Con esto se refería a la decisión adoptada por otros grupos de apoyar a solo un candidato de partidos de izquierda y de centro en varios distritos electorales en la segunda vuelta, de manera de minimizar las opciones de RN. La líder del partido, Marine Le Pen dijo que el triunfo de su partido solo fue "aplazado".
El Nuevo Frente Popular (Nouveau Front Populaire o NFP, alianza de izquierda) también registró un fuerte aumento en el número de escaños y se convirtió en el principal grupo de la Asamblea Nacional francesa.
La alianza, formada por la ultraizquierda, izquierda, comunistas, socialdemócratas y ecologistas, se fundó hace apenas unas semanas para impedir la victoria de la Agrupación Nacional. "Dentro del NFP hay profundas diferencias", dice a la Deutsche Welle Camille Lons, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, en París.
Tampoco hay acuerdo sobre quién debería ser propuesto como primer ministro. Je
an-Luc Mélenchon, quien el domingo reivindicó el derecho de su sector a formar gobierno, es demasiado radical incluso para muchos dentro de la misma alianza. Sin embargo, su partido, La Francia Insumisa, es el más grande del grupo.
Macron no lo perdió todo
La alianza centro-liberal Juntos (Ensemble), que respalda al presidente Emmanuel Macron, ya no podrá formar gobierno sin apoyos.
Sin embargo, terminó en segundo lugar, algo que nadie esperaba. La arriesgada maniobra de Macron, que llamó a elecciones tras la derrota de su sector en las europarlamentarias, desplazó el foco de atención de la derecha hacia la izquierda, señala Lons.
"Sin embargo, el cambio psicológico hacia la derecha ha comenzado con fuerza. La campaña electoral en los medios ha hecho que ahora se puedan decir cosas que antes no podían decirse", añade. Visiones racistas, xenófobas y homofóbicas se expresan de forma mucho más abierta que antes de las elecciones.
En Francia se espera ahora una difícil formación de Gobierno. Macron podría intentar hacer una coalición entre liberales y moderados de izquierda. Los socialdemócratas no parecen contrarios a esta idea. "La verdad es que ahora sabemos contra qué votó la gente, pero no a favor de qué están", estima Lons.
Alivio en algunas capitales europeas
"En varias capitales europeas hubo un suspiro de alivio tras conocerse los resultados", sostiene Celia Belin, directora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Macron, un europeísta convencido, no ha salido tan debilitado como se temía y podrá seguir desempeñándose en el escenario internacional de manera convincente, explica. Sin embargo, los programas políticos en materia de política exterior del NFP y Juntos no coinciden en todas las áreas.
El primer ministro polaco, el conservador Donald Tusk fue uno de los primeros en reaccionar el domingo. A través de X (Twitter), escribió "entusiasmo en París, decepción en Moscú, alivio en Kiev. Esto basta para alegrar a Varsovia". Tusk, quien el año pasado reemplazó al nacionalista Mateusz Morawiecki, espera que Francia se mantenga firme al lado de Ucrania en la lucha contra el agresor ruso. Los socialdemócratas en Alemania y España también expresaron su satisfacción por el débil desempeño de la ultraderecha francesa.
El experto en política exterior del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Michael Roth, no tiene una mirada tan positiva del resultado en Francia. Sí, se ha detenido el avance de la ultraderecha, "pero todavía es demasiado pronto para bajar la guardia, porque los populistas de derecha e izquierda son más fuertes que nunca”, dijo en una entrevista. El presidente Macron "fracasó estrepitosamente" en su afán por fortalecer el centro político, agregó.
Para saber si el peso internacional de Macron ha cambiado tras las elecciones habrá que esperar hasta la próxima cumbre de la OTAN en Washington, este martes 9 de julio.
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