La puerta abierta para una rebelión popular
El paraíso chileno
Por Walter Krohne
Ante tanto desastre registrado en Chile en las últimas
semanas, con varios escándalos de fuerte calibre, como son el caso Cencosud, los abusos del BancoEstado y la manipulación de datos en el INE, Adimark, en su última encuesta, no refleja la verdadera
realidad política que afecta al país, donde sus habitantes siguen
viviendo en una gran incertidumbre, porque nadie sabe bien lo que puede llegar
a ocurrir.
El hecho de que el Presidente de la República, Sebastián
Piñera, descienda otra vez en esta encuesta en el índice de apoyo o respaldo a su gestión,
no es novedad para nadie, porque esto viene sucediendo casi desde el mismo día en
que asumió el 2010, con la excepción del rescate de los mineros en octubre del
mismo año. Simplemente no ha conseguido el "arrastre" que ha esperado desde hace casi cuatro años, y punto.
Lo peligroso es que en
este país el Mandatario y su cerrado círculo neoliberal insiste en marchar en
una dirección cuando el pueblo real, los trabajadores, la gente de las poblaciones, los estudiantes, la clase media
en general, que es mayoritaria en Chile, no desea para nada recorrer este
camino. Pero esto la derecha no lo entiende o no lo quiere entender porque para ella
lo que le corresponde por naturaleza histórica es velar por los intereses
empresariales, la libertad de mercado y
la riqueza y así insiste en la misma “cancioncita” de siempre que involucra
sólo el crecimiento, el ahorro y la macroeconomía en general, donde al Estado le
está prohibido intervenir, y el trabajador sigue cada vez con menos garantías.
La desesperación parte de la base de que Chile es un país
sin futuro y al final da lo mismo por quién votar o simplemente no votar. Si
los políticos no defienden a la gente de sus problemas ni menos trabajan con la
gente para proyectar al país hacia una meta común concreta y clara, no tiene
sentido el esfuerzo personal en el trabajo que sólo beneficiará a los
capitalistas. Esta es la idea dominante.
Tenemos una salud cara y mala. Las isapres golpean
los bolsillos de la gente injustamente. La
libertad de precios en las clínicas y laboratorios que se coluden para
cobrar lo más que puedan, ya no es un secreto para nadie, lo que también sucede con
las farmacias. Pero este panorama no está lejos tampoco de empañar el sistema
de las AFP que para la mayor parte de quienes
cotizaron desde que se crearon, podrán ahora
sólo disponer de una pensión promedio de 400.000 pesos. Esto significa que los
jubilados chilenos tendrán que seguir trabajando después de los 65 años.
Sin embargo, los problemas están a la vista y paciencia de
todo el mundo, del Gobierno, de los políticos y autoridades en general, pero nadie hace nada o ¿no se dan cuenta que las
clínicas y las farmacias están coludidas?, ¿No se dan cuenta que la forma que
se hace el cobro de las contribuciones es injusta y abusiva?, ¿No se dan cuenta
que la existencia de un transporte
público deficiente sólo obliga a la gente a endeudarse para comprar más automóviles que atochan
las calles y autopistas de Chile? ¿No son conscientes de que Chile necesita cambios políticos urgentes y una nueva Constitución?
.
El drama de los trabajadores en Chile es otro tema. Están
obligados a prestar servicios en empresas que no les dan ningún tipo de comodidades, ni siquiera para cambiarse de ropa, existiendo a veces un problema
sanitario grave cuando los servicios higiénicos están descompuestos. Pero lo
peor de todo es el bajo sueldo que reciben, con el cual les da vergüenza volver
aa casa. En este campo, los empresarios hacen lo que quieren, les da lo
mismo, porque si pierden a un trabajador lo reemplazan por otro y en las
mismas condiciones deplorables. Hacen todo lo posible para evitar la formación
de sindicatos, porque no quieren ser controlados por el mismo personal al que le dan trabajo, cuando lo interesante sería que empresarios y trabajadores tuvieran una relación estrecha que apuntara a la buena convivencia en beneficio de la productividad del país. El Gobierno de Piñera habla de la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo, pero no dice en qué condiciones reales serán contratados los trabajadores.
Pero no hacen los cambios porque ni a la derecha ni a la izquierda les interesa realmente. Los parlamentarios están felices de gozar de todas las franquicias que tienen y adicionalmente dedicarse a otros negocios en sectores tan sensibles como la educación y la salud.
¿Dónde están los programas del futuro gobierno con los cambios fundamentales que hay que hacer destinados a transformar la situación general del país? No existen porque no les interesa y a partir de marzo de 2014 seguiremos como hasta ahora con un gobierno que hablará maravillas sobre el desarrollo que viene, pero que no se ve, y con los estudiantes nuevamente en las calles.
¿Dónde están los programas del futuro gobierno con los cambios fundamentales que hay que hacer destinados a transformar la situación general del país? No existen porque no les interesa y a partir de marzo de 2014 seguiremos como hasta ahora con un gobierno que hablará maravillas sobre el desarrollo que viene, pero que no se ve, y con los estudiantes nuevamente en las calles.
Para que hablar de las demandas en educación, sector en el
cual siguen los problemas, también con la actual ministra, la cuarta en ocupar el cargo en esta
cartera del actual gobierno. El trabajador estará obligado a seguir pagando por
la educación de su hijos, porque la demanda de una educación fiscal gratuita es
sólo una hermosa leyenda y nada más, lo que, contrariamente, es defendido como un derecho
irrenunciable en países europeos en crisis.
¿Esta es la felicidad que el mundo de la política le ofrece a los chilenos?
¿Esta es la felicidad que el mundo de la política le ofrece a los chilenos?
Es decir, el paraíso chileno que se difunde en todo el mundo
a través de la llamada “Imagen de Chile”
es un tremendo bluff. Este y también el .caso de varios otros países latinoamericanos
debe ser enfrentado con mucha prudencia, ya que la realidad es
completamente distinta a la de los países desarrollados en crisis con los cuales a las autoridades
chilenas les encanta compararse. Evitemos lamentos para el futuro cuando los movimientos sociales sean cabecillas de una verdadera rebelión popular, lo que es muy posible que ocurra, porque la injusticia llama a la larga al levantamiento.
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