COLUMNA DE PSICOLOGÍA FAMILIAR Y SOCIAL
CELOPATÍA:
DESCONFIANZAS QUE MATAN
Por Jessika Krohne
www.psicologiaglobal.cl
La literatura inglesa, en manos del genio William Shakespeare, nos
regaló una de las más célebres historias de celopatía. En la tragedia de Otelo
los celos enfermizos juegan un papel fundamental. Desdémona es asesinada por su
marido, quien escuchó comentarios malintencionados acerca de una supuesta
infidelidad. Otelo, en su ciega locura, mata a su mujer, pero al saber que era
inocente, se traspasa el pecho con la espada criminal y se desploma junto a
ella. Este acto desesperado ocurre al comprender que sus celos patológicos lo
llevaron a culpar y asesinar a su esposa por un engaño que nunca existió.
Los celos son un sentimiento tan natural como el amor, pero pueden
convertirse en patología –como en el caso de Otelo– cuando se vuelven
enfermizos, es decir, cuando la pareja empieza a desconfiar del otro hasta
llegar al extremo de que él o ella le prohíbe salir sola, hablar con sus amigos
y amigas, arreglarse, vestirse bien y hasta trabajar, al pensar que le puede
ser infiel en el lugar donde se encuentre.
En general, los celos causan mucha angustia e infelicidad, incluso hasta
provocar una respuesta física de agresión desmedida. Por medio de la terapia,
la persona puede sacar a la luz los orígenes más profundos de su actitud celosa
y realizar pequeñas acciones para aportar a la estabilidad conyugal.
También es
deber de la pareja contribuir al mejoramiento de la relación acudiendo
puntualmente a las citas y siguiendo el tratamiento tal cual como lo sugiere el
especialista.
Los celos patológicos matan el amor y una relación de pareja a
largo plazo, por eso es de suma importancia consultar a tiempo e incluso
realizar una terapia de pareja si es necesario.
La amenaza constante por
parte de la persona que padece celos patológicos y sus conductas de
control permanente hacen que maten el amor de la otra persona. Los celos hacen
mal al que los siente, que vive amargado y aterrorizado por perder algo que no
es suyo, pero también dañan a la otra parte, que lo pasa mal al ver que el
cónyuge sufre por su comportamiento. La buena salud emocional y la comunicación
en pareja, junto con el adecuado apoyo terapéutico, son las bases fundamentales
para despejar un panorama devastado por los celos.
Algunos síntomas pueden indicar que existe un
problema de celos patológicos:
.
1.
Ansiedad y preocupación constante por la pareja y sus acciones
2.
Actitudes paranoicas y violentas con el otro
3.
Aislamiento del grupo familiar y social
4.
Necesidad de estar junto a la pareja todo el tiempo
5.
Sospechas constantes de ser víctima de un engaño amoroso
6.
Sentimientos de abandono permanentes
7. Baja
autoestima y habituales sensaciones de inseguridad
|
La
prevención de los celos está relacionada con el aprendizaje de los valores de
la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de los derechos del otro
durante la infancia. También se los puede evitar mediante una buena
comunicación con la pareja y al estar consciente de que no se puede controlar
todo y menos a la otra persona. No es fácil, y ciertamente el celoso sufre
muchísimo, pero es un problema que se puede superar.
Es
recomendable obviar los pensamientos negativos, sobre todo los que son
destructivos, ya que este tipo de ideas solo alimentan los celos. Para poder
trabajar este punto, cada vez que aparezcan hay que cambiar estos
planteamientos nocivos por otros que aporten seguridad y confianza.
|
“Los celos son la máxima expresión de la propia inseguridad.”
En definitiva, los celos florecen cuando la persona
se siente insegura, no se siente amada, y tiene un intenso deseo de estar en la
posición de control.
.
Con el tratamiento psicológico la persona que
padece de celos patológicos aprende a ser alguien seguro, se fortalece
interiormente, deja de desconfiar y deja de tener los pensamientos obsesivos y
fantasiosos (propios de la celotipia).
.
Es decir si bien siempre es
posible que al estar en pareja, uno de los integrantes sea infiel, en la
relación en donde hay un celotípico, la persona fantasea con esa infidelidad y
le da visos de certeza, esto no tiene nada que ver con la conducta del otro
miembro de la pareja, sino con su propia inseguridad personal.
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