Durante varias décadas Valparaíso se caracterizó por tener a grandes figuras periodísticas trabajando en sus medios de comunicación como los diarios, la radio, la televisión y las distintas corresponsalías, que de noche y de día trasmitían los acontecimientos de este puerto histórico y romántico, monumento de la humanidad, que concentró a grandes personajes de las letras y las artes en general, entre ellos a Pablo Neruda y a Benjamín Subercaseaux que dejaron una huella imborrable en sus calles y múltiples rincones de la bohemia porteña.
Muchos integrantes de esta singular plaza periodística ya han desaparecido como ocurrió en esta semana con la sorpresiva muerte de Germán Carmona Mager, ex director de El Mercurio porteño, quien después de 74 años de arduo trabajo, su corazón dejó de latir. Germán es uno más de la generación de periodistas de entre los años sesenta, setenta y ochenta que día a día seguían el pulso noticioso, no sólo de la ciudad portuaria, sino también de Chile y el mundo, especialmente en los años políticos difíciles.
Krohne Archiv siente profundamente la muerte de Germán Carmona, un amigo y colega de primer orden, que podría haber vivido muchos años más para entregarnos su experiencia y conocimientos. ¡Una gran pérdida para el periodismo!
Y así como nos referimos al periodista Germán Carmona Mager, Daniel Lillo periodista que sigue activo en los escenarios noticiosos porteños aporta hoy un artículo sobre otro gran maestro como fue Carlos Böker Huber, también muerto recientemente.
El maestro que partió en silencio
Por Daniel Lillo
Especial para Krohne Archiv
El gran corazón del periodista Carlos Böcker Huber se detuvo hace muy poco tiempo, cayendo desplomado en la calle. Fue el último maestro de la pléyade que formó la recordada Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en Valparaíso establecida en 1968.
Ya antes habíamos lamentado la partida de Don Pancho Le Dantec Brügger, de Claudio Solar López, de Gustavo Boye Soto, de Darío Canut de Bon Urrutia, entre los más emblemáticos profesores fundadores.
Carlos Böcker (foto derecha) será siempre recordado, no solo como un destacado intelectual de izquierda o por su labor académica y artística en el periodismo, el cine, el teatro y la televisión, junto a Wadim Prauss, Carlos Meléndez,Erwin Lauer, Esteban Herreros, Claudio Di Girolamo, Alicia Vega, entre otros, fueron los pioneros del canal de televisión de la Universidad Católica de Valparaíso, el primero de Chile, sino también porque a sus ¡85 años!, se mantenía físicamente impecable, gimnasio diario de por medio, con sus tenidas deportivo-elegante, sus chaquetas y mocasines de gamuza sin calcetines, casi tal como le conocimos hace 40 años, dictando su cátedra de Periodismo Informativo, haciendo gala de su formidable erudición, hombre con mucho mundo y gran cultura, refinado léxico y modales, manejaba numerosos idiomas con enorme facilidad, siempre bien informado y capaz de opinar con profundidad de cualquier tema.
Amante de la buena música, disfrutaba con Mozart, Beethoven, Bach o con la lírica de Wagner y la ópera alemana.
De gran atractivo para el género femenino, siempre se le vio bien acompañado por jóvenes bellezas, tras su separación de la hermosa Pía Nicolini, en su gran capacidad amatoria todas tuvieron cabida, recordamos a Veruschka, su linda compañera rusa por 15 años, hasta que su corazón dejó de latir.
Carlos Böcker ha partido, hoy reina el silencio en su fantástica casa “colgante” viñamarina en la ladera de Chorrillos, digna de un Pablo Neruda, donde disfrutaba recibiendo con cervezas y “delicatessen” a sus discípulos y a sus grandes amigos como el empresario Rodolfo Pumpin, el Director de Orquesta Belfort Ruz, el pianista Mario Alvarado, el profesor Jaime Campusano, su ex cuñado Roberto Nicolini, entre otros escogidos, que podían admirar sus miles de libros, incluídos valiosos incunables y recuerdos de sus muchos viajes.
Sus dos enormes perros de raza Gran Danés, seguramente añoran sus memorables paseos por el centro de Viña del Mar, impresionando a los transeúntes
Allá en el otro mundo lo habrán estado esperando no solo sus colegas que lo hicieron antes, también sus alumnos que le antecedieron tan prematuramente, como Bertita Morales, Juan Gálvez o Jaime Aldoney y quizás otros de quienes he perdido el rastro.
Los que fuimos sus alumnos en la Universidad de Chile, los de la UPLA, de la Bolivariana, los de la UNIACC, quizás faltaron los de la Universidad de Hawai, lugar de su exótico exilio durante el gobierno militar, junto a sus colegas de profesión y sus muchos amigos, en especial del mundo intelectual y académico, le tributamos una gran despedida en el Aula Magna de la Universidad de Playa Ancha, luego sus restos fueron cremados y conservados en el seno familiar.
En agosto próximo la Corporación Cultural de la Quinta Región, le entregará de manera póstuma a través de su última compañera, el Premio al Mérito Cultural 2011, para el que había sido nominado en vida y se echan las bases para una Fundación que perpetúe su memoria y sus realizaciones.
¡ Dios salve al Maestro!
(*) Periodista de la Universidad de Chile
No fue "Hawai" su lugar de exilio voluntario (Para distinguir de los técnicamente "exiliados" o expulsados a la fuerza por el gobierno militar ).
ResponderBorrarPrimero Carlos llegó a Honduras ( Octubre 1974), donde estuvo unos meses con su familia. Desde allí sale -gracias a Dios, tras persecusión del gobierno militar a exiliados en distintos países- rumbo a la Universidad de Iowa, USA.
Un día miércoles 18 de enero de 1975, residiendo Carlos en el extranjero entonces, sucede algo inesperado en la que fuera su casa hogar de Chorrillos. Allí acontecieron hechos militares que no guardan relación alguna con él. Dueño de casa. Los arrendatarios de ese entonces dieron motivos para ser allanados, acorde a las reglas de juego de esa fecha. Escondían a alguien buscado que venía huyendo desde Santiago, a quien las fuerzas militares dieron muerte en esa ocasión. A continuación, la casa fue destrozada parcialmente, tal como es el procedimiento en esas ocasiones. El inmueble estuvo 20 meses bajo tutela militar y finalmente devuelta a la familia tras largas y onerosas acciones en tribunales (Setiembre 1976). Aquellos acontecimientos hoy son parte de la historia. Y motivaron el nombramiento del segundo ministro en visita que tuviera el gobierno militar por el "desaparecimiento" de 8 personas.