La campaña electoral francesa ha entrado en una
nueva fase que enfrenta a dos bloques, la extrema derecha y los demás partidos,
entre los que se perfila una difusa «gran coalición» todavía lejos de
concretarse. La “aclaración” a la que convocó el presidente
francés Emmanuel Macron, al anunciar la disolución de la Asamblea Nacional y
llamar a elecciones legislativas anticipadas, ha dejado claro que la mayoría de
los ciudadanos ya no quiere que el mandatario gobierne solo.
«El sondeo de Harris Interactive para varios medios
de comunicación asigna a RN 190-220 diputados, muy lejos de los 289 que marcan
la mayoría en la Asamblea Nacional.
El Nuevo Frente Popular (NFP) lograría 159-183 diputados de confirmarse el sondeo, mientras que el bloque macronista obtendría 110-136 y el conservador Los Republicanos de 30 a 50.
Sin embargo la líder del partido, Marine Le Pen, ha asegurado que está «muy confiada» en lograr todavía la primera mayoría, ya que «los franceses han mostrado que quieren el cambio».
Y sobre los posibles acuerdos entre partidos para
apoyarse contra el RN, ha afirmado que «los franceses están hartos de no ser
tratados como adultos responsables que saben lo que es bueno para el país»,
según dijo al canal TF1.
Su candidato a primer ministro, Jordan Bardella,
prefirió apuntar a lo que considera falta de proyecto común de la «gran
coalición» que se esboza en su contra.
«El único proyecto y la única ambición que tienen
todos mis adversarios en estas elecciones consiste en impedirme ganar», dijo en
una entrevista a Le Figaro.
Tras las renuncias del martes, la segunda vuelta
del domingo próximo se decidirá en 405 escaños que se disputarán entre dos
candidatos (en la mayoría de los casos, con un rival del RN frente a solo un
rival).
También habrá 89 escaños disputados por tres
aspirantes y dos en los que luchen cuatro candidatos.
La líder de la extrema derecha francesa, sostiene que su
protegido, de 28 años, Jordan Bardella, encabezará el próximo gobierno de
Francia si la Agrupación Nacional gana la segunda vuelta de las elecciones
legislativas anticipadas del 7 de julio de 2024.
El partido antiinmigrante Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés) lideró la primera
vuelta de las votaciones del domingo 30 de junio, en unas elecciones
excepcionalmente importantes que podrían poner el Gobierno de Francia, si pasa
a manos de un partido de extrema derecha por primera vez desde la Segunda
Guerra Mundial.
La líder absoluta del partido, Marine Le Pen, ha instado a los votantes a que respalden a su movimiento para que le concedan la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional, un resultado que obligaría al mandatario Emmanuel Macron a compartir el poder con el presidente de RN, Jordan Bardella, a quien Le Pen apoya para ocupar el cargo de primer ministro.
Otro resultado, que muchos encuestadores consideran
el más probable, sería un Parlamento sin mayoría absoluta para ninguna
coalición, lo que paralizaría a la segunda economía más grande de la Unión
Europea y a su principal potencia militar.
Una cosa es segura: la Constitución
francesa señala que no puede haber nuevas elecciones parlamentarias durante este año, por lo que una repetición inmediata de las elecciones no es una
opción.
¿Puede la extrema derecha
obtener una mayoría absoluta?
El partido de Le Pen llega a la segunda vuelta en
una posición de fuerza sin precedentes, impulsado por su éxito en la primera
vuelta y su triunfo en las elecciones europeas a principios de este mes.
Los candidatos del RN y sus aliados encabezaron la primera vuelta en 296
de los 577 distritos electorales de Francia, el domingo 30 de junio, ganando 39 de ellos directamente
con más del 50% de los votos, una hazaña que ningún candidato de extrema
derecha había logrado antes.
Según las firmas de encuestas, esos resultados
sitúan al ala más radical de la derecha en camino a ganar entre 240 y 300
escaños de los 577 que componen la Asamblea Nacional, lo que le otorgaría con diferencia la mayor cantidad de escaños en la
Cámara Baja del Parlamento y la situaría al alcance de una mayoría absoluta.
Las elecciones francesas siempre han sido una
cuestión de dinámica (impulso), y la dinámica claramente está llevando adelante
a Agrupación Nacional. Su poder para superar el último obstáculo dependerá
de la capacidad de sus oponentes para unir fuerzas en la segunda vuelta.
Las elecciones francesas de dos vueltas han excluido tradicionalmente a la extrema derecha del poder, y los votantes de izquierda y derecha suelen unirse en un “Frente Republicano” para derrotar al bando de Le Pen, una práctica conocida como construir una presa (dique) contra la extrema derecha.
Pero la presa se ha debilitado con los años, al
mismo tiempo que la ola de extrema derecha se ha hecho más fuerte en cada nueva
elección, arrasando con antiguos votantes tradicionales.
¿Qué sucederá en el gobierno si la ultraderecha
arrasa en la segunda vuelta?
Si la extrema derecha logra una mayoría, se espera
que Macron nombre a Jordan Bardella, de 28 años, como primer ministro, ya que Le Pen tiene la mira puesta en
la elección presidencial de 2027.
Tal acuerdo debilitaría al presidente, tanto en el
país, como en el extranjero, obligándolo a un incómodo sistema de
reparto del poder –conocido como “cohabitación”– con un partido
extremista que tiene vínculos históricos con la Rusia de Vladimir Putin.
Si bien Macron mantendría el control general sobre
la diplomacia francesa, Bardella ya ha
asegurado que usaría los poderes del primer ministro para bloquear el
suministro de armas de largo alcance a Ucrania.
¿Es posible frenar el avance de Agrupación Nacional?
La perspectiva de un gobierno de extrema derecha ha desencadenado esfuerzos frenéticos para revivir el antiguo “Frente Republicano”, lo que ha llevado a los partidos a hacer alianzas en algunos distritos electorales y retirarse de otros, con la esperanza de detener el avance de la bancada de Le Pen.
Solo un frente republicano fuerte, que una a la izquierda, el centro y los conservadores, puede mantener a raya a la extrema derecha y evitar que Francia se derrumbeLa primera encuesta realizada tras la retirada de candidatos, el sondeo de Harris Interactive para varios medios de comunicación, asigna a Reagrupamiento Nacional 190-220 diputados, muy lejos de los 289 que marcan la mayoría en la Asamblea Nacional.
La campaña electoral francesa ha entrado en una nueva fase que enfrenta a dos bloques, la extrema derecha y los demás partidos, entre los que se perfila una difusa «gran coalición» todavía lejos de concretarse.
Después de que más de 200 candidatos, sobre todo de la izquierda y del macronismo, se retiraran este martes de la segunda vuelta del domingo, para evitar la dispersión del voto y complicar una mayoría absoluta de la ultraderecha, las líneas del duelo aparecen más perfiladas, pero siguen siendo borrosas.
La publicación del primer sondeo tras la retirada de candidatos, que deja a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen lejos de la mayoría absoluta, puede dar más tracción a esta idea.
«El sondeo de Harris Interactive para varios medios de comunicación asigna a RN 190-220 diputados, muy lejos de los 289 que marcan la mayoría en la Asamblea Nacional.
El Nuevo Frente Popular (NFP) lograría 159-183 diputados de confirmarse el sondeo, mientras que el bloque macronista obtendría 110-136 y el conservador Los Republicanos de 30 a 50.
Le Pen aún confía en la mayoría absoluta
La líder del partido, Marine Le Pen, ha asegurado que está «muy confiada» en lograr todavía esa mayoría, ya que «los franceses han mostrado que quieren el cambio».
Y sobre los posibles acuerdos entre partidos para apoyarse contra el RN, ha afirmado que «los franceses están hartos de no ser tratados como adultos responsables que saben lo que es bueno para el país», según dijo al canal TF1.
Anteriormente, había atacado lo que considera falta de legitimidad democrática de esas maniobras y la heterogeneidad de los que le hacen frente. «La clase política da una imagen cada vez más grotesca», había dicho.
Su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, prefirió apuntar a lo que considera falta de proyecto común de la «gran coalición» que se esboza en su contra.
«El único proyecto y la única ambición que tienen todos mis adversarios en estas elecciones consiste en impedirme ganar», dijo en una entrevista a Le Figaro.
Tras las renuncias del martes, la segunda vuelta del domingo próximo se decidirá en 405 escaños que se disputarán entre dos candidatos (en la mayoría de casos, con un rival del RN frente a solo un rival).
También habrá 89 escaños disputados por tres aspirantes y dos en los que luchen cuatro candidatos.
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