El diario chileno La Nación enfrenta nueva fase de despidos masivos, que se suma a la reducción de más del 50% de personal que se realizó en noviembre pasado y al cierre de la edición del diario papel, que estuvo en circulación por 93 años. En este contexto aparecen en la lista de despidos 9 profesionales del área periodística y al 30 de junio, serán desvinculados otros 40 funcionarios de distintas áreas de la empresa.
Así, se repite la imagen del 23 de noviembre del 2010 cuando –entre lágrimas y abrazos- se informó la reducción de casi el 60% del área periodística de La Nación. En esa ocasión se despidieron a cerca de 190 personas con la excusa de reestructurarla y convertir el periódico en un medio electrónico, en sintonía –dijo el directorio de la empresa- con las nuevas tendencias mundiales que dejan el papel y se adaptan al nuevo formato digital. Pero en menos de un mes, el 17 de diciembre del 2010, dejó de circular en papel, tras 93 años.
El directorio del diario, controlado por el gobierno de turno, que posee la representación del 69,26% de las acciones en manos del Estado y el 29,5% restante en manos de accionistas privados de la sociedad Inversiones Colliguay S.A., insistieron en que no se cerraba el diario, sólo se cambiaba su formato. El presidente de la entidad, amigo personal y de confianza del Presidente de la República, Daniel Platovsky aseveró que “La Nación no se cierra como diario, lo que cambia es el medio a través del cual la gente lo va a leer.
El discurso del 21 de mayo, entre las numerosas medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera, venía una al margen, sin resonancia pública, pero será la que, por decisión del Gobierno, acabará no sólo con el diario La Nación, en cualquier formato, sino también con el Diario Oficial, y junto a este, la centenaria costumbre de poseer la certeza de las leyes.
Anunció la puesta en marcha de la “Agenda de Impulso Competitivo”, que consiste en un conjunto de reformas para “fomentar la innovación y el emprendimiento”, contenidas en 50 acciones que se materializarán en 24 proyectos de ley. Entre ellas, la acción número 35, sobre “Digitalización: más información por vía electrónica”, que en su letra “b” se refiere a la “Publicación de leyes y normas del Estado a través de internet” terminará por completo con el rol que desde su creación ha tenido el Diario Oficial. Con ella se pretende sustituir la obligación legal de publicar en el Diario Oficial toda nueva ley o norma por el sólo registro en el sitio web del respectivo servicio o ministerio. También elimina la obligación de publicar las normas y leyes del Estado en el Diario Oficial impreso.
La letra chica de esta medida es que elimina la totalidad de los ingresos de la Empresa Periodística La Nación (que incluye al diario La Nación y el Diario Oficial), impidiendo cualquier esfuerzo de gestión y desarrollo de la empresa, que tanto criticaron al asumir su administración y se propusieron cambiar.
La medida contradice además el proyecto digital planteado tras la reestructuración que terminó con un diario de circulación nacional de 93 años. Peor aún, pero en materia de certeza legal, permitirá la publicación de una ley en cualquier portal de internet, lo que provocará un verdadero caos en materia de certeza jurídica, sobre todo en el momento de buscar en la red una ley específica.
Esta iniciativa y la Ley 20494 que “Agiliza trámites para el inicio de actividades de nuevas empresas”, que selló la primera reestructuración en noviembre pasado y mantiene una dura batalla legal entre accionistas privados y de Gobierno al interior de su directorio, son lideradas por el ministro de Economía Juan Andrés Fontaine.
La Ley que buscaba agilizar los trámites de creación de nuevas empresas, liberó por completo a las empresas del pago por publicar su constitución y otros cambios, pero no sólo a las pequeñas y medianas, sino a todas las que posean un capital menor a 5 mil UF, algo más de 100 mil millones de pesos y para las mayores a ese monto, sólo deben pagar 1 UTM.
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