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jueves, 26 de enero de 2012

CHILE: LA POLITICA ESTÁ AL ROJO VIVO - CUESTIONAN A PIÑERA POR NO GOBERNAR PARA TODOS LOS CHILENOS

Por Walter Krohne

En Chile, la política aburrida y monótona quedó definitivamente atrás. Desde las movilizaciones estudiantiles el clima ha comenzado a cambiar y hoy todo parece que está al rojo vivo. El movimiento de los estudiantes fue el que planteó los temas más candentes que el Gobierno tendría que resolver, pero no lo hace por motivos ideológicos o por tener sus propios problemas en el escenario interno.

Hoy, un setenta o más por ciento de los sectores políticos piden a gritos la eliminación del binominal, pero el Gobierno insiste en que este tema no está en la agenda del “segundo tiempo” (segunda parte del período presidencial), porque su máxima concentración ahora son los temas sociales, el crecimiento del PIB o la creación de empleos, especialmente ante la crisis económica que dicen que viene fuerte.

Sin embargo, la autoridad central se olvida que lo que tenemos hoy en Chile es una democracia, bastante a medias, pero es lo que hay, y por esta razón debería escuchar a los chilenos en sus inquietudes más urgentes. Si un cambio del binominal es demandado por la gran mayoría, el presidente no debería esconder la cabeza en la arena, especialmente cuando ya han surgido varios proyectos sobre la materia.

Hoy, la reforma no es sólo el binominal sino que el debate está ya llegando mucho más allá. Desde ya, con el pacto de la Democracia Cristiana (DC) y Renovación Nacional (RN) (oposición y gobierno) se llegó mucho más lejos al plantearse una reforma amplia del régimen presidencial que, justamente, tiene problemas graves, como los mencionados, que es en parte el retraso injustificado, como la indecisión del Presidente o el lobby en contra que hace la extrema derecha, de los cambios fundamentales que Chile necesita con urgencia.

El poder que tiene la máxima magistratura en un régimen presidencial es tan grande que puede resolver con un “no” o con un “si” y se cumple precisamente lo que el presidente finalmente decide. Esta situación lo mantiene siempre en un enfrentamiento agudo con el Congreso, la oposición y también con partidos de su propia coalición. Hay más, el Presidente un día puede decir “si” y dos semanas después “no” y las dos actitudes presidenciales son perfectamente válidas pero bien indecisas y poco democráticas.

Para el cientista político Genaro Arriagada el presidencialismo es el peor sistema que existe, especialmente si se le compara con el parlamentario o semipresidencial que fuera propuesto la semana pasada por la DC-RN. Mientras el primero es de división de poderes (Ejecutivo y Legislativo), el segundo es de unidad de poderes (la fuerza que controla el Parlamento nombra también al Ejecutivo). En el proyecto de los partidos centristas se propone la elección de un primer ministro como jefe de Gobierno, sin que desaparezca en ningún caso la figura clave del Presidente de la República, quien asumiría las grandes tareas y políticas nacionales e internacionales, es decir el hombre “sabio” del país, como lo plantearon los filósofos griegos. “El bien gobernar es de sabio”, dijo Platón.

El presidencialismo es antidemocrático como lo es también el binominal, especialmente en Chile donde el Presidente tiene grandes poderes como el derecho a veto que sólo se puede superar con mayorías calificadas o la iniciativa exclusiva de proyectos de ley o el manejo de las urgencias en las cámaras.

Lo más curioso es que el Presidente Sebastián Piñera invitó a La Moneda a los ex Presidentes para saber que opinaban de las reformas políticas y tributaria y todos le dijeron que estaban plenamente de acuerdo con ambas. Inmediatamente después el mandatario comenzó a “enrollar” el asunto al pedir propuestas concretas a los partidos y cuando tuvo en su mano uno de su propio partido más la DC, lo rechazó porque dijo que había dicho que quería propuestas de los partidos de la Alianza por el Cambio, es decir sólo sería de RN como solitaria  porque la UDI no quiere cambios. Como dijo la candidata a alcaldesa por Santiago Carolina Tohá, "quiero llamar al Presidente de la República a comportarse como un Presidente de todos los chilenos y pensar en el bien del país".

Desde ya los presidentes de los partidos de la Concertación llegaron ayer a la oficina de partes del Palacio de Gobierno para hacerle llegar al Presidente Sebastián Piñera la propuesta del bloque para reformar el sistema electoral binominal (ver Krohne Archiv).

Allí el Presidente de la DC, Ignacio Walker dijo que "todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento, con la sola excepción de la UDI, hemos manifestado nuestra voluntad y decisión y nuestros votos para cambiar el sistema binominal que es una camisa de fuerza en que la mayoría vale lo mismo que la minoría, por uno de representación proporcional moderado, corregido como queramos llamarlo".

Y hoy, el diputado también DC Gabriel Silber y su correligionaria Laura Albornoz llegaron a La Moneda con una bolsa de pasas para mejorar la memoria y con cinco proyectos para cambiar el binominal presentados por la Concertación, después que el vocero gubernamental, el UDI Andrés Chadwick, dijera ayer: "Si ellos (la Concertación) no lo hicieron durante 20 años es un poco mucho venir a emplazar al Presidente para que lo haga ahora en poco tiempo".

En todo caso, el tema de las reformas está planteado y será el centro de los discursos político-electorales que ya comienzan al acercarse tres grandes e importantes elecciones que culminan con la presidencial en 2013.

Los potenciales precandidatos tienen la tarea inmediata de estudiar el tema a fondo para poder tener un papel decoroso en los debates públicos. Me refiero a Andrés Velasco (independiente), Ximena Rincón (PDC), Juan Antonio Gómez (PRSD), el alcalde de Peñalolén Claudio Orrego (PDC) y ahora también Ignacio Walker que ganó muchos puntos con su acercamiento a RN. El caso de Michelle Bachelet es tema aparte, porque nadie sabe si se va a presentar o no. Su actual silencio ha dejado en estado de coma a la  Concertación, ya que mantiene a los dirigentes de los partidos en compás de espera y nadie mueve un dedo para plantear un nuevo programa que impacte realmente a los electores chilenos que ahora, potencialmente, serán 4.500.000 más por la reforma electoral inscripción automática y votación voluntaria.

Como vemos todo está comenzando en Chile. A las reformas políticas seguirá el tema de la calidad de la educación, a partir de marzo; el problema de la salud, que ya no resiste otra postergación, a partir de abril o mayo;  la reforma tributaria que se está también desinflando por las presiones en contra de la extrema derecha será un tema también para abril o mayo; y por qué no plantearlo, el tema de una nueva Constitución que elimine todo punto y coma con sabor a pinochetismo, está también dando fuertes dolores de cabeza en La Moneda.

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