El ex militar Otto Pérez Molina (foto izquierda), del Partido Patriótico, ganó las elecciones presidenciales en Guatemala pero no consiguió la mayoría absoluta para convertirse de inmediato en el próximo presidente de este país centroamericano.
Junto con el candidato que obtuvo el segundo lugar, el abogado Manuel Baldizón, del Partido Libertad Democrática Renovada (Líder), Pérez Molina deberá enfrentarse, el próximo 6 de noviembre, en segunda vuelta.
Las cifras del Tribunal Supremo Electoral del país centroamericano indican que escrutados el 95% de los sufragios Pérez Molina obtuvo el 35,9 y Baldizón el 23,52.
Las elecciones de ayer domingo estuvieron marcadas por una masiva afluencia de electores y sin incidentes destacables.
En tercer lugar quedó Eduardo Suger, candidato de Compromiso, Renovación y Orden (CREO), que ya se presentó en 2004 y 2007 a las presidenciales.
Los 7,3 millones de guatemaltecos que fueron convocados a las urnas votaron para elegir al presidente, vicepresidente, 158 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 333 alcaldes, para un periodo de cuatro años.
El presidente saliente, Álvaro Colom, aseguró que las elecciones transcurrieron con normalidad, a pesar de reportarse la muerte de un agente de la Policía Nacional y de un civil en una población del departamento oriental de Jalapa.
El próximo presidente de Guatemala deberá enfrentarse a un grave problema de seguridad interna que se ha intensificado por el incremento del narcotráfico. Uno de los desafíos será terminar con la penetración de las organizaciones de crimen organizado mexicanas como los Zetas, los grupos locales, el asalto a conductores de autobuses y la extorsión.
Y aunque las actuales autoridades aseguran que ha habido avances significativos en el combate al crimen, Guatemala todavía padece 52 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes, una de las cifras más altas del mundo.
OTTO PÉREZ MOLINA
El general retirado, que busca por segunda vez la presidencia, ha ganado apoyo entre los electores en uno de los países más violentos de la región con sus promesas de acabar con los narcotraficantes y bandas de delincuentes mediante una política de "mano dura" contra el crimen.
El candidato de 60 años, que lidera el derechista PP, dice que desplegará el Ejército para hacer frente a los poderosos cárteles mexicanos que han extendido sus negocios criminales a Guatemala y otros países centroamericanos.
Pérez prometió también "mano dura" contra los criminales en las elecciones de 2007, cuando perdió contra el actual presidente, Álvaro Colom, en una segunda vuelta electoral, y ahora ha ofrecido incrementar las filas de la Policía Nacional con 10.000 efectivos más y las del Ejército con 2.500 soldados.
Pérez, quien sirvió al Ejército hasta 1998 y está a favor de recibir fuerzas extranjeras para apoyar el combate a la delincuencia y los cárteles, carga con acusaciones por su supuesta participación en graves violaciones a los Derechos Humanos durante la guerra civil (1960-1996).
A comienzos de la década de los ochenta comandó tropas en Nebaj, en la provincia de El Quiché (este), donde el Ejército es considerado culpable de algunas de las peores masacres de civiles, en su mayoría indígenas mayas, según una Comisión de la Verdad respaldada por Naciones Unidas.
Más tarde, Pérez, quien rechaza las acusaciones, encabezó la temida unidad de inteligencia militar a la que grupos de Derechos Humanos atribuyen torturas y asesinatos políticos durante el conflicto.
Durante la guerra civil, en la que murieron unas 250.000 personas, la comisión de la verdad halló que el 85 por ciento de las violaciones de los Derechos Humanos fueron cometidas por militares y, después de años de evasivas, el Gobierno ha comenzado a procesar a algunos implicados.
MANUEL BALDIZÓN
Baldizón, un enérgico exlegislador, recibió más respaldo electoral después de que en agosto la gobernante centroizquierdista Unión Nacional de la Esperanza (UNE) se quedó sin candidato al quedar fuera de la contienda la exprimera dama Sandra Torres, quien vio frustrada su candidatura a pesar de haberse divorciado de Colom.
El candidato de LIDER, un empresario hotelero de 41 años que salió de las filas de la gobernante UNE en 2008, es originario del departamento de Petén, en el norte de Guatemala, por donde fluyen libremente drogas, inmigrantes ilegales y el contrabando de armas a lo largo de la porosa frontera con México.
El candidato, cuya familia tuvo que salir de Petén por amenazas supuestamente del cártel mexicano de Los Zetas, ha propuesto la pena de muerte para criminales que participen en delitos graves como masacres y prometió la creación de una guardia nacional de 25.000 efectivos.
Las amenazas de muerte contra la familia de Baldizón fueron días después del asesinato de 27 personas en Petén. Las autoridades acusaron a Los Zetas de ser los responsables.
Baldizón, quien ha prometido ayuda a los ancianos y a los pobres, ha dicho también que de triunfar planea aumentar el gasto en seguridad
OTTO PÉREZ MOLINA
El general retirado, que busca por segunda vez la presidencia, ha ganado apoyo entre los electores en uno de los países más violentos de la región con sus promesas de acabar con los narcotraficantes y bandas de delincuentes mediante una política de "mano dura" contra el crimen.
El candidato de 60 años, que lidera el derechista PP, dice que desplegará el Ejército para hacer frente a los poderosos cárteles mexicanos que han extendido sus negocios criminales a Guatemala y otros países centroamericanos.
Pérez prometió también "mano dura" contra los criminales en las elecciones de 2007, cuando perdió contra el actual presidente, Álvaro Colom, en una segunda vuelta electoral, y ahora ha ofrecido incrementar las filas de la Policía Nacional con 10.000 efectivos más y las del Ejército con 2.500 soldados.
Pérez, quien sirvió al Ejército hasta 1998 y está a favor de recibir fuerzas extranjeras para apoyar el combate a la delincuencia y los cárteles, carga con acusaciones por su supuesta participación en graves violaciones a los Derechos Humanos durante la guerra civil (1960-1996).
A comienzos de la década de los ochenta comandó tropas en Nebaj, en la provincia de El Quiché (este), donde el Ejército es considerado culpable de algunas de las peores masacres de civiles, en su mayoría indígenas mayas, según una Comisión de la Verdad respaldada por Naciones Unidas.
Más tarde, Pérez, quien rechaza las acusaciones, encabezó la temida unidad de inteligencia militar a la que grupos de Derechos Humanos atribuyen torturas y asesinatos políticos durante el conflicto.
Durante la guerra civil, en la que murieron unas 250.000 personas, la comisión de la verdad halló que el 85 por ciento de las violaciones de los Derechos Humanos fueron cometidas por militares y, después de años de evasivas, el Gobierno ha comenzado a procesar a algunos implicados.
MANUEL BALDIZÓN
Baldizón, un enérgico exlegislador, recibió más respaldo electoral después de que en agosto la gobernante centroizquierdista Unión Nacional de la Esperanza (UNE) se quedó sin candidato al quedar fuera de la contienda la exprimera dama Sandra Torres, quien vio frustrada su candidatura a pesar de haberse divorciado de Colom.
El candidato de LIDER, un empresario hotelero de 41 años que salió de las filas de la gobernante UNE en 2008, es originario del departamento de Petén, en el norte de Guatemala, por donde fluyen libremente drogas, inmigrantes ilegales y el contrabando de armas a lo largo de la porosa frontera con México.
El candidato, cuya familia tuvo que salir de Petén por amenazas supuestamente del cártel mexicano de Los Zetas, ha propuesto la pena de muerte para criminales que participen en delitos graves como masacres y prometió la creación de una guardia nacional de 25.000 efectivos.
Las amenazas de muerte contra la familia de Baldizón fueron días después del asesinato de 27 personas en Petén. Las autoridades acusaron a Los Zetas de ser los responsables.
Baldizón, quien ha prometido ayuda a los ancianos y a los pobres, ha dicho también que de triunfar planea aumentar el gasto en seguridad
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