El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, informó el mismo domingo por la noche de que habló con Maduro para felicitarlo por su "histórico triunfo". Otros mandatarios de la región, como los de Nicaragua, Bolivia y Honduras, países aliados del gobierno de Venezuela, respaldaron estos resultados y consideraron que Maduro obtuvo un "triunfo inobjetable" y que se "respetó la voluntad del pueblo" venezolano. Desde países como China o Irán también llegaron felicitaciones a Maduro por la reelección.
Incluso gobiernos de izquierda como el de Gabriel Boric en Chile (el presidente está fuera de Chile) han cuestionado los resultados oficiales. El Canciller Alberto Van Klaveren dijo que "ante la situación venezolana, creemos que es importante esperar la opinión de los observadores internacionales así como el examen de todas las actas, que deberán ser revisadas por la oposición".
Sorprende menos
la airada reacción del presidente argentino, Javier Milei, que tras clamar en
mayúsculas "¡¡¡dictador Maduro, afuera!!!" dijo en su cuenta de X que
"los venezolanos eligieron terminar con la dictadura comunista de Nicolás
Maduro". "Los datos anuncian una victoria aplastante de la oposición
y el mundo aguarda que reconozca la derrota luego de años de socialismo,
miseria, decadencia y muerte", agregó.
El gobierno peruano, incluso,
anunció que llamará a consultas a su embajador en Venezuela. Y el de Colombia
ha pedido un "conteo total" de los votos "a la mayor
brevedad". El mandatario de Costa Rica, Rodrigo Chaves, repudió "categóricamente
la proclamación de Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, la cual consideramos fraudulenta", en un mensaje difundido
en X.
Para el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, "no se puede reconocer un triunfo si no se confía en la forma y los mecanismos utilizados para llegar a él". "Era un secreto a voces. Iban a 'ganar' sin perjuicio de los resultados reales. El proceso hasta el día de la elección y el del escrutinio claramente estuvo viciado", agregó en su cuenta de X.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, expresó desde Japón su "seria preocupación" de que el resultado electoral anunciado en Venezuela no refleje la voluntad del pueblo.
Poco antes, Blinken había pedido un recuento "justo y transparente" de los votos de las elecciones presidenciales de Venezuela, lo que equivale a poner en entredicho el resultado oficial.
Las críticas en el viejo mundo
Desde Europa, el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, afirmó este lunes que es "vital" asegurar "la total transparencia" del proceso electoral en Venezuela.
Desde Italia, el gobierno de
Giorgia Meloni expresó, a través de su ministro de Exteriores, Antonio Tajani,
"muchas dudas" por el desarrollo de las elecciones en Venezuela y
pidió "acceso a las actas" electorales, tras el anuncio de la
reelección de Nicolás Maduro para un tercer mandato.
Incluso desde España, con un
gobierno más cercano al de Venezuela que el de Italia, se ha pedido "la
publicación de las actas mesa por mesa", según dijo el ministro de
Exteriores, José Manuel Albares, en una entrevista radiofónica y luego reiteró
a través de X.
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