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viernes, 1 de octubre de 2010

Desilusión de Piñera por la decisión tomada por la Presidenta argentina en el caso Apablaza

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, volvió a apuntar contra el gobierno de Cristina de Kirchner por la decisión de la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) de conceder asilo político al ex guerrillero Galvarino Apablaza Guerra, acusado de homicidio y secuestro en 1991. Señaló que la determinación "no ayuda nada a las relaciones" entre los países, informó hoy Ambito Financiero en Buenos Aires.


"Por supuesto que no comparto la decisión del gobierno argentino. Galvarino Apablaza cometió un crimen en Chile, está siendo procesado en nuestro país por la justicia chilena, y desgraciadamente ese proceso se ve interrumpido por una decisión de la Conare argentina", señaló el mandatario.

Piñera sostuvo que se analizará "profundamente la resolución de la Conare para poder determinar los nuevos cursos de acción", y enfatizó que "la decisión no ayuda nada a las relaciones entre Chile y Argentina".

Si Apablaza "está procesado por la justicia chilena por un crimen cometido en nuestro país, lo normal es que la propia justicia chilena hubiera podido terminar de conocer esta causa y aplicar nuestra legislación y las sanciones que corresponden", afirmó el mandatario en el Palacio presidencial.

Apablaza era miembro del disuelto Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR, izquierda) y está acusado del asesinato del senador derechista Jaime Guzmán y de un secuestro, ambos ocurridos en Chile en 1991.

La Corte Suprema argentina había autorizado la extradición a Chile de Apablaza, pero la decisión final recaía en el gobierno de Cristina de Kirchner.

La Presidenta apesadumbrada: "Hay sutiles formas de desestabilización"


La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, declaró hoy que sería "imposible" que ocurriera en Argentina una revuelta similar o parecida a la registrada ayer en Ecuador. Sin embargo, advirtió que había otras formas de debilitar al Gobierno, como "mentir y tergiversar" aludiendo en forma indirecta lo que le estaría ocurriendo a ella en su propio país.

En su primera aparición pública tras la revuelta en Ecuador y del asilo político concedido por su gobierno ayer al ex guerrillero Sergio Apablaza, supuesto autor intelectual del asesinato de un senador chileno en 1991, la Presidenta se ocupó de las consecuencias que puede tener la "desestabilización" del Gobierno.

Al mismo tiempo de apoyar al  presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien ayer logró frustrar un supuesto golpe de Estado, dijo que "hay sutiles formas de desestabilización. Hay sutiles formas de golpear a los gobiernos constitucionales. Algo que es impensable en la Argentina, no por suerte, sino por la historia de tragedia que sufrió nuestro país. Pero hay otras formas sutiles como mentir, tergiversar y tratar de que nos enfrentemos entre los argentinos", publicó el diario bonaerense La Nación.

Hizo estas declaraciones tras inaugurar la Universidad Nacional de José C. Paz, ceremonia en la que participó acompañada de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; y otros funcionarios.

En esta ocasión la mandataria respaldo sus decisiones en política exterior recordando el golpe de Estado contra el presidente hondureño Manuel Zelaya, en junio del año pasado.  "Me acuerdo que muchos me criticaron cuando no reconocimos a Honduras. Que importa Honduras, que parecía una cosa lejana y exótica. Ahora los tiros sonaron cerca en el vecindario. Entonces no dudé un instante en convocar a los presidentes de la región para apoyar la democracia en Ecuador".

"No me castigan por mis errores, me castigan por mis aciertos", dijo. "No es importante la crítica, lo que duele es la mentira, el agravio y la descalificación. Por momentos, en algunos el sentimiento es odio. Es muy malo odiar, porque endurece el corazón y cuando uno larga esa mala onda, en algún momento te vuelve", agregó seguidamente, según La Nación.


Ecuador: Bajo una tensa calma el país se recupera de la intentona golpista

Ecuador, especialmente Quito, amaneció hoy con una tensa calma. Mientras la rebelión policial-militar se daba por terminada, el ambiente urbano era de una fuerte militarización en las plazas y calles.

Tropas de las Fuerzas Armadas iniciaron hoy labores policiales en sustitución de agentes que hasta ayer se encontraban en una huelga rebelde, aunque un buen número de ellos comenzó a reintegrarse hoy a sus labores en los distintos cuarteles.

Paralelamente, el comandante de la Policía de Ecuador, Freddy Martínez, presentó hoy su renuncia tras la sublevación de ayer que dejó un saldo oficial de 2 muertos y 37 heridos.

Así lo confirmó el general Florencio Ruiz, jefe del Estado Mayor de la Policía, en una entrevista concedida a la cadena Teleamazonas. Él reemplazará temporalmente a Martínez en la Comandancia General.

Policías de todo el país protestaron el jueves en rechazo a una reforma legal que les corta beneficios económicos y retuvieron por varias horas al presidente Rafael Correa en un hospital, un hecho inédito en la nación que fue rechazado por la comunidad internacional.

En un impresionante operativo, militares ingresaron al hospital policial, situado en el norte de Quito, y se enfrentaron a tiros con manifestantes de la policía.

La calma observada por el diario El Comercio de Quito

Los pitos de los policías de Tránsito volvieron a sonar esta mañana en las calles de Quito, escribió el diario El Comercio de Quito. Esa es una de las evidencias de que los miembros de la Policía se reincorporaron a sus actividades tras un día de violentas protestas.

En las calles del Centro Histórico ya se vio desde las primeras horas de hoy a uniformados luciendo los chalecos fosforecentes, que identifican a los policías de Tránsito.

También se puede ver a agentes recorriendo las calles en motos y patrulleros.

En el Regimiento de Policía Quito 2, ubicado en las calles Mejía y Montúfar (Centro Histórico) también empezaron a salir los uniformados a pie o en patrulleros.

No obstante, las agencias bancarias y varios negocios del Centro de Quito atienden con sus puertas a medio abrir.

El rescate presidencial

Tres autos y decenas de militares llegaron por la calle García Moreno a las puertas del Palacio Presidencial. Eran las 21:33. Siete minutos antes, el Jefe de Estado había abandonado el Hospital de la Policía, luego del implacable operativo militar que dio fin a lo que él llamó “un secuestro de más de siete horas”.

Los cientos de simpatizantes del Gobierno, que permanecían en la Plaza Grande en señal de respaldo, no tuvieron tiempo de alcanzar a la caravana que trajo de vuelta a Rafael Correa, agregó El Comercio.

Con escudos plásticos, la escolta del Mandatario se abrió camino para acceder a la cochera. De fondo, por alto parlantes sonaba la canción Patria.

A su llegada al Palacio, el primero en abrazarlo fue el alcalde de Quito, Augusto Barrera y uno por uno, los ministros le mostraban su afectó, júbilo y solidaridad.

“Este ha sido el día más triste de mi vida y el día más triste de este Gobierno, por la infamia de los conspiradores de siempre”, comentó el Mandatario en tono enérgico. “Maltrataron, secuestraron al Presidente y para liberarlo han caído hermanos ecuatorianos”.

En su eufórico discurso no hubo espacio para la autocrítica. Correa no se refirió a la forma en la que su gobierno ha manejado políticamente el trámite del veto a la Ley de Servicio Público, que despertó la ira de la tropa de la Policía y de un sector de las FF.AA. Tampoco, si fue imprudente su inesperada visita al Regimiento Quito, en horas de la mañana y en medio de la convalecencia de su operación.

Correa aseguró a sus simpatizantes que “jamás aceptamos negociar nada”. “Bajo presión nada, bajo el diálogo todo”.

En su discurso culpó a gente cercana al ex presidente Lucio Gutiérrez de la crisis de ayer que fue “un intento de golpe de Estado”. Los simpatizantes en la Plaza Grada gritaron duras consignas en contra de Gutiérrez. Correa dijo que no habrá perdón para los pocos policías que planificaron la revuelta y que trabajará para la institución.

Editores rechazan clima de inestabilidad

La Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP) rechaza el clima de inestabilidad institucional producido a partir del reclamo de la fuerza pública ante el veto presidencial que supuestamente elimina estímulos económicos para policías y militares.

En una democracia, cualquier reivindicación debe tramitarse dentro del respeto a las instancias legales y de un indispensable clima de tranquilidad, más todavía si el reclamo viene de un sector subordinado al poder civil.

A la vez, la AEDEP quiere dejar sentada su protesta por los ataques de los que fueron víctimas los periodistas de distintos medios durante la cobertura de los acontecimientos, y sobre todo por la decisión gubernamental de obligar a todos los medios audiovisuales a plegar a una cadena nacional “indefinida e ininterrumpida”, pues al amparo del estado de excepción se ha impedido a la ciudadanía tener otras versiones de los hechos que no sean los oficiales.

Página Editorial LA - Intentona golpista en Ecuador y Presupuesto fraudulento del gobierno argentino

Diario La Hora de Quito, Ecuador

Cada golpe de Estado ha significado un retroceso histórico para el Ecuador. Consciente de ello, Diario La Hora siempre se ha pronunciado contra estas graves violaciones de la Constitución y las leyes de la República. La defensa de los gobiernos legítimamente constituidos ha sido nuestra divisa y ahora no puede ser de otra manera. Una y otra vez a lo largo de los últimos doce años, hemos alzado nuestra voz en defensa de la democracia, única garantía de paz y libertad para nuestra Patria. Los hechos sin precedentes protagonizados por miembros de la Policía Nacional han puesto en peligro las instituciones y normas que garantizan la convivencia ciudadana en nuestro país.

Irresponsablemente, además, dejaron indefensa a la ciudadanía, que fue víctima de los desmanes de la delincuencia. Sus reclamos debieron buscar otras vías para ser atendidos por el Gobierno. Sin embargo, constituyen un llamado de atención. Mancillar y pisotear la dignidad, tratar de menoscabar y desconocer la autoridad del Presidente de la República, así como de los poderes del Estado legítimamente constituidos ponen en peligro el destino de todos. Nadie podrá sustraerse a las consecuencias de tan graves actos. Por tanto, unirnos todos en defensa de la democracia constituye más que un deber, una obligación ineludible.

Diario El Tiempo de Bogotá, Colombia
Intentona en Ecuador

Una compleja situación enfrenta Ecuador por cuenta de lo ocurrido ayer, cuando una insurrección de la Policía llevó al ataque con gases lacrimógenos -y posterior retención- al presidente Rafael Correa, quien finalmente fue liberado. La huelga de los uniformados generó caos en el país vecino con saqueos y robos en las ciudades principales, que condujeron a la declaración del estado de excepción y la militarización del territorio.

La causa de lo sucedido fue la aprobación, por la Asamblea Nacional, de la Ley de Servicio Público, que desmonta el generoso régimen de beneficios del que gozan hoy miles de funcionarios del Estado, incluyendo a hombres y mujeres que portan el uniforme. Desde hace rato, el inquilino del Palacio de Carondelet quiere acabar con los privilegios que ostentan ciertos empleados de la nómina oficial, pero, como lo demuestran los acontecimientos, llegar a una solución fácil es imposible.

Más allá de la razón que le asiste, el Jefe del Estado ecuatoriano ha hecho más difícil la crisis por cuenta de su estilo imperioso y, en ocasiones, impulsivo. Esa característica ha llevado a cierto distanciamiento entre el mandatario y algunos de los congresistas que integran la bancada de gobierno, que se han aliado con la oposición. De hecho, la protesta policial se da en momentos en que la Presidencia amenaza con disolver el Poder Legislativo por el lento trámite de las iniciativas y así gobernar por decreto y convocar a elecciones anticipadas. Como si eso fuera poco, hay quienes pescan en río revuelto, como el principal antagonista de Correa, el ex presidente Lucio Gutiérrez, con una gran ascendencia sobre las Fuerzas Armadas.

Pero, sin entrar a debatir los detalles o errores que se hayan podido cometer en el manejo de un tema tan difícil, es indudable que en Ecuador no hay un camino diferente al de preservar las instituciones democráticas. Así lo entendieron ayer y con rapidez el mundo entero y los países del hemisferio, como lo dejó en claro un pronunciamiento de la OEA, después de una convocatoria de emergencia de su Consejo Permanente. También fueron apropiados la respuesta de Unasur y el comunicado de la Casa de Nariño, llevado personalmente por Juan Manuel Santos a Buenos Aires, al expresar que Colombia solamente reconoce al gobierno de Rafael Correa.

Hechas esas precisiones, además de los votos para que la normalidad regrese pronto a ciudades y pueblos ecuatorianos, hay que lamentar la emergencia. El motivo principal es que la llegada del actual Jefe del Estado al poder vino acompañada de una buena dosis de estabilidad, fundamental en una nación en la que varios mandatarios no pudieron terminar sus respectivos periodos. De hecho, Ecuador ha sido testigo de tres golpes de Estado y seis mandatarios en los últimos diez años. Ahora se da un paso atrás, que no tiene nada de bueno, aparte de abrir heridas que pueden demorar varios meses en cerrarse, algo inconveniente en una sociedad que sufre los embates de la recesión global y una oleada de inseguridad considerable.

Tampoco es alentador el nuevo traspié que sufre la democracia en la región. Después del golpe en Honduras, que todavía divide a los países del continente, o de los intentos de varios presidentes de perpetuarse en el cargo y alterar el equilibrio de los poderes públicos, lo sucedido en Ecuador es un campanazo de alerta que necesita ser escuchado. Ojalá esta crisis sirva para que los pueblos de América Latina cierren filas en contra de las vías de fuerza y reiteren que, a pesar de sus imperfecciones, la democracia todavía encuentra un terreno fértil en el hemisferio.

Diario El Mercurio de Santiago de Chile
Las 15 horas críticas de Ecuador

Los acontecimientos desencadenados ayer en Quito, incluidos los enfrentamientos armados entre policías sublevados y miembros del Ejército, transmitidos en directo por los medios de comunicación, causaron, una vez más, alarma en Latinoamérica. Las protestas de grupos de policías y militares ecuatorianos, iniciadas a primera hora de la mañana en contra de una ley que privará de una serie de beneficios económicos a la administración pública -y no sólo a los uniformados-, derivaron en una abierta insurrección de sectores de la policía nacional que se tomaron un regimiento, bloquearon el aeropuerto y varias arterias de la ciudad y condujeron al Presidente Rafael Correa al Hospital General de la institución, donde quedó retenido por los rebeldes.

Frente a este cuadro, decretar el estado de excepción fue una señal de que tanto el gobierno como los demás poderes del Estado se mantenían en funciones, y se quería restablecer la normalidad institucional a la brevedad. Esto incluye el respaldo y obediencia a ella de las FF.AA., como lo explicitó el jefe del Estado Mayor Conjunto ecuatoriano. Ese acatamiento constitucional se vio corroborado con el operativo de rescate de Correa, protagonizado por el Ejército al anochecer, desde el hospital, cuando se cumplían 15 horas del inicio de la revuelta.

En medio de esta violenta experiencia que le ha tocado vivir, las primeras palabras de Correa estuvieron destinadas a agradecer los gestos de lealtad y a atacar a quienes presume responsables de lo sucedido, insinuando una utilización de la policía por parte de sectores políticos de oposición. Sus efusivas expresiones se entienden en el contexto emocional del momento. Sin embargo, para evitar el agravamiento de la actual situación, parece vital acotar claramente el alcance de la crisis y sus actores y, desde luego, que el gobierno del Presidente Correa se abstenga de transformar esto en un pretexto para aniquilar a la oposición política y social, cuyos dirigentes no han mostrado ninguna solidaridad con la revuelta. Tampoco debe serlo para que otros gobiernos -afines o no a la actual administración ecuatoriana- intenten interferir en el desenvolvimiento interno de ese país.

Al parecer, no se estaría ante un intento de arrebatar el poder a un gobierno electo, sino de crear por parte de grupos de policías y militares sin liderazgo conocido una anómala situación que fuerce a revocar la polémica ley que ellos perciben como atentatoria de derechos esenciales de sus instituciones.

El Presidente de Chile expresó inmediato apoyo a su par ecuatoriano, corroborando la estrechísima relación entre ambos países, marcada por el respeto mutuo, la defensa de valores comunes, la cooperación más allá de las fronteras y el respeto al Estado de Derecho. Las palabras con que Piñera expresa "el más absoluto y total respaldo" a su par ecuatoriano ratifican el compromiso de Chile con la defensa irrestricta de la democracia en la región.

La comunidad internacional brindó rápidamente su apoyo al gobierno de Correa. José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, fue tajante en repudiar "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" de Ecuador, respaldando sus palabras con la voluntad de viajar a la brevedad a Quito. Asimismo, la reunión de emergencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Buenos Aires -a la que asistió el Presidente Piñera- muestra que algunas lecciones de la crisis del año pasado en Honduras se aprendieron y han comenzado a ser puestas en práctica.

En ésta existe hoy conciencia de la importancia de una reacción oportuna y enérgica frente a situaciones que amenacen la estabilidad de una democracia regional. Ese principio, por cierto, es aplicable tanto respecto del origen como del ejercicio de las democracias. Es crucial que esta conciencia y voluntad sean inequívocas y permanentes en las decisiones de todos los organismos regionales, sin distinción de países ni orientaciones políticas.

Este criterio incluye al gobierno de Correa, que pese a llevar adelante muy discutibles modificaciones a la estructura del Estado e intentar, entre otros, modificar las leyes que determinan el funcionamiento de los medios de comunicación, todavía está muy lejos del modelo autoritario y excluyente impuesto, por ejemplo, por el Presidente Chávez en Venezuela.

Diario La Nación de Buenos Aires, Argentina
Un presupuesto fraudulento

El proyecto de presupuesto 2011 enviado por el Ejecutivo al Congreso cumple con una tradición del gobierno del matrimonio Kirchner en la materia: el ocultamiento y la manipulación de las cifras para dejar luego librada una cantidad enorme de "recursos excedentes" que puedan ser distribuidos discrecionalmente con decretos de necesidad y urgencia.

De este modo, la ley de leyes pierde transparencia y dista de servir para fijar las previsiones oficiales, que deberían ser las más confiables, sobre el devenir de la actividad del mayor actor económico, el Estado nacional. Pero así, la Presidenta ingresará en un año electoral con más dinero del previsto.

Como en todas las ocasiones en que los Kirchner enviaron proyectos de presupuesto al Congreso, se subestiman groseramente las proyecciones de crecimiento e inflación y, en consecuencia, resultan muy bajos los aumentos de ingresos impositivos calculados.

Esas significativas sumas han sido, hasta el presente, asignadas mediante dos mecanismos. Cuando se trata de "mayores ingresos" por recaudación de tributos con asignación específica, el jefe de Gabinete los libera con la utilización de los superpoderes que le fueron delegados y retiene un porcentaje para ser entregado al Tesoro nacional. Cuando se trata de mayor recaudación por los tributos generales, el reparto es totalmente discrecional con un decreto de necesidad y urgencia.

Si en el pasado la estrategia oficial estuvo centrada en obtener superávits fiscales para pagar más deuda que la que vencía y así reducir la exposición y mantener un tipo de cambio alto y competitivo, hoy, para alentar un nivel de gasto insostenible, se pretende recurrir a un fuerte atraso cambiario y al endeudamiento en el exterior.

En efecto, las previsiones indican una mínima variación ascendente de la cotización del dólar que ni siquiera iguala la ridículamente baja previsión oficial de inflación.

La utilidad y la prioridad de muchas de las obras públicas no han sido debidamente debatidas en el Congreso. Por otro lado, se pretende que las deudas asumidas por el Estado en materia de obras públicas no sean computadas como tales, sino como préstamos hechos por el sector público como adelantos a proveedores y contratistas. Se trata de un modo de enmascarar las estadísticas públicas, al fingir que la deuda pública no crece, que no hay déficit y que se reduce o mantiene la relación entre deuda y producto bruto.

En el pasado reciente se utilizó ese mecanismo para hacer creer que no eran gastos los subsidios para mantener congelada buena parte de las tarifas eléctricas. Al sincerar esos datos se advierte que los ejercicios anteriores tuvieron menos superávit que el declarado y que la deuda siguió creciendo.

Con los mecanismos incluidos para financiar obras públicas en el proyecto 2011 pueden ocurrir cosas aún peores. Como lo que se pretende financiar son construcciones en manos privadas y ejecutadas por compañías muy ligadas al kirchnerismo, se puede instalar un colosal mecanismo de corrupción.

Las deudas, lo dice el proyecto, se tomarán en moneda extranjera. Los privados podrán gastar ese dinero sin controles estatales y sin licitaciones. Cualquier variación en el tipo de cambio hará que las compañías pidan, como mínimo, seguros de cotizaciones, lo que hará que licuen los pasivos, que serán asumidos por toda la sociedad.

El proyecto contempla una modificación de fondo en el orden legislativo vigente, al concederle al Ejecutivo facultades para endeudarse en los dos próximos ejercicios. Y, de hecho, recorta en un 40 por ciento el presupuesto destinado a la Corte Suprema de Justicia, como lo denunció el máximo tribunal.

También concede un enorme y discrecional poder al Ministerio de Planificación de alrededor de 26.000 millones de dólares. Sin contar las partidas asignadas a la cartera, el ministerio manejaría 104.000 millones de pesos por estos conceptos, cuando el gasto total previsto por el presupuesto no llega a los 373.000 millones. Sólo por deudas y avales que puede entregar a empresarios amigos, el ministro manejará el equivalente a uno de cada cuatro pesos del gasto presupuestado.

Otras intenciones, como la de volver a capturar una parte significativa de las reservas, pero esta vez para pagar deudas privadas, muestran que el Gobierno no quiere una política fiscal responsable y pretende continuar el gasto y la emisión monetaria, principal causa del incremento de la inflación. Un ejemplo es el artículo 69, que propone liberar por un año más a las provincias de las restricciones de la ley de responsabilidad fiscal.

El proyecto tiene, por si fuera poco, intenciones claramente anticonstitucionales, cuando pretende, en el artículo 73, que se faculte al Ejecutivo a crear un cargo más a los consumidores de gas natural para construir el Gasoducto Noroeste Argentina.

El Ejecutivo no sólo quiere que el Congreso le delegue la facultad de decidir el monto, la duración y las exenciones del tributo, lo cual claramente es delegación de facultades tributarias, contraria a la Constitución, sino que también pretende que los recursos los administre la controvertida y deficitaria empresa energética Enarsa, que pese a ser propiedad del Estado se maneja como si fuera privada, arrogándose el derecho a no ser sometida a la legislación de supervisión. Así, Enarsa podrá ejecutar el gasoducto sin necesidad de hacer licitaciones y sin limitaciones para adjudicar fondos a empresarios amigos del poder.

Otro cargo más se solicita para extender redes de gas, con iguales facultades extraordinarias. Se trata, una vez más, de la solicitud de superpoderes para continuar con la ruinosa política energética actual. El proyecto de presupuesto 2011 pide la creación de nuevos tributos, fondos para pagar importaciones de energía y combustibles, superpoderes y facultades administrativas especiales para financiar obras en manos de amigos.

Nuevamente, el Gobierno quiere imponer las medidas sin discutirlas y utilizar los fondos sin rendir cuentas.

Ecuador: ¿otra Honduras?

Por Hugo Latorre Fuenzalida


Fresca está la experiencia triste del caso Honduras cuando llega esta arremetida levantisca en Ecuador. Lo curioso de este problema es la coincidencia que se trata de países con dos presidentes claramente progresistas en esta región lationoamericana.

Ya Chávez tuvo lo suyo, cuando Carmona “el breve” se alzó junto a unos pocos empresarios y militares contra el presidente bolivariano, con resultados distintos a los del malogrado presidente Zelaya, quien fue definitivamente desbancado por los golpistas, envalentonados ante la postura timorata de los gobiernos democráticos y por la testarudez de EE.UU., que cree más en el unilateralismo derechista que en la pluralidad de opciones democráticas en su patio trasero.

Tanto Chávez como Correa han sido apoyados por sectores democráticos de las FF.AA., lo que habla de una perspectiva positiva para la Región, pues ello hace ver que el “gorilismo” reaccionario está siendo reemplazado por unas fuerzas armadas más sólidamente ancladas en los principios institucionalmente democráticos.

Honduras deberá aprender la lección y nunca más debe aceptarse livianamente a un presidente elegido en las circunstancias derivadas de un golpe de estado. No debe ser “blanqueado” en legitimidad por una elección citada por los golpistas a poco tiempo de efectuado ese golpe, pues se sabe que el temor de la población deslegitima cualquier resultado.

Indudablemente, en el caso de Ecuador, el levantamiento de la policía por temas reivindicativos, corresponde a una simple disculpa para destruir el sistema democrático y luego mañosamente transar nuevas elecciones con el aval de los que estén dispuestos a prestarse a un segundo capítulo de una infamia exitosa, como ya la tenemos instalada en Honduras.

Alegra esta reunión de urgencia de UNASUR; lo que queda por ver es qué efectividad tienen estas reuniones, porque también hubo UNASUR en el caso Honduras; también hubo OEA, en el caso Honduras y ninguno fue suficiente para enfrentar el cambio de postura del gobierno del Norte, quien presionó para legitimar una salida electoral, alentada desde el golpismo y desechar el forzamiento de una restitución del poder legítimo, que habría sido la única señal clara y contundente contra los golpistas agazapados de esta región tan acendradamente conspirativa.

Ahí están las consecuencias de una inconsecuencia; ahora en Ecuador los golpistas creen poder repetir con éxito lo que se permitió hacer y obrar en Honduras. Ya se abrió la compuerta, ahora es cosa de echar a correr nuevos caudales. Ese debe ser, necesariamente, el razonamiento de quienes repelen la democracia y más si esta democracia tiene perfume popular o social.

América Latina sigue en emergencia. Desde los golpismos de los 70 y la crisis enorme de los 80, esta Región no ha superado las crisis de desarrollo ni las de institucionalidad.

En el respiro democrático de los 90 y primera década del siglo XX, lo que se eliminó en tiranía política se ha reemplazado por una especie de despotismo económico. Somos una Región con grandes y crecientes sectores que se sumergen en la pobreza y la desesperanza; los gobiernos han sido desplazados a funciones subalternas y el Estado carece de recursos para cumplir una mínima función integradora.

La llamada “subsidariedad” del Estado, se ha convertido en una total inhabilitación del Estado, y en una sociedad moderna, un Estado paupérrimo, disminuido o precario constituye la mejor garantía de que se arriesga derivar a una sociedad autoritaria y antidemocrática. Los poderes que hoy manejan la economía no aceptan las interferencias odiosas de la política, menos si son populares o con sentido de responsabilidad nacional y social. Desean tener todas las manijas bajo su control, demás está decir que tienen poder y apoyos suficientes para intentar las aventuras golpistas. El usar las reivindicaciones económicas por parte de las policías o los militares es una excusa que ya la hemos conocido en Chile. Bien se sabe que el objetivo es otro, como lo ha denunciado el mismo presidente Rafael Correa de Ecuador.

A América Latina le queda mucho para ser una Región donde los países se soporten en Estados integradores, con institucionalidad insobornablemente democrática. Si no nos respetamos hacia nuestra interioridad, difícilmente nos respetarán quienes desde fuera nos prefieren débiles.

El comandante de la Policía de Ecuador, Freddy Martínez, dimitió a su cargo, dijo el viernes un portavoz de la entidad, tras una sublevación de efectivos de la fuerza pública que terminó en un violento enfrentamiento con militares.


El comandante de la Policía ecuatoriana, Freddy Martínez, dimitió a su cargo tras la rebelión de ayer.
Foto El Comercio de Quito

jueves, 30 de septiembre de 2010

Rescatado el Presidente Correa que regresó sano y salvo al Palacio de Gobierno

Vincular con informaciones anteriores sobre el intento golpista

Con un casco, una máscara antigases y en silla de ruedas, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, abandonó hoy el Hospital Policial en que se mantuvo en toda esta jornada de crisis por la sublevación de policías de tropas y algunos sectores militares que reclaman beneficios salariales, informó desde Quito la agencia DPA.

Tras una fuerte balacera entre militares y policías, las Fuerzas Armadas lograron controlar la situación e ingresaron al Hospital donde actuaron en coordinación con la Policía para proteger la integridad del Mandatario. En fuentes del Palacio Presidencial se informó esta noche que la balacera y los incidentes registrados durante el dia dejaron un saldo de dos muertos y 37 heridos.

El mandatario fue conducido al Palacio Presidencial de Quito, en la ciudad vieja, donde fue esperado por cientos de sus partidarios.

Correa estuvo por casi nueve horas en el lugar donde fue atendido por un cuadro de asfixia causado por los gases lacrimógenos.

Esta noche el Hospital se convirtió por más de veinte minutos en en escenario de una guerra campal de los uniformados ante el desconcierto de civiles que respaldan al Mandatario.

Dos camiones con decenas de militares protegidos por escudos antimotines y fuertemente armados ingresaron al Hospital entre las balas y bombas lacrimógenas de respuesta a su presencia de parte de los policías insubordinados y cámaras de televisión captaron inclusive a civiles disparando armas de fuego.

Fue un enfrentamiento entre militares y policías. La situación se mantuvo muy confusa en un hecho inédito de violencia en Ecuador, a pesar de que desde 1997 han caído tres mandatarios antes de finalizar sus periodos de gobierno.
 
Correa tras llegar al Palacio Presidencial sano y salvo pronunció un nuevo discurso.
 
Atacado Canal de Televisión
 
Durante el atardecer en Quito, las instalaciones del canal público de televisión de Ecuador fueron atacadas y ocupadas en Quito en momentos en que emitía información sobre una rebelión de policías y militares, según imágenes retransmitidas por la estación.

Decenas de personas destruyeron las puertas de vidrio del edificio de ECTV e irrumpieron en la sala de noticias después de que el presidente Rafael Correa denunciara que su gobierno enfrenta un intento de la oposición para derrocarlo y decretara el estado de excepción.

“ La gente está disconforme y debe ser tomada en cuenta para hacer las leyes ”, dijo María Alejandra, una estudiante universitaria de Derecho que fue entrevistada por ECTV tras ingresar a la fuerza.

La señal de la estación se interrumpió sin explicación, siendo retomada por Gama TV, otro medio público y cuya señal es divulgada por todas las televisoras y radios acatando una orden del Ejecutivo.

Previamente, ECTV denunció que policías en rebelión intentaban interrumpir sus transmisiones.

“ De un momento a otro podríamos quedarnos sin señal ” , dijo el presentador al indicar que uniformados habían ingresado hasta las instalaciones de las antenas de transmisión de las estaciones de televisión y radio, ubicadas en una montaña a cuyos pies se encuentra Quito.

Oficial: 2 muertos y 37 heridos

Dos muertos y 37 lesionados dejó  hoy la rebelión de policías y militares de Ecuador en protesta por una ley que les reducirá sus beneficios económicos, se informó oficialmente.

Sin embargo, la Cruz Roja señaló que durante la jornada había atendido a 50 personas que presentaron emergencias médicas por asfixia a causa del gas lacrimógeno, impactos de perdigones y de bombas lacrimógenas. Este informe agregó que también hay heridos en otras ciudades donde se reportaron protestas de los uniformados.

A raíz de la sublevación, el presidente Rafael Correa denunció que su gobierno enfrentó un intento de golpe de Estado de la oposición y sectores de las Fuerzas Armadas y la Policía cercanos al ex mandatario Lucio Gutiérrez, un coronel retirado del Ejército derrocado en abril de 2005.

El Ejecutivo decretó el estado de excepción para que los militares asuman las labores de los policías en rebelión, que ocuparon un regimiento y la sede del Legislativo en Quito.

Lo dijimos: La Sra. K no va a extraditar a Apablaza

Por Walter Krohne

Lo dijimos ya en otro comentario el 21 de septiembre último:  la presidenta Cristina Fernández de Kirchner obviará la extradición del ex frentista Sergio Galvarino Apablaza Guerra mediante la aprobación de una petición de asilo político que el ex guerrillero había presentado en 2004.  En esa ocasión dimos tres sólidos argumentos:

En primer lugar, antes de que la Corte Suprema argentina diera luz verde a su extradición, el 14 de septiembre de 2010, Apablaza estaba esperando desde hacía bastante tiempo una respuesta de la Comisión Nacional de Refugiados de Argentina (CONARE) que hoy fue conocida en Buenos Aires y fue positiva. Ahora el gobierno transandino tiene un motivo concreto para incumplir la resolución judicial de entrega de Apablaza a las autoridades judiciales chilenas. Así se confirmó que el ex guerrillero es prófugo de la justicia chilena y a la vez un protegido del gobierno argentino.

En segundo lugar, el caso originó en Argentina una controversia entre el gobierno y la oposición. Esta última demandó abiertamente al gobierno  la entrega de Apablaza a las autoridades chilenas. Esto era "imposible" porque el oficialismo escucha atentamente a los grupos de derechos humanos e izquierdistas, opuestos a la entrega del ex guerrillero chileno, y que además son seguidores y hasta amigos del esposo de la Presidenta, Nestor Kirchner, quien ya está en campaña dentro de sus planes de postular nuevamente a la Presidencia para sustituir a su esposa Cristina (alianza K&K). La opositora Unión Cívica Radical (UCR), segunda fuerza parlamentaria de Argentina, pidió al Gobierno de Cristina Fernández que concediera “inmediatamente la extradición” del ex guerrillero chileno.

Tercero, Apablaza -que padece una enfermedad grave- está radicado desde 1998 en la localidad bonaerense de Moreno, en donde vive con su esposa y sus hijos argentinos, como informó esta noche el diario Clarin. Este es el único argumento humano y no político que tiene la Presidenta.

Hoy las cartas están ya jugadas y ciertamente todo esto tendrá un precio para el gobierno transandino. Entre países vecinos que hablan continuamente de integración y de hermandad, eso no se hace. En pocas palabras los daños serían mayores que el “gustito” de decir que no a un gobierno “amigo” para favorecer, por razones electorales, a izquierdistas con cuentas pendientes ante la justicia.

En política todo tiene un precio y no sería extraño que en este caso se produzca un deterioro de las relaciones entre ambos países, al menos durante el gobierno de la Sra. K que termina el 2011.

Ciertamente la presidenta, mal asesorada, ha confundido una política de gobierno con una política de Estado, porque existe un principio irrebatible que indica que un ex guerrillero como Apablaza, con delitos pendientes y con una resolución a favor, dictada por la Corte Suprema de Argentina, no pueda o no deba ser extraditado por el gobierno. En Chile se le esperaba para que respondiera sobre su responsabilidad en el asesinato del senador pinochetista Jaime Guzmán y también en el secuestro de Cristián Edwards, hijo del propietario del diario El Mercurio Agustín Edwards, ambos hechos ocurridos en 1991.

No puede ser una política de Estado la protección de un personaje como Apablaza, ni menos cuando existe una relación entre dos estados reconocidamente democráticos. Esta parece ser más bien una política barata y electorera de los Kirchner.

La misma Presidenta Fernández, cuando se reunió con su colega chileno Sebastián Piñera en el Palacio de La Moneda en Santiago, el último 18 de septiembre, dio a entender que el caso era complicado, sin comprometerse a nada, y manifestando su incomodidad por dicha conversación y el posterior “acoso” de la prensa. Como no podía  prometer nada, Cristina sólo se limitó a pedir respeto por “el orden jurídico de cada país”.

Lo que le ocurrió en Santiago se repitió, pero al revés, en la Asamblea General de las Naciones Unidas la semana pasada en Nueva York, cuando la Presidenta volvió a recibir la negativa del gobierno iraní para extraditar a los acusados por el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, ocurrido el 18 de julio de 1994 (85 muertos y 300 heridos).

Sin embargo, en su discurso ante el foro mundial, la presidenta sorprendió cuando ofreció a Iran que para destrabar el conflicto entre ambos países por AMIA "la elección de un tercer país servirá para teminar con las excusas de la no neutralidad, con la coartada que se nos quiere imponer de que [los acusados] no van a poder ser sometidos a un juicio imparcial. Ello nos va a permitir salir y encauzar una conflictividad que tenemos que resolver en el marco de la justicia y la legalidad", declaró.

Ante una pregunta que le hizo un periodista en una conferencia de prensa que ofreció la mandataria posterior a su discurso, rechazó tajantemente comparar el conflicto iraní con el que tiene con Chile por el tema de Apablaza. "Este asunto no se puede resolver con un mecanismo similar al propuesto a Irán. No hay puntos de contacto entre una cosa y la otra. Lo que tenía para decir ya se lo dije a (Sebastián) Piñera (Presidente de Chile)", explicó un poco molesta.

¿Acaso no hay similitud entre un caso de extradición  y otro? ¿No se origina el caso Apablaza también en una desconfianza de los K con la justicia chilena, presionados por los grupos de derechos humanos? ¿Estaría de acuerdo  la Sra. K que en este caso se buscara también un  tercer país para procesar a Apablaza?

Respaldo latinoamericano y mundial a la democracia ecuatoriana y al Presidente Rafael Correa

Un amplio y masivo rechazo al intento de golpe de Estado en Ecuador se escuchó hoy en todo el mundo, especialmente en América Latina, donde esta noche se reune en Buenos Aires la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y durante gran parte del día ha sesionado en Washington, en forma extraordinaria, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La OEA aprobó hoy por aclamación una resolución que respalda por unanimidad "al Gobierno Constitucional de Rafael Correa" y repudia "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" en Ecuador. En la reunión extraordinaria los países miembros pidieron además al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, "que brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno de Ecuador", tras las protestas de policías y militares que se tomaron la Asamblea General.

Insulza declaró por su parte que “tengo la sensación que esto no tiene la gravedad, desde un punto de vista militar, que se le dio en un primer momento, pero no cabe duda que hay mucha confusión", aunque "el riesgo (de un golpe) siempre existe", señaló.

"Esto parece una insurrección de un sector de la Policía pero no se puede descartar que haya detrás de esto fuerzas que quieran desestabilizar el orden constitucional", añadió.

Según Insulza, la rebelión de un cuerpo armado "ya es una grave amenaza a la democracia que es condenable de por sí".

La Unasur

Los Jefes de Estado de Unasur viajan urgentemente esta noche a Buenos Aires para seguir la situación ecuatoriana, anunció hoy el presidente venezolano Hugo Chávez.  Los países integrantes de Unasur son
Perú, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela, Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Paraguay, Surinam y Uruguay (los últimos cinco no han ratificado el acuerdo).

El secretario general de este organismo, Néstor Kirchner, advirtió, por su parte,  que “el voto popular es el único camino legitimo para la toma de decisiones en nuestras sociedades". El ex presidente argentino (2003-2007) lamentó el intento de "sublevación al orden constitucional de sectores corporativos de las fuerzas de seguridad" de Ecuador, donde cientos de policías y militares protestan en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales aprobado por la Asamblea Nacional.

"Sudamérica no puede tolerar bajo ningún aspecto que los Gobiernos elegidos democráticamente se vean vistos presionados y amenazados por sectores que no quieren perder privilegios y prebendas", señaló Kirchner en un comunicado divulgado por la agencia estatal argentina Télam.

Mientras tanto, el embajador ecuatoriano en Caracas, Ramón Torres, afirmó que el Gobierno del presidente Correa "no admite chantajes”, y que la crisis desatada en ese país “deberá ser tratada” por los canales institucionales al participar en una reunión en Caracas de los embajadores de los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) citada para analizar la situación de crisis acuatoriana. Ecuador forma parte de la ALBA, grupo impulsado por Venezuela y Cuba, que integra también a Bolivia, Nicaragua y pequeñas naciones caribeñas.

Europa

Desde Europa se conocieron múltiples declaraciones de distintos gobiernos de la Unión Europea (UE) como de España, donde el ministro del Exterior Miguel Angel Moratinos, declaró que España movilizará todo su arsenal diplomático para defender la legalidad constitucional y al Ejecutivo encabezado por el Presidente Correa”.

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, mostró hoy su "pleno apoyo" a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y a su Gobierno "democráticamente elegido" al tiempo que condenó "los intentos de cambiar el orden constitucional". En una nota emitida por la Presidencia gala señaló que Sarkozy "sigue con la mayor atención y con una viva preocupación la situación de Ecuador" tras la protesta policial que ha generado un gran caos en el país y ha obligado a decretar el Estado de excepción.

Igualmente la Unión Europea envió un saludo al presidente Rafael Correa, rechazando el intento golpista y  manifestando su apoyo al estado de derecho y a la democracia.

América Latina
Venezuela

El presidente venezolano, Hugo Chávez, llamó a “los hermanos militares que no permitan que masacren al pueblo, ni un golpe de Estado ni menos la muerte del presidente Correa por esas manos enemigas del pueblo. Tengo la hipótesis de que los militares no se van a prestar para un golpe de Estado ni van a permitir que sea agredido o asesinado el presidente o masacrado el pueblo o derrocado un gobierno democrático y progresista", dijo Chávez.

Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechazó "categóricamente los acontecimientos que sectores retrógrados y antidemocráticos están imponiendo al hermano pueblo ecuatoriano”. El líder sandinista expresó su rechazo contra "la situación que fuerzas derechistas ecuatorianas alentadas por los sectores mas reaccionarios de los Estados Unidos han generado en ese país hermano".

Costa Rica
El Gobierno de Costa Rica repudió hoy los hechos ocurridos en Ecuador y expresó su solidaridad con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien ha calificado la situación como un intento de golpe de Estado. "Costa Rica, una democracia desarmada unilateralmente, condena toda tentación de golpe de Estado y reafirma sus convicciones a favor del diálogo y la institucionalidad democrática", indicó la cancillería en un comunicado.

Paraguay

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó hoy su rechazo ante la "sublevación de sectores armados" que afronta el Gobierno de Ecuador y condenó a los que buscan desestabilizar la democracia en ese país. "Paraguay expresa su más enérgico rechazo ante la sublevación de sectores armados de la República hermana y amiga de Ecuador, condena a los golpistas y manifiesta su solidaridad con el presidente Rafael Correa", aseveró Lugo en una nota reproducida por la Presidencia.

México

El Gobierno mexicano manifestó hoy su respaldo al presidente de Ecuador, Rafael Correa, y expresó su confianza en que las instituciones de ese país suramericano encuentren una solución ante la crisis política que vive tras una protesta policial. "El Gobierno de México expresa su preocupación por los hechos ocurridos hoy jueves en la República de Ecuador y que pueden afectar la vida institucional en ese país hermano", dijo la cancillería mexicana en un breve comunicado.

Cuba

El Gobierno de Cuba condenó hoy "el golpe de estado que se desarrolla en Ecuador", expresó su "completo respaldo" al presidente Rafael Correa y emplazó a Estados Unidos a pronunciarse contra la intentona golpista porque "una omisión lo haría cómplice". El canciller Bruno Rodríguez leyó en La Habana ante corresponsales un mensaje del presidente Raúl Castro donde se expresa el "enérgico" rechazo de Cuba a la intentona golpista de "la oligarquía y grupos conspiradores" de Ecuador. En opinión del Gobierno cubano, lo que sucede en Ecuador responde a un interés por impedir "avances de procesos independientes y transformadores" que se desarrollan en la región. Cuba considera que se pretende "silenciar la voz de Ecuador y de su presidente Correa en su denuncia y enfrentamiento a la política intervencionista" de Estados Unidos en la región. "Intentos desestabilizadores como éste sólo buscan retrotraer a nuestra región a la época de golpes de estado, ahora bajo fórmulas distintas, pero en definitiva lo que se proponen es restaurar la dominación del imperialismo y las oligarquías", leyó el canciller.

Chile

El presidente Sebastián Piñera expresó "nuestro total respaldo al orden constitucional ecuatoriano y rechazamos tajantemente el intento de golpe".



Perú 

El Presidente Alan García expresó un rechazo enérgico a cualquier acto de insurgencia contra el poder elegido en Ecuador. Dispuso el cierre de la frontera para el comercio con Ecuador hasta que se aclare  la autoridad democrática de Rafael Correa. Estas acciones dirán a los golpistas, que no es fácil dar golpes de Estado en estos momentos, sostuvo, el Mandatario. El Gobierno del Perú respalda plenamente el derecho democrático y la autoridad democrática del presidente de Ecuador, Rafael Correa”.

Colombia

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, apoya la convocatoria "urgente" de la Unasur para buscar una solución a la crisis desatada hoy en Ecuador por una protesta de policías que el Gobierno ha descrito como un intento de golpe de Estado. Según un comunicado difundido por la Presidencia colombiana, Santos "ha conversado telefónicamente" con la mandataria argentina, Cristina Fernández, "y ha apoyado la convocatoria urgente de los países de Unasur" (Unión de Naciones Suramericanas) para "la búsqueda de una solución" a la "difícil" situación en Ecuador.

Bolivia

El presidente de Bolivia, Evo Morales, condenó la "vergonzosa conspiración" que enfrenta hoy su colega de Ecuador, Rafael Correa, que en su opinión está dirigida a dar un "golpe de Estado". “Este es un nuevo intento por evitar a la fuerza y por la violencia, como ocurrió en Honduras, el imparable cambio revolucionario en toda América Latina", dice una carta enviada por Morales a Correa. "Bolivia rechaza estos afanes golpistas en el Ecuador y ratifica su total respaldo a la democracia, al pueblo y al presidente Correa", agrega la misiva, divulgada por el Palacio Presidencia.

Brasil

El canciller de Brasil, Celso Amorim, se comunicó hoy con su homólogo de Ecuador, Ricardo Patiño, a fin de expresarle su "solidaridad" con el Gobierno y "la democracia" de esa nación, ante las protestas convocadas por policías y militares. Amorim "tomó conocimiento con preocupación de las manifestaciones en Ecuador", dice una nota divulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores. El comunicado señala que Amorim, quien se encuentra de visita en Haití, se comunicó telefónicamente con Patiño desde Puerto Príncipe y le transmitió "el total apoyo y solidaridad de Brasil al Gobierno del presidente Rafael Correa y a las instituciones democráticas" de esa nación andina. También explica que Amorim "mantiene informado" al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, "sobre gestiones en curso para una respuesta firme y coordinada del Mercosur, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (OEA)".

Apablaza recibió asilo político en Argentina - No hay confirmación en Chile

El gobierno argentino le concedió esta tarde refugio al ex guerrillero chileno Sergio Galvarino Apablaza, cuya extradición había reclamado la administración de Sebastián Piñera y los principales dirigentes políticos de ese país a la presidenta Cristina Kirchner, informó en forma exclusiva el diario El Cronista de Buenos Aires.

La justicia chilena investiga a Apablaza por el asesinato de un senador pinochetista, ocurrido en 1991, luego de la restauración democrática. Con el estatus de refugiado, Apablaza no podrá ser extraditado para ser juzgado en Santiago.

Según informaron fuentes del Gobierno a Cronista.com, la decisión fue comunicada hoy a las 15 horas, al propio Apablaza luego de la reunión de la Comisión Nacional para Refugiados (CONARE), que comenzó al mediodía en el Ministerio del Interior.

La resolución se conoció poco después de que el Senado chileno reclamara a sus pares argentinos gestiones para acelerar la extradición del ex guerrillero y dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

Apablaza -que padece una enfermedad grave- está radicado desde 1998 en la localidad bonaerense de Moreno, en donde vive con su esposa argentina y sus hijos.

Intento de golpe en Ecuador - Presidente está herido y "secuestrado" - Declaran el estado de excepción


Rafael Correa

Una sublevación de la Policía Nacional, con características de intento de golpe militar,  se registró hoy en Ecuador con la toma de cuarteles en todo el país, la ocupación del aeropuerto internacional Mariscal Sucre y un ataque físico contra el presidente Rafael Correa, quien resultó lesionado como consecuencia de un ataque con bomba lacrimógena.

El gobierno decretó el estado de excepción por siete días en todo el territorio nacional y encargó la seguridad del país a las fuerzas militares, cuyo alto mando le dio todo su apoyo al presidente y Jefe de Estado, como lo expresó el Jefe del Comando Conjunto, general Luis González. "En el país se vive un Estado de Derecho y las Fuerzas Armadas son fieles al Presidente de la República".  En esta forma, la fuerza y apoyo que puedan recibir los policías sublevados parece ser muy frágil, aunque hay un grupo de 120 militares que apoyan el movimiento de los policías.

Las actividades rebeldes se iniciaron a las 8 horas (hora ecuatoriana) en Quito y en otras ciudades del país en protesta por la aprobación en el Congreso Nacional del veto presidencial a la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa que eliminó beneficios económicos para los miembros de las Fuerzas Armadas. La huelga de policías se mantiene hasta ahora.


Manifestación policial en Quito
 Por su parte, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, llamó a la población a dirigirse al hospital de la Policía, en Quito, para "rescatar" de allí al presidente del país, Rafael Correa, amenazado por policías que intentan llegar a su habitación."Nos ha dicho que hay gente que está intentando meterse por los techos para afectar su integridad personal", dijo Patiño, desde un balcón del Palacio de Gobierno, a un nutrido grupo de simpatizantes del movimiento oficialista Alianza País.

Entretanto, unos 150 miembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) ocuparon el aeropuerto internacional Mariscal Sucre. Las actividades en este terminal aéreo están suspendidas.

Estado de Excepción

El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en rueda de prensa en el Palacio de Gobierno que se declaraba el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad interna y externa del Estado

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha acusado a la oposición de intentar derrocarle con un golpe de Estado y confirmó que está estudiando la posibilidad de disolver el Parlamento en medio de graves protestas policiales.

Un grupo de policías ocupó la sede de la Asamblea Nacional, en Quito, e impidió el ingreso o salida de las personas que allí trabajan. Varios legisladores han denunciado que fueron desalojados por los agentes del lugar donde tienen sus oficinas de trabajo. En la sede parlamentaria se encuentra un grupo de policías que no deja ingresar a ninguna persona. Cientos de policías realizaron allí por la mañana una manifestación de protesta.

¿Secuestrado el Presidente?

Correa explicó la situación vivida desde el mismo hospital. En una entrevista telefónica, dijo: "Hubo una bomba que estalló a pocos centímetros de mi rostro. En estos momentos estoy con un suero y hielo, recuperándome".

El presidente afirmó que sus allegados le han informado de que los policías han cercado los alrededores y revisan las ambulancias para constatar si va en una de ellas. "Sería un secuestro del presidente de la República... sería el colmo de la traición a la patria".

Sobre las razones de la huelga, añadió que se trata de una serie de desinformaciones, que los sueldos no se reducirán sino que se triplicarán. "La ley establece que habrá compensaciones para aquellos que tienen que trabajar horas extra. Esto es una conspiración permanente de los que no pueden ganar en las urnas".

El presidente Correa llegó esta mañana al Regimiento Quito Número 1, al más grande del país, para intentar dialogar con los amotinados, donde pronunció un encendido discurso ante cientos de policías diciendo que “no daré ni un paso atrás, si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa y si quieren traicionar su misión de policías, traiciónenlos".



Gustavo Jalkh 
 El mandatario llegó al lugar acompañado del ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh y desde una de las ventanas del cuartel y, tras quitarse la corbata y abrirse la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas,  pronunció su discurso: "Señores si quieren matar al presidente, aquí está, mátenlo si les da la gana, mátenlo si tienen poder, mátenlo si tienen valor en vez de estar en la muchedumbre cobardemente escondidos. ¡Si quieren destruir la patria, aquí está!, pero este Presidente no dará ni un paso atrás", dijo Correa visiblemente exaltado al asegurar que su Gobierno seguirá "con una sola política de justicia, dignidad".

"Si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa, si quieren traicionar su misión de policías, su juramento, traiciónenlo, pero este presidente y este Gobierno seguirán haciendo lo que tiene que hacer", añadió Correa. "Si quieren destruir la patria, destrúyanla, pero este presidente no da ni un paso atrás. Viva la patria", finalizó Correa.

El hospital donde se encuentra Correa está rodeado por policías y manifestantes que impiden salir al mandatario. "Me dicen que han cercado los alrededores", dijo el propio Correa a la Radio Pública.

Los policías de tropa, que escondían sus rostros de las cámaras, también incendiaron neumáticos en las afueras del regimiento para agudizar la protesta, inédita en Ecuador. En medio de las protestas, los policías pedían a gritos a los militares que apoyaran el movimiento considerando que también a las Fuerzas Armadas afecta la decisión de eliminar incentivos económicos en los ascensos y que se haya ampliado el plazo para los mismos.

Jefe del Comando Conjunto, Luis González
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, general Luis González, dijo que los militares "están subordinados a las órdenes de su comandante en jefe, el presidente Rafael Correa", al resaltar que "Ecuador vive un estado de derecho". El alto militar señaló que las Fuerzas Armadas deben resguardar la seguridad interna y externa, por lo que tomarán "las medidas que correspondan y las que pida el gobierno".

Concentración de uniformados rebeldes
Los uniformados se concentran en un cuartel del norte de la ciudad, donde lanzan arengas contra el proyecto oficial aprobado por la Asamblea, que derogó disposiciones que reconocían el pago de bonificaciones, comisiones o estímulos económicos por el cumplimiento de años de servicio o condecoraciones.

“La tropa unida jamás será vencida”, gritaban al unísono los agentes, algunos de los cuales llamaron a los militares a unirse a la manifestación, lo que han conseguido parcialmente.

El diario Ultimas Noticias de Quito informó que a las 10:38 (hora ecuatoriana), el Presidente se lanzó por el muro del Regimiento Quito No. 1 hacia el Hospital de la Policía, en la av. Mariana de Jesús y Occidental, con ayuda de su escolta, y que tiene una altura de aproximadamente tres metros. Correa permanece hasta el momento asilado en el área de emergencias de esta casa de salud con una herida en la ceja y con ciertas complicaciones en su rodilla que recientemente fue operada.

Mientras tanto los manifestantes continúan con sus consignas de "fuera la cúpula policial" y "Correa mentiroso", frente al hospital. A las 11:16 ingresaron dos ambulancias, aparentemente para sacar al Primer Mandatario.

Se conoció, además, que un miembro de la escolta presidencial presenta hematomas en el rostro. Fue evacuado por la parte trasera del Regimiento Quito No.1 hacia un centro de salud, aún desconocido. Fue víctima de las bombas lacrimógenas lanzadas por los policías manifestantes.

Los manifestantes permanecen a la salida del Hospital de la Policía para impedir una posible salida de Correa.

Un oficial de la Fuerza Áera ha comunicado a Teleamazonas que militares han decidido apoyar a los policías en su levantamiento y por el momento se hallan organizándose

Por otro lado, se ha confirmado la toma del cuartel Quitumbe de la Policía Nacional y de algunas de las instalaciones de la Terminal terrestre, ambas ubicadas en el sur de Quito.

Altos mandos policiales han determinado el desalojo de los miembros que están levantados en protesta, mediante acción de las fuerzas élites de la Poilicía Nacional como son los comandos GIR (Grupo de Intervención y Rescate) y GOE (Grupo de Operaciones Especiales). Sin embargo estos grupos se han negado ha actuar en contra de sus compañeros, informó el diario Ultimas Noticias.

En Guayaquil, en el Cuartel Modelo incluso ya se han registrado lanzamiento de gases lacrim
ógenos. De igual manera se han registrado agresiones a oficiales, a los que los han catalogado de "traidores".

Médicos sin control: Los dueños de la salud pública en Chile

Por Juan Pablo Figueroa Lasch (*)
CIPER.

Fotos: José Miguel Méndez 
Faltando 25 minutos para las 10:00 del 29 de diciembre (2009) el doctor Rubén Fontalva se acercó a la pequeña mesa apostada afuera de la secretaría del servicio de medicina del Hospital San Borja Arriarán. Abrió la carpeta que estaba sobre ella, sacó un lápiz, miró la hora en su muñeca y firmó. Luego hojeó las páginas de registro de entrada y salida de días anteriores. Rellenó una, después otra y las dos siguientes. Cerró la carpeta, guardó el lápiz y entró a conversar unos minutos con el jefe de servicio. Además de firmar asistencia de cuatro días en menos de un minuto, la hora que anotó en la página -8:30- y que presenció CIPER aquel día, no corresponde a lo que marcaba el reloj: 9:35.

No sólo Fontalva empezó a atender con atraso a los pacientes con hora solicitada desde hacía meses. Antes que él, ya habían pasado por el registro de ingreso otros 15 médicos. Cuatro lo hicieron antes de las 8:00. Los demás fueron firmando a medida que llegaban. Sólo uno de ellos marcó la hora que marcaba el reloj: el doctor Carlos Peña. CIPER pudo constatar en terreno que esa misma conducta se repite cada día. Y se sigue repitiendo tanto ahí como en cualquier otro hospital del país.

A través de la Ley de Transparencia, CIPER obtuvo copia de los libros de asistencia de 2009 de cinco de los principales hospitales de Santiago. Uno de ellos es el San Borja. Los otros son el Barros Luco, Félix Bulnes, Salvador y Sótero del Río. Entre los cinco suman 3.141 camas, una dotación aproximada de 2.000 médicos y casi 67.000 pacientes en lista de espera para consultas de especialidad o cirugías electivas. Su población beneficiaria supera los cuatro millones de personas -más del 23% de la población nacional- que corresponden al sector más vulnerable del país.

Muchos médicos omiten sus horas de salida. Imposible saber si los días que firman cumplen o no con su jornada. Otros desaparecen durante semanas o meses de los registros sin que quede justificación. Algunos aprovechan de firmar semanas completas en un solo día. O marcan las horas que les exige el contrato, pero no las que marca el reloj. Y no son pocos los que se escapan a atender pacientes en sus consultas particulares o clínicas privadas.

La Contraloría

Siete meses después de que CIPER comenzara esta investigación, la Contraloría General de la República publicó un informe que detectó varias irregularidades en una inspección a 13 centros asistenciales del país. La auditoría confirmó otro hecho anómalo que ya habíamos constatado: varios médicos usan la infraestructura de los hospitales y su horario funcionario para atender pacientes privados. Y corroboró que no cumplen con las jornadas estipuladas en sus contratos, que no registran su ingreso o salida de los establecimientos y que, debido a esta misma falta de control, se pierde el rastro de algunos pacientes cuando, debido a la falta de camas, los derivan a unidades distintas sin dejar registro.

Según un estudio de la Subsecretaría de Redes Asistenciales en conjunto con el Banco Mundial, actualmente en el país hay un médico por cada 559 habitantes y el sistema público tiene un déficit de especialistas que alcanza al 40%. Eso, sumado a una deuda hospitalaria que según datos del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) a julio de este año era de $106.591 millones (de la cual el 41,9% corresponde a los Servicios de Salud Metropolitanos), ha transformado a la falta de doctores y de recursos en el eje de la discusión sobre la crítica situación de la salud. Aunque todo eso es cierto, gran parte del problema tiene que ver con la gestión de un sistema que, más que en función de los pacientes, ha sido estructurado por y para los médicos.

-Esa es la cultura dentro del sistema: los médicos mandan en todo. Ellos tienen el sartén por el mango y hay que tener mucho cuidado cuando uno intenta enfrentárseles. Contra eso no se puede hacer nada. Son los “diostores” y la administración hace todo para su comodidad –dice un alto funcionario de la Subsecretaría de Salud que prefiere mantener su nombre en reserva.


Foto: José Miguel Méndez 

Muchos doctores dejan de cumplir sus jornadas para irse a atender pacientes particulares. CIPER constató que en el Hospital del Salvador hay médicos que llegan a firmar y luego se van a sus consultas particulares. En el Félix Bulnes hay varios cuyos horarios se superponen con los que deben cumplir en sus consultas particulares. Lo mismo pasa en el Sótero del Río, en el Barros Luco y en muchos otros hospitales del país.

Aunque los funcionarios lo saben, callan. Así funciona el sistema. Una enfermera de uno de los hospitales investigados por CIPER cuenta que cuando un médico no está en el policlínico y los pacientes que lo esperan preguntan, deben decir que está realizando visita en la sala de hospitalizados. A juicio de un alto funcionario del Ministerio de Salud, eso se explica porque “el personal de los hospitales le rinde pleitesía a los médicos”.

-El doctor es el que manda. Y el jefe del servicio médico es un Dios, respetado por todos. No es el jefe, sino la autoridad. Por eso el médico tiene una especie de mundo especial -agrega.

Leyes para los médicos

Aunque los doctores siempre han sido los reyes del sistema de salud, su diseño se ha ido modificando en su beneficio desde hace al menos tres décadas. Actualmente están regidos por dos leyes hechas completamente a su medida. La primera es la Ley 15.076, algo así como la norma madre para el estamento médico. En ella se establece, entre otras cosas, que para acceder a un cargo titular en el sector estatal el concurso puede ser público o interno. También que sus sueldos aumentarán cada tres años por el sólo hecho de permanecer en el servicio y que gozan de distintas asignaciones, lo que según la escala de sueldos vigente significa que en el primer año un profesional puede llegar a ganar poco más de un millón de pesos. Pero ahora esta norma sólo regula a los profesionales con contratos de 28 horas: los que cumplen turnos de urgencia.

Para los demás, con contratos de 11, 22, 33 ó 44 horas semanales, está la Ley 19.664, que flexibiliza la relación de la institución con el médico, dándoles mayor poder de decisión a los directores de hospitales o de servicio en cuanto al número de especialistas necesarios por establecimiento, el monto de pagos por estímulo y posibilidades para que los médicos distribuyan sus jornadas entre la salud estatal y la privada, donde sus ingresos pueden multiplicarse por tres.

Para evitar la fuga masiva al sector privado, los contratos del sector público se han estructurado de tal manera que no sean excluyentes entre sí. Según el estudio de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, el 24,8% de los doctores del sector público se rige por las dos leyes, al tener simultáneamente contratos de 22 y 28 horas, por lo que reciben dos sueldos. Pero a pesar de que hay dos marcos legales que regulan la actividad, los médicos gozan de total libertad.

Los privilegiados


Foto: Krohne Archiv
 Mientras todo el personal hospitalario debe marcar su asistencia a través de un sistema biométrico, los médicos son una excepción, porque todavía son “controlados” a mano, en libros o carpetas, que nadie revisa. Desde hace años los informes de Contraloría indican que el mecanismo es vulnerado. Hace casi una década se intentó iniciar un control de asistencia más uniforme para todos los funcionarios de los hospitales.

El ministro de Salud de este gobierno, Jaime Mañalich, intentó hacer lo mismo en julio de este año. Afirmó que el sistema actual “no tiene la rigurosidad de un sistema de marcado de tarjeta o huella digital” y se reunió con los directores de los Servicios de Salud para concordar un mecanismo que regule el control de los horarios. El rechazo ha venido desde el mismo Colegio Médico.

-Cuando un funcionario llega tarde o no aparece en el hospital, hay sanciones. Se les suman las horas no trabajadas y se les descuentan del sueldo. También se les hacen anotaciones en sus hojas de vida, disminuyendo las calificaciones que evalúa un comité calificador. Pero en el caso de los médicos no pasa nada. Nadie fiscaliza que lleguen a la hora, que cumplan su horario ni que firmen el libro cuando corresponde –cuenta un ex jefe de personal de uno de los hospitales investigados por CIPER.

En el Ministerio de Salud reconocen que eso ocurre porque los doctores “están considerados como un segmento aparte”: los jefes de servicio prefieren darle todas las comodidades antes de que el especialista se enoje y se vaya. Y esa flexibilidad se traduce incluso en contratos que, por “derecho”, se siguen pagando a pesar de no cumplirse.

La Ley 15.076 en su artículo 44 dice que todos los profesionales que cumplan 20 años en cargos de servicios de guardia nocturna y días festivos, quedan “exentos de la obligación de prestar dichos servicios y conservarán los derechos que esas funciones les conferían, cualquiera que fuere el cargo que actualmente desempeñan o pasen a desempeñar en el futuro estos profesionales funcionarios”. Eso significa que al cumplirse ese plazo, los doctores seguirán recibiendo el sueldo y los beneficios que tenían como encargados de turnos de urgencia, pero quedan libres de realizar los turnos de 12 horas en las noches y los fines de semana o festivos.

En las unidades de recursos humanos de los hospitales cuentan que el jefe de servicio es quien decide cómo se arman los equipos médicos, cómo se distribuyen las horas e incluso cuánto se paga, y que muchas veces lo hacen de manera informal, sin papeles de por medio ni registros de los trabajos realizados.

-Ni siquiera se cuestionan sobre los recursos disponibles y no se dan cuenta de que a veces esos acuerdos no son realizables. Entonces, uno ni se entera hasta que a fin de mes llegan a cobrar. Pero uno tiene que pagar nomás. Si le digo al jefe de servicio que a cierto doctor no le voy a pagar porque no ha ido o porque llega tarde, que en el caso de otro funcionario significaría sanción, me mandan a la “cresta”. Vaya o no vaya al médico se le paga igual. No hay nada que hacer –cuenta un jefe del área de personal de uno de los hospitales investigados.

No hay control posible. Así lo demuestran los contratos de la doctora Soledad Hidalgo, endocrinóloga del Hospital San Borja. El primero data de 1999, como doctora titular (indefinido) por 33 horas. Pero durante 2009 sumó un nuevo cargo por 22 horas. En suma, los convenios que tenía con el Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), le habrían hecho tener que cumplir 55 horas semanales, algo así como 11 horas diarias cinco días a la semana. Además de ser un convenio ilegal, según lo que registra en el libro de asistencia sólo cumplía el de 22 horas. Y es imposible que haya cumplido el otro: en las tardes atiende a sus pacientes privados en las clínicas Avansalud o Las Condes.

La transformación del sistema de salud en Chile

El cambio que vino en 1979 con la promulgación del Decreto Ley 2.673 transformó al sistema de salud en Chile. Al tiempo que se creaba Fonasa como continuador del Servicio Médico Nacional del Empleado (Sermena) y único administrador de los fondos públicos para el área, partía un proceso que flexibilizaría el sistema hospitalario, daría impulso a la privatización y eliminaría en gran parte los mecanismos de control y fiscalización.

El Sistema Nacional de Salud (SNS), que desde su dirección general coordinaba las prestaciones asistenciales en todo el país, desapareció para dar nacimiento al Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS), constituido por 27 servicios regionales independientes cuya dirección sería definida a través de respaldos políticos. Al descentralizarse, el sistema perdió su aparato técnico y la capacidad de normar y controlar lo que sucede en los hospitales del país. Esto le significó al Colegio Médico una pérdida de poder –al quedar sin el control de los médicos y de la atención médica curativa del Sermena–, pero a pesar de los cambios los doctores seguirían con el control del sistema.

Hace dos décadas, un estudio realizado por el Colegio Médico y la Organización Mundial de la Salud (OMS) evaluó la situación asistencial en el país. Para ese entonces, el 58,7% de los médicos que había en Chile trabajaba en el sector público y alrededor de la mitad obtenía al menos dos tercios de su ingreso del sector privado. El 81,4% tenía dos o más empleos, ya que nueve de cada diez pensaban que sus sueldos en el sector público eran inadecuados. De hecho, el 60,4% de los que trabajaban en el SNSS lo hacía por menos de 30 horas semanales. El informe de 1990 concluye que el sector público ha perdido relevancia frente al privado, el que concentra el mayor tiempo del trabajo médico. Habla también de un “sector de médicos empresarios que son propietarios o accionistas de clínicas, Isapres y laboratorios” y de una “progresiva significación del libre mercado en la atención médica”.

(*) En esta investigación colaboraron los periodistas Franco Beiza, Matías Fouillioux, Javiera Pacull y Gustavo Villarrubia.