ECONOMÍA Y FINANZAS PARA EXPERTOS
¿RECESIÓN O COLAPSO DEL DÓLAR?
Por Mario Briones R.
“The Wall Street Journal”, en su
edición para América Latina del 4/4/2016, encabezaba un artículo con la
siguiente frase, “En sus campañas, los candidatos presidenciales
demócratas y republicanos presentan una situación de su país como víctima de
las importaciones baratas, una globalización que roba empleos o las oleadas de
inmigrantes indocumentados”.
Sin duda que los
políticos norteamericanos no pueden ni se atreven a decir al pueblo de
EE UU., del desastre que se les avecina al imponer su moneda forzadamente en la
economía mundial como un medio de pago “de valor” sin serlo. Se trata de la
gran estafa mundial dentro de una complicada ingeniería financiera, de la cual
ellos han sido los autores estelares para crear la mayor debacle económica que
está afectando a la humanidad, manipulando y mintiendo al mundo a través
de los organismos oficiales y la prensa interesada.
Explicar lo señalado
exige cierta paciencia para revisar ciertos conceptos de economía que se
han ido olvidando y desperfilando en el tiempo, sobre los cuales no siempre ha
existido acuerdo. El convencionalismo ideológico ha instalado en la costumbre
una fuerza arrasadora que se mantiene y es alimentada por las estrategias
de las elites. El gran aporte en claridad y racionalidad de los principios que
formuló el economista austriaco, Carl Menger (1840-1921), en su libro, “Principles of Economics” (Principios de las Economías), donde cuestionó
las teorías clásicas de valor basados en los costes, fuente básica de las ideas
de Adam Smith y David Ricardo, nos ayuda a resolver la duda.
Carl Menger dice, “El hecho de que unas
determinadas mercancías alcancen la categoría de dinero surge espontáneamente
de las relaciones económicas existentes, sin que sean precisas medidas
estatales... En los más remotos estadios del desarrollo económico parece ser
que la mayoría de los pueblos del Viejo Mundo consideraron el ganado como la
mercancía con mayor capacidad de venta“. “Los pagos, los precios de las
mercancías y los castigos se calculaban por cabezas de ganado, y por ellas
fijaba todavía Dracón (1) las multas y castigos. Hasta la época de
Solón no fueron sustituidas, evidentemente porque ya habían quedado obsoletas,
por el pago de dinero en metálico, a razón de un dracma por oveja y cinco
dracmas por buey. (1) Legislador
de Atenas al que se le atribuye la
primera codificación de las leyes de la ciudad, muy severas aún para infracciones menores
que dio origen al adjetivo “draconiano”).
“Todos los pueblos de elevada cultura,
en los que en épocas pasadas el ganado tuvo el carácter de dinero, dejaron de
usarlo a medida que pasaron del nomadismo a la cultura agrícola sedentaria y,
más tarde, a la industrial, sustituyéndolo por metales, sobre todo aquellos de
fácil obtención y fundición, que fueron los primeros elaborados por el hombre:
el cobre, la plata, el oro y, en algunos casos, el hierro. A medida que aumenta
la cultura económica, que un cierto número de bienes, que son siempre los que,
en razón del tiempo y lugar, mayor capacidad de venta poseen, son aceptados por
todos en las operaciones de intercambio y pueden intercambiarse a su vez por
otras mercancías, porque contienen en si mismo valor de intercambio.
Existe una extensa
discusión sobre esta temática, sin embargo, la claridad de C. Mergen nos ofrece
una buena acepción de la idea del dinero, cuyo origen no proviene del Estado
ni de las leyes, sino de bienes que tienen un valor intrínseco para el
intercambio entre los individuos, respecto de bienes de uso que le son necesarios.
“El interés económico de cada uno de los agentes de la
economía les induce, pues, cuando alcanzan un mayor conocimiento de sus
ventajas individuales, a intercambiar sus mercancías por otras, incluso aunque
estas últimas no satisfagan de forma inmediata su finalidad de uso directo”. No
podemos incluir toda la teoría que sería útil para ahondar en el concepto, sin
embargo, la clave para entender la crisis que vive el mundo, no requiere largos
estudios como economista sino saber diferenciar algunos términos.
El uso que hacemos regularmente del
concepto de dinero como equivalente a moneda, constituye un error conceptual,
porque “moneda”, utilizando los principios de C. Mergen y la propuesta
de Carlos Bondone debe entenderse como un medio de intercambio
indirecto (el trueque sería intercambio directo), es decir, restringe
el concepto de “dinero” solo a los bienes económicos de valor
presente como pueden ser el café, el oro, la plata, etc.
“A estos bienes llamaron los germanos Geld (= dinero), palabra
derivada de gelten (= valer, tener validez, ser válido, el
objeto que vale y sirve para pagar).” “Turgot en su célebre tratado sobre
el origen y distribución de la riqueza de los pueblos, llega a la conclusión de
que, de entre todas las posibles “medidas del valor de intercambio”, el dinero
es la más adecuada y, por tanto, también la más generalizada. El único defecto
de esta medida es que el valor del dinero no es en sí mismo una magnitud fija,
sino variable y que, por consiguiente, puede constituir una medida segura
del “valor de intercambio” en un momento concreto y determinado, pero no para
tiempos diferentes.”
Si hemos seguimos cuidadosamente lo
señalado, el “dinero” son los bienes con valor de intercambio, que pueden
variar. Si en un año la cosecha de café es muy buena, hará que el “dinero café”
sea abundante y su intercambio disminuirá en relación a otros bienes. Si
nuestro objetivo fuera obtener ovejas o cabezas de ganado mediante el trueque
como medio directo, nos entregarían menos ovejas o cabezas de ganado, Las
variaciones de valor entre bienes pueden cambiar por diferentes razones como la
abundancia, escases, obsolescencia y también porque las personas cambian sus
necesidades o sus gustos lo cual depende única y exclusivamente del mercado.
Ahora, en la época actual, hemos aprendido a usar la “moneda”, y si
intercambiamos el café del ejemplo anterior, nos darán menos monedas (por
ejemplo dólares) que son un medio indirecto de pago. En el caso de la moneda,
el valor no está en el papel sino en el respaldo en oro u otro bien depositado
en el banco central que emite la moneda. Es usual que usemos las palabras
dinero y moneda como equivalentes, sin embargo ya sabemos cuál es la
diferencia.
Luego, es importante entender el
segundo concepto. La variación que se produce con el medio de pago indirecto,
es decir, con “la moneda”, (Euros, dólares, libras) son variaciones que
no tienen nada que ver con los precios de los bienes en sí, como explicamos
antes, sino debido a las fluctuaciones que afectan al instrumento
mismo, al símbolo llamado “moneda” que controlan los bancos centrales, mediante
la aplicación de tasas. Si nuestro intercambio lo realizamos en dólares,
como “medio indirecto” de dinero, recibiremos un “papel” un “símbolo” llamado
dólar que nos otorga un derecho de ir al banco y exigir un “bien de valor” oro,
u otros bienes que respalda a esos dólares.
Ahora, las variaciones de la “moneda
dólar” es algo que no controlamos, es un medio de pago operado por un conjunto
de bancos privados que forman la FED de EE UU., quienes son los encargados de
imprimir la moneda dólar y controlar el flujo monetario mediante las tasas. Ben
Bernanke, ex presidente de la FED, decía que, “Los bancos centrales solo
imprimen una parte insignificante. El resto son apuntes contables”. Por el
momento digamos que aceptamos lo que dijo, pero que impriman muchos o pocos dólares no
es relevante,
porque los billetes también son
crédito, son un pasivo del Banco Central (FED), correspondiente a anotaciones
que antes de 1971, por los acuerdos de Bretton Woods, billetes y monedas
fraccionarias podían cambiarse por oro que poseían los Bancos Centrales.
A partir del 15 de
Agosto de 1971, EE. UU., abandona el patrón oro (US$ 35 por onza de oro) y por lo tanto el valor del dólar pasa a sostenerse
exclusivamente en la confianza que le dan sus poseedores y se convierte en una
moneda fiat. La palabra fiat es una palabra latina que significa: que
así sea. Es decir, es por ley que se impone que los dólares emitidos por la FED
sean dinero, lo que está contrapuesto con el sentido de “dinero” natural para el intercambio entre los individuos, explicado
anteriormente. Después de la II G.M., la
hegemonía del dólar le da a Estados Unidos una posición ventajosa en el plano
internacional, ya que le permite tener frecuentes déficits presupuestarios
incurriendo en gastos extraordinarios (como las guerras) que son cubiertos con
la emisión de moneda. El hecho de que las anotaciones sean electrónicas
no las hace más “irreales” o “artificiales” que los billetes en papel.
Esta es la otra gran puerta al fraude que implica al “crédito” que
abordaremos.
Que los bancos centrales impriman dinero, que algunos consideran “dinero
virtual”, dándole una connotación como si no fuera dinero, porque es creado
electrónicamente como una anotación en una cuenta de banco, la
doctrina del economista C. Menger nos enseña que esa cosa es un pasivo
que se refiere a “moneda-crédito”. Si los bancos crean crédito que
utilizan como pago el “no dinero”, no es diferente en cuanto a la capacidad de
pago del billete o de un pagaré. Sobre dicha modalidad han creado una montaña de
crédito. El crédito es un derecho a recibir bienes presentes en el
futuro. Si se especifica la cantidad, calidad del bien a recibir y una
fecha de vencimiento, se trata de crédito regular. Si falta alguno
de esos requisitos, entonces es crédito irregular.
Para que quede muy claro, crédito, es
toda “moneda” que no sea dinero (bien de valor) y solo pueden ser crédito las
letras de cambio, pagarés, dólares, euros, etc. Como hemos dicho antes,
el crédito puede ser regular como un billete de banco convertible
en plata u oro, pero son irregulares los actuales Euros o dólares, etc.,
que no especifican que bien recibiremos, ni su cantidad, ni su calidad ni
cuándo, porque no tienen respaldo alguno.
La deuda global es de US$ 200 billones
y el PIB mundial es de US$ 80,3 billones, equivale a 2.5 veces el PIB en
crédito y si el crédito es una promesa de pagar en el futuro lo que ya fue
consumido. Ahora, ¿cree Ud., que en el futuro habrá los mismos o más recursos
en la naturaleza que los que se han extraído, cuando en el 2050 sean 9.500
millones los habitantes que demandarán más bienes y energía? No vemos
cómo, por eso la crisis es imparable.
Los bancos centrales pretender hacernos
creer que crean dinero (riqueza) pero eso es científicamente imposible, ya
que para ello se requiere trabajo, materiales, energía, etc. Lo que hacen al
emitir moneda (Dólares, Euros, Yenes, Libras, etc.) es endeudarse irresponsablemente. Más aún, el crédito emitido en dólares o
mediante anotaciones electrónica como las expansiones monetarias (QE) está
dirigidos a las elites y dueños de los bancos, quienes mantienen el exceso de
reservas en la FED de Estados Unidos de US$ 2,2 billones de dólares, con el
agravante de que en EEUU el exceso de reservas está remunerado con un 0,5% por
parte de la FED, que ganan sin hacer nada.
Los bancos de todo el mundo han
prestado un récord de US$ 9.8 billones de dólares en moneda estadounidense
fuera de los EE.UU., un aumento de US$ 2 billones en apenas un poco más de una
década. Laurence Kotlikoff, profesor de la Universidad de Boston, ha
dicho que los compromisos de pago adquiridos por la administración de USA,
alcanzan los US$ 210 Billones. La mayoría de los gobiernos
occidentales han superando con creces el 100% de sus respectivos PIB con deudas.
Se calcula que los derivados están entre US$ 1.000 o US$ 1.500 billones. Ya no
hablaremos de recesión, sino de una sensación de colapso del dólar, porque todo
lo mencionado está basado en la moneda dólar de Estados Unidos que no tiene
respaldo y cada vez que sube el oro, la sensación aumenta.
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