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miércoles, 18 de enero de 2012

PUNTOS DE VISTA: A PROPÓSITO DE “LA DERECHA ES LA DERECHA”


Por Mario Briones (*)

Leí el artículo del columnista Hugo Latorre "La Derecha es la Derecha" y a propósito de lo que él menciona, me volvió a la mente recordar el énfasis de los principales partidos y líderes políticos, en la discusión política corta, la pelea chica, donde Sebastián Piñera saca sus propios dividendos.

En una profusa difusión pública, llama a reunión a los ex-presidentes de la República, con la supuesta intención de escuchar sus pensamientos con el propósito de hacer las reformas políticas y tributarias y otras demandas producto de las movilizaciones y de los estudiantes.

Digo supuesta intención de escuchar, porque cuando Piñera hace la invitación, no estaba pensando en las ideas o proyectos que pudieran presentarles los ex-presidentes, sino en el efecto mediático de reunirse con la “oposición”, encarnada en los ex-presidentes, algunos de los cuales salió hablando de su admiración por Piñera.

Con esta invitación, él rodea a su gobierno de un cierto hálito de "acuerdo", compromiso o tranquilidad "con la oposición", frente a la opinión pública que no hace un análisis fino de estos simbolismos. Me parece de una gran ingenuidad llegar a pensar que pueda haber un acuerdo con la oposición para hacer grandes reformas con partidos políticos como RN y especialmente con la UDI que se describe muy bien en el artículo de Latorre en Krohne Archiv, para aumentar los impuestos, cambiar el binominal etc.

Sin embargo, para una gran mayoría de la población que no entiende muy bien los finos hilos conductores de la política entre la Concertación y la derecha, se puede llegar a pensar que estos encuentros con el gobierno de la derecha son buenos y le hacen bien al país, e incluso se oyen alabanzas periodísticas sobre el particular.

¿Conexión con la oposición?

Es más, he llegado a pensar que Piñera ganó las elecciones, en parte por los errores propios de la Concertación, pero también porque Piñera se puso el traje de camuflaje, como lo hace cada vez que lo necesita, para hacer creer al público no politizado, pero con capacidad de voto, que existe una cierta línea de acuerdos y conexion con la “oposición” que le da legitimidad para concordar sus propios cambios, requeridos por las movilizaciones, pero encarnado en cuatro ex-presidentes "opositores".

Nada más equivocado, sobre todo cuando me hace sentido la descripción del artículo y en otros del mismo autor que he leído anteriormente, sobre la derecha. La derecha no está dispuesta a negociar ningún cambio importante, sino pequeños maquillajes que dejarán las cosas exactamente igual como han estado en 40 años, pero quedará la “vacuna” que evite en el futuro volver a tocar estos temas por otros 40 años más, como pasó con el royalty. Incluso, para cualquier futuro gobierno que tenga en mente grandes cambios, deberá luchar con fuerza para tener un 60 o 70 % de la población a favor y quizás sea insuficiente, si dicho apoyo no está bien organizado.

Reforma tributaria

En materia tributaria, la UDI con Jovino Novoa liderando a la derecha política dura, quiere rebajar los impuestos, incluidos el impuestos a los combustibles, que favorece principalmente a la gente con un poco más de recursos. Esa es la derecha real, la que se funda en principios que vienen de la rancia aristocracia desde los tiempos de la colonia.

Cambiar el binominal con un profundo sentido de querer mejorar la democracia del país, no está ni estará nunca en el ADN de la derecha y menos van a aceptar realizar cambios tributarios para levantar 6 mil u 8 mil millones de dólares en impuestos para destinarlos a educación, salud y vivienda, menos teniendo en cuenta la gran excusa que les permite ahora la recesión de Europa.

En concreto, concuerdo con el autor del artículo en que todos quienes tengan un mínino de sentido de realidad política, se preparen para acordar y difundir un programa de gobierno que tenga en cuenta exactamente lo que requiere la ciudadanía. La población de Chile ha estado por muchas décadas en una trampa política, cuyo mayor impacto son la reforma tributaría para ingresar 8 mil millones de dólares, el cambio constitucional, el cambio de la Ley Minera, el aumento del royalty minero y de otras actividades, la recuperación de los derechos de agua, la fuerte legislación para el control y termino del abuso de la banca, las grandes empresas y sanciones con drásticas penas económicas y cárcel a todos quienes se coludan o engañen la fe pública.

Lo que quiero decir, es que si los jóvenes o los partidos de izquierda están preparándose para salir a la calle a romper todo lo que esté a su paso, es un objetivo inútil y solamente mediático, sin efectividad política. Por el contrario, ello terminará favoreciendo a la derecha y muchos gritarán pidiendo un gobierno con "mano dura".

Las campañas electorales que vienen

La próxima batalla electoral será ganada en la mente de las personas, no en las calles. Quienes logren situar el próximo programa de gobierno con las grandes transformaciones requeridas y con un discurso programático electoral coincidente con el discurso para gobernar, reinstalarán la fe de la ciudadania en los políticos. Lo hemos visto en el gobierno de Piñera. No ha hecho nada de todo lo que le oímos en su campaña y cuando hace algo, se refiere a minucias, el bono de bodas de oro, el 7% de las pensiones por goteo, etc.

Nuestra ocupación, como simples ciudadanos, es advertir que nadie crea que podrá volver a engañar al pueblo sin tener que pagar un alto costo y un gran daño al país, como nos ha enseñado la historia más reciente.

Piñera está también siendo castigado por la población, pero él gobierna para la derecha. La Concertación también ha sido castigada por una serie de políticos que dijeron revisarían las privatizaciones de Pinochet y no lo hicieron o al revés, cuando silenciaron convenientemente que fueron ellos quienes aprobaron la mayoría de las concesiones mineras dándole plenitud de derechos a las transnacionales, al punto que hoy es prácticamente imposible expropiar nada, a menos que paguemos a los extranjeros por nuestro propio territorio o deroguemos la Ley minera que exige un alto quórum en el Congreso.

Nuestra obligación como adultos, es advertir a la gente joven que no debe inmolarse, que la derecha es una derecha golpista con todo a su favor para actuar con la mayor dureza y volverá a sacar a la calle a los militares llegado el momento para hacerlo.

Escuché a varios dirigentes estudiantiles decir que ellos no tienen miedo, que ellos no vivieron el miedo de la dictadura, permítanme recordar que los jóvenes oficiales que hoy pasan por la Escuela Militar tampoco vivieron ésa época, hagamos la lectura completa.

Nunca antes la derecha había tenido tanta riqueza y poder

Son dueños de todo, de los bancos, de las grandes empresas, presiden los conglomerados empresariales, viven inmensamente comprometidos y coludidos con las transnacionales, en especial del cobre. Tienen a su favor la Contraloría, al Presidente de la Corte Suprema, son propietarios de prácticamente de todos los medios de comunicación, tienen el poder de las Fuerzas Armadas y Carabineros, porque dudo que hoy exista algún general que tenga filiación de izquierda o pertenezca al Partido Comunista.

Esta realidad que también se retrata muy bien en el artículo del columnista Latorre, tiene una gran debilidad, ¿cómo podemos encontrar líderes transparentes y comprometidos con lo que dicen y con lo que harán, dispuestos a jugarse la vida por concretar los grandes objetivos del país?

No obstante la gran inequidad existente en el país, la gran mayoría de los políticos de la Concertación siguen enfrascados en el circo mediático, hablando de las nanas que no pueden caminar en algunos sectores exclusivos o de cualquier cosa que salga en la prensa, no obstante que las encuestas continúan castigándolos o rechazando su comportamiento.

Carolina Toha lo dijo en “Tolerancia O”, creo que no tuvimos la fortaleza de ir más allá de lo que aconsejaba la prudencia para no molestar a nadie, y no impulsaron los cambios necesarios. Ahora no podemos rasgar vestiduras porque Piñera no hace esos grandes cambios, ¿con que moral se puede pedir a la derecha que aumente los impuestos, que cambien la constitución etc. etc., si ellos piensan exactamente lo contrario y no harán nada significativo por disminuir el sufrimiento de los pobres y de la clase media?.

Algunos dicen que no fueron capaces de gastar ni siquiera el reducido presupuesto que ellos mismos acordaron para el 2011, y resolver el tema de los damnificados del terremoto. No es que sean incapaces, no quieren gastar como fisco, porque prefieren elaborar políticas para traspasar esos recursos al sector privado para que se beneficien los empresarios y las empresas que los apoyan y para ello se toman su tiempo.

Se aprecia un crecimiento de la inflación, lo cual sugiere que el Gobierno, el Banco Central o la Banca chilena están nuevamente colocando dinero en pingues negocios que favorecen a la derecha. Por ejemplo, sigue la compra de US$ 12.000 millones para subir el dólar que favorece al sector exportador pese a que el dólar subió. Es el gobierno o la Banca los únicos que pueden estar creando inflación y este gobierno no se caracteriza por estar invirtiendo grandes sumas en gasto social, en salud, vivienda y menos en educación, lo dicen sus propios alcaldes.

(*) Contador General y asesor internacional en finanzas contabilidad y asuntos tributarios

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