que nosotros queremos es que este país sea desarrollado y aunque tengamos que tomar decisiones difíciles, las vamos a tomar cuando sea necesario", agregó.
El presidente del Senado, el PPD Guido Girardi aportó más “leña” al fuego al decir que “se empieza a estructurar un abismo entre el gobierno, que va para un lado, y la ciudadanía, que va para otro. Empieza a tener cada vez más peso el que muchas veces no está en primer lugar la defensa del bien común, sino la percepción de que lo que se hace es defender a grupos de interés”.
"La nueva forma de gobernar ha sido ineficiente, poco oportuna y con serios problemas de credibilidad", acotó el senador DC Jorge Pizarro. “Piñera debe escuchar más y tener voluntad de acuerdo, terminando con la prepotencia y la soberbia", lo que implica "dialogar con la oposición y tener respeto por el Congreso".
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