El presidente Donald Trump dio el extraordinario paso de echar a una gobernadora de la Reserva Federal. El abogado de Lisa Cook, la funcionaria despedida, dijo que desafiarán el despido en un tribunal.
El choque de Donald Trump con la Reserva Federal alcanzó
este lunes un punto sin precedente reciente. El presidente
despidió a una gobernadora del banco c
entral alegando un supuesto
"fraude hipotecario" del que no ha sido imputada formalmente y,
con ello, agudizó su lucha por tener control sobre una entidad celosamente
independiente por su extraordinario peso en la economía y mercados del mundo.
La funcionaria en el centro de esta nueva pelea de Trump
con la Reserva Federal (Fed) es Lisa Cook, la primera afra estadounidense en la
junta de gobernadores del banco central. Cook había rechazado dejar su cargo
cuando Trump se lo pidió la semana pasada. Y, este martes, su abogado, Abbe
Lowell, dijo que llevarán el despido en un tribunal.
Lowell es un abogado reconocido que también defiende a la fiscal general de Nueva York, Leticia James, de acusaciones similares por parte de funcionarios de Trump. James, quien lideró el caso por fraude en contra del presidente, tampoco ha sido imputada formalmente.
El desafío del despido en una corte abre la puerta a que el reclamo se prolongue y escale a la Corte Suprema, lo que generaría inestabilidad en los mercados. Esto justo cuando la Fed evalúa cuidadosamente si ajusta su tasa clave de interés en medio de una incipiente aceleración de la inflación y señales de un debilitamiento en la creación de empleos en Estados Unidos.
Pero que dice la ley sobre la potestad de un presidente para echar a un gobernador de la Fed y cómo incidiría una reciente decisión de la Corte Suprema si el caso llega hasta el máximo tribunal del país.
Hasta hace unos días, el presidente de la Fed, Jerome Powell, había sido el foco del enojo de Trump. El mandatario lleva meses exigiendo que el banco central recorte su tasa clave de interés para poder bajar así el costo de la deuda de Estados Unidos.
Es un objetivo que está fuera del mandato que el Congreso
dio a la Fed: mantener a raya la inflación y fomentar el empleo.
También supone una intromisión inusual de un presidente en un banco central que cuida su independencia con recelo, sobre todo sus decisiones sobre la tasa de interés.
La funcionaria en el centro de esta nueva pelea de Trump con la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook, es la primera afroestadounidense en la junta de gobernadores del banco central. Cook había rechazado dejar su cargo cuando Trump se lo pidió la semana pasada. Y, este martes, su abogado, Abbe Lowell, dijo que retarán el despido en un tribunal.
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