La nueva líder británica
¿QUIÉN ES THERESA MAY?
Es hija de un vicario de la Iglesia anglicana,
está casada desde 1980 y no tiene hijos y habitual de las portadas por sus
atrevidos zapatos, sus colegas la describen como disciplinada, capaz y
amigable. Estudió en Oxford (como Thatcher y Cameron), trabajó para el Banco de
Inglaterra, ingresó a la política antes de cumplir 30 y cuenta con numerosos
amigos dentro del partido. En Oxford conoció a su marido, Philip May, con quien
lleva casada 36 años, gracias a Benazir Bhutto, la asesinada ex primera
ministra de Pakistán.
Asumió como ministra en 2010 y durante
dos gabinetes consecutivos de Cameron lidió con asuntos como inmigración, lucha
contra el terrorismo, vigilancia y abuso de menores. Casi nadie imaginó que
duraría tanto en el puesto.
En 2013, May anunció que padecía de
diabetes del tipo 1. Fue elegida al Parlamento para representar al distrito de
Maidenhead en 1997 y sigue viviendo en el área. Se unió por primera vez al
gabinete en las sombras de los conservadores en 1999.
May afirma que desde el ministerio de
Interior ha liderado al gobierno en el camino de “poner a disposición a la
policía para combatir el crimen más eficazmente, asegurar las fronteras y
reducir la inmigración y proteger al Reino Unido del terrorismo”. Sin embargo,
ha sido criticada por no cumplir la promesa de su gobierno de reducir la
inmigración anual neta en el Reino Unido a menos de 100.000 personas.
Entre los planes de May se encuentran
“recuperar el control del número de europeos que entran” en el país, y no
garantiza que los inmigrantes comunitarios que viven en el Reino Unido puedan
quedarse en territorio británico una vez implementado el Brexit.
La política conservadora se convertirá
en la segunda mujer al frente del Gobierno británico, después de Margaret
Thatcher, una posición desde la que deberá decidir cuándo activa el artículo 50
del Tratado de Lisboa, que inicia la cuenta atrás de dos años para abandonar el
bloque comunitario. May evidenció su admiración por Margaret Thatcher, primera
ministra británica entre 1979 y 1990, aunque remarcó que no tiene ningún modelo
en política y que prefiere recorrer su propio camino.
Ya al presentar su candidatura hace
unos días aseguró que no tiene intención de iniciar el proceso de dos años para
consumar el Brexit -invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa- hasta que el
Reino Unido tenga clara la estrategia de negociación, posiblemente a finales de
año. May indicó, además, que no está entre sus objetivos convocar elecciones
anticipadas y que se mantendrá la fecha del año 2020. May explicó que creará un
departamento, a cuyo cargo estará una persona con rango de ministro, para que
se encargue de las difíciles y complicadas negociaciones para la salida de la
UE.
En su primer discurso como nueva líder
de los tories admitió que el Reino Unido afronta tiempos de “incertidumbre política y
económica”, pero subrayó que su trabajo a partir de ahora será buscar el mejor
acuerdo posible con Bruselas y “forjar un nuevo rol” en el mundo para el país.
“Necesitamos una nueva visión de futuro, sólida y positiva. Una visión para un
país que funcione no solo para unos pocos privilegiados, sino para todos,
porque vamos a dar a la gente un mayor control sobre sus vidas”, afirmó.
Uno de los momentos por los que es
recordada se remonta a 2002, cuando se convirtió en la primera presidenta del
grupo de los conservadores y alertó a los “tories” de que eran vistos como un
“partido desagradable”, debido a su intolerancia con las minorías. Considerada
una de las voces modernizadoras de la formación, May respalda la igualdad de
sexos y apoya el matrimonio entre homosexuales, aunque en 2002 votó en contra
de concederles el derecho de adopción.
May, que es fan del criquet y presume
de tener más de 100 libros de cocina, se ha lamentado en diversas ocasiones de
su incapacidad para tener hijos. Precisamente sobre ese tema levantó polémica
su contendiente Leadsom, secretaria de Estado de Energía, que sugirió que ser
madre le otorgaba una mayor cualificación para liderar el país y hoy se retiró
de la carrera por la sucesión de Cameron.
Cameron se reúne este martes por última vez con su gabinete y se
someterá el miércoles a una sesión final de preguntas al jefe del Gobierno en
el Parlamento, tras lo cual presentará su renuncia ante la reina Isabel II.
Hace poco más de 25 años, Margaret
Thatcher dejaba el cargo de primera ministra. Fue la primera mujer que lo
ocupó. Ahora otra mujer conservadora, Theresa May, se ha mudado a Downing
Street.
Esta mujer de 59 años, casada y sin
hijos, ha ocupado desde 2010 el puesto de ministra del Interior y es
parlamentaria por un distrito londinense desde 1997. Aunque en 2007, tras la
marcha de Blair y que Gordon Brown asumiera el cargo sin elecciones, criticó a
los laboristas, Theresa May tiene pensado gobernar hasta 2020 sin pasar por las
urnas.
Inmigración
Theresa May no era partidaria de
reducir la inmigración anual neta a 100.000 personas. Era un objetivo de su
Gobierno y se la criticado por no cumplirlo. El último recuento fue de 330.000
personas. Pese a no ser su propuesta, ha intentado cumplir con ella.
Una de sus decisiones más polémicas
para reducir la inmigración de fuera de la Unión Europea (UE) era no permitir
la reunificación familiar a menos que el residente en Reino Unido ganara un
mínimo de 18.600 libras anuales. Ha habido recursos al supremo y ha sido muy
criticada por separar a padres de sus hijos. Otra controversia fue apoyar las
furgonetas que ofrecían a los inmigrantes ilegales ayuda para retornar a sus
países. Sólo 11 personas las utilizaron según los datos que recoge The Guardian.
Mujeres e igualdad
Uno de los momentos por los que es
recordada se remonta a 2002, cuando se convirtió en la primera presidenta del
grupo de los conservadores y alertó a los “tories” de que eran vistos como un
“partido desagradable”, debido a su intolerancia con las minorías. Considerada
una de las voces modernizadoras de la formación, May respalda la igualdad de
sexos y apoya el matrimonio entre homosexuales, aunque en 2002 votó en contra
de concederles el derecho de adopción.
Como ministra de Interior luchó
contra la violencia doméstica. No obstante, se le reprocha el trato a las
mujeres inmigrantes, no poniendo fin a la detención de mujeres embarazadas.
Derechos Humanos
Durante la campaña del referéndum
Theresa May abogó por abandonar la convención europea de Derechos Humanos fuera
cual fuera el resultado de la consulta, pues cree que no aportaba ninguna
protección a Reino Unido por la prevención de expulsión de extranjeros
peligrosos y no censura las violaciones de Derechos Humanos de otros países.
Aunque ahora ya no cree que ello sea una buena idea.
Recibió alabanzas y reproches por
deportar al clérigo radical Abu Qatada y por negarse a extraditar a EE.UU. al
pirata informático Gary McKinnon, que accedió a los ordenadores del Pentágono.
Negocios y derechos de los trabajadores
En su intervención de este lunes, May
añadió que bajo su mando el partido se pondrá “al servicio de la gente
trabajadora (...) y garantizará que nuestra economía funcione realmente para
todos”. Se ha comprometido a dar voz a los trabajadores en los consejos de
administración, pero no siempre ha sido una firme defensora de los derechos de
los trabajadores. Se oponía al salario mínimo obligatorio tras ser elegida en
1997.
Educación
En 2004 votó contra las tasas universitarias y en contra de elevar el
precio de las matrículas, pero cuando entró al gobierno cambió el sentido de su
voto respecto a estas cuestiones.
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