Finanzas
¿UN ENDEUDAMIENTO SOSPECHOSO?
Por Hugo Latorre Fuenzalida
La deuda privada sube en Chile a niveles importantes para
nuestra economía. Anda por los 126.000 millones de dólares, y lo más raro es
que es una deuda contratada fundamentalmente por las inversiones directas, es
decir por las empresas extranjeras que operan en Chile y que se endeudan con
sus empresas matrices y con las empresas de relación directa.
Lo sospechoso de este endeudamiento es que crece justamente
cuando las inversiones comienzan a disminuir en la economía local.
¿Cómo explicar esto?
Bueno, es obvio que si mi flujo de capital ingresa por sobre
mi nivel de inversión interna, quiere decir que estoy usando ese mercado
interno con dos objetivos: incrementar nominalmente la deuda y/o refugiar los
capitales.
La primera explicación se daría justo en un período en que
suceden dos cosas:1) se terminan los plazos de exenciones y reducciones
tributarias, con lo cual se debe tributar mayor cantidad de dinero y 2) también
las amenazas de reforma tributaria hicieron tomar prevenciones respecto a la
forma de bajar las utilidades, lo que se logra con mayor pago de carga por servicio de deuda.
La reforma de Lagos a las inversiones mineras, permiten
endeudarse hasta tres veces el capital invertido, es decir una herramienta
facilitadora de la elusión tributaria mediante el expediente de contratar deuda
nominal (que no siempre real) con las casas matrices o vinculadas.
Los aportes al presupuesto en el 2016 vienen dados en un 95%
por Codelco y prácticamente cero por las mineras privadas, lo que viene a
confirmar que las transnacionales mineras están aportando nada al erario
nacional. Lo contradictorio es que Codelco, que tiene mayores costos y menos
ley, aporta, mientras que las privadas mineras
no logran presentar utilidades. Esto sólo se puede hacer incrementando
los gastos de exploración o de expansión
por nuevas inversiones. Así lo hizo hace unos años Los Pelambres, que al
obtener utilidades por 1400 millones de dólares, inmediatamente inscribió
gastos de inversión por 700 millones de dólares para el período sucesivo, con el resultado que llevó a anular los pagos de impuestos por las enormes
utilidades devengadas.
Aparentemente esto está sucediendo con las empresas mineras
privadas extranjeras y Chile dependerá nuevamente de Codelco y sus disminuidos
ingresos que, además, se van a alimentar la corruptela militar, en gran parte de ese monto.
En períodos de abundancia extraordinaria, las mineras
privadas se las arreglaron para abultar sus costos al punto de reducir sus
utilidades imponibles (amén de las granjerías otorgadas por Chile a las
inversiones en ese rubro), de tal modo que esa bonanza le pasó a Chile por el
costado. Ahora, que los precios del cobre cayeron casi a la mitad, precios
que aún permiten grandes ganancias (como
lo acredita Codelco), vienen a aumentar
el endeudamiento con sus casas matrices a fin de no pagar las nuevas
proporciones de tributación que la ley
define. Lo cierto, en todo caso, es que si ese nivel de endeudamiento se
reflejara en inversiones efectivas, entonces la depresión en el sector minero
no sería tal, sino una nueva etapa de abundancia y dinamismo.
Las empresas con inversión directa pasaron de una deuda en el primer trimestre del 2014 equivalente
a US$ 30.000 millones a un total de
50.000 millones el primer trimestre del 2016.
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