"VUELTA DE CARNERO" DE MERKEL ANTE EMIGRANTES
ALEMANIA DARÁ LUZ VERDE PARA INTEGRAR A MÁS DE UN MILLÓN DE REFUGIADOS
La coalición gubernamental de democristianos y socialdemócratas que preside Angela Merkel, ha dado “una nueva vuelta de carnero” frente al tema de los refugiados y ha preparado un paquete de medidas que busca integrar a los solicitantes de asilo, con derechos y deberes, el que se convertirá en la primera ley alemana de integración.
Merkel, junto a sus socios de coalición,
los socialdemócratas y los socialcristianos, explicó en conferencia de prensa
en Berlín los alcances de este paquete de acuerdo. Alemania recibió en el 2015
a más de un millón de solicitantes de asilo –la mayoría procedentes de Siria, Irak y
Afganistán–, lo cual ha colocado a la canciller bajo fuerte presión de una
parte de la ciudadanía, y también dentro de sus propias filas, en particular
los socios bávaros. Sin embargo en fuentes político-económicas de la capital
alemana se ha comentado que la Canciller no quiere ver más a esta ola de
emigrantes como un obstáculo para Alemania, sino todo lo contrario, como un nuevo
comienzo consistente en aceptar a los emigrantes, no rechazarlos o enviarlos de vuelta a sus países, porque a largo plazo van a
poder ayudar al país germano que requiere cada vez de mayor mano de obra, la que le
ayudaría a asumir los nuevos costos, especialmente en el desarrollo
económico e industrial, como también en el pago a futuro de jubilaciones y prestaciones sociales.
El acuerdo vio la luz tras siete horas
de negociaciones en la Cancillería en la noche del miércoles al jueves y, según
argumentó el socialdemócrata Sigmar Gabriel (vicecanciller y ministro de
Economía) (derecha), es “un paso histórico” que aborda “un cambio profundo en la
sociedad”. Su contenido será analizado el próximo día 22 por los presidentes de
los 16 Laender (estados federados) en el Bundesrat de Berlín, y el Gobierno
debatirá el proyecto de ley definitivo el 24 de mayo, tras lo cual será enviado
al Parlamento. La robusta potencia en escaños de la coalición gubernamental
indica que la nueva ley será aprobada sin dificultades.
El texto, de seis páginas, persigue
facilitar la inserción de los refugiados
y al tiempo sancionar a quienes no
cooperen en el empeño. No cuesta ver en este planteamiento un doble objetivo:
acoger y a la vez disciplinar a los peticionarios de asilo, pero también
tranquilizar a la opinión pública alemana, cuando falta año y medio para las
elecciones generales, en las que Merkel previsiblemente buscará la reelección.
Según el texto, los demandantes de
asilo serán repartidos de modo proporcional por el territorio alemán, para
evitar que la mayoría se instale en grandes ciudades, o en barrios concretos, y
se generen guetos, como ocurrió parcialmente con los emigrantes turcos en la
década de los sesenta y setenta.
Eso quiere decir que las autoridades
asignarán los lugares de residencia. “Las infracciones relacionadas con esa
asignación tendrán consecuencias para las personas implicadas”, según el
documento. Con todo, se prevé autorizar a mudarse a otra ciudad a quienes
encuentren allí un trabajo.
“El
mercado laboral y el idioma son parte esencial de la integración, pero también
es importante que a quienes no acepten estas medidas se les recorten las
prestaciones”, dijo Horst Seehofer (izquierda), el primer ministro del estado alemán federado de Baviera.. Así, el acuerdo prevé penalizar a quienes no se
esfuercen por integrarse, sobre todo en el aprendizaje del idioma alemán. “La adquisición de la lengua es también necesaria para una estancia
provisional”, advierte el documento.
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