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miércoles, 2 de febrero de 2011

Luchas en Egipto entre opositores y partidarios de Mubarak entra en un peligroso cuadro de guerra civil - Muertos y heridos

Egipto está entrando a un peligroso cuadro de guerra civil, tras terminar las manifestaciones pacíficas y volverse violentas, especialmente con la entrada en acción de grupos que apoyan al presidente Hosni Mubarak, quien se niega a dimitir de inmediato, como piden sus opositores.

Todo parece indicar que tanto al mandatario como al Gobierno se le han agotado la paciencia, porque habría sido idea precisamente de Mubarak lanzar a las calles cairotas a sus partidarios para enfrentar a la oposición.

En los choques de hoy al menos se produjeron tres muertos y más de 600 heridos, informó el diario El País de España.

Los partidarios de Mubarak, auténticos matones camuflados se mezclaron con los manifestantes opositores para violentar las concentraciones opositoras en la plaza Tahrir (de la Liberación), ubicada en el centro de El Cairo, que hasta ahora eran pacíficas, agregó el diario español.

Mientras tanto, el régimen sigue rechazando dar pasos inmediatos para una transición como se ha pedido en los últimos días por parte de la comunidad internacional. El recién nombrado vicepresidente de Egipto, Omar Suleimán, ha pedido a los ciudadanos que regresen a sus casas y respeten el toque de queda, a la vez que ha condicionado el inicio del diálogo a poner término a las protestas.

Condena de El Baradei y la comunidad internacional

A la vista de los disturbios, el líder opositor Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y ex director de la Organización Internacional de la Energía Atómica, culpó al régimen de Mubarak, al que acusa de "tácticas de terror".

"Estoy muy preocupado, es un nuevo síntoma, una nueva indicación de un régimen criminal cometiendo actos criminales. Mi temor es que esto devenga en un baño de sangre", dijo Mohamed El Baradei, a la vez que calificó a los partidarios de Mubarak de "banda de matones".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "profunda preocupación" por la violencia que se ha desatado en Egipto. Durante una visita a Londres, Ban subrayó que los ataques contra manifestantes pacifistas son "inaceptables".

EE UU llamó "a todas las partes a contenerse y evitar la violencia", según ha dicho el portavoz del Departamento de Estado. La Casa Blanca ha condenado los hechos al igual que la ministra de Exteriores de Francia, Michèle Alliot-Marie. El portavoz de la Presidencia de EE UU, Robert Gibbs, insistió en que Washington considera que Egipto debe hacer cambios inmediatamente -"ya mismo significa ya mismo" enfatizó- y ha recordado que el presidente Barack Obama ya pidió que la transición se inicie sin demora.

La oposición ha llamado a mantener las protestas y ha asegurado que solo negociará con el vicepresidente Omar Suleimán -designado por el presidente para dialogar con los partidos opositores- si Mubarak abandona el poder, anunció un portavoz de la coalición que incluye, entre otros, al partido de Mohamed El Baradei, que ha vuelto al país para liderar a la oposición, y los Hermanos Musulmanes. En unas declaraciones por televisión, El Baradei ha insistido en que Mubarak debe dejar el poder, que ejerce desde octubre de 1981, antes del 4 de febrero, conocido ya entre los opositores como el viernes de la partida.

El País describe a los grupos que apoyan a Mubarak

Armados con garrotes, navajas y machetes. Vestidos de civil como el resto de los egipcios que patean las calles. En formación, físicamente dispuestos, ordenados y con un objetivo claro: el choque con los manifestantes que claman contra el Gobierno egipcio de Hosni Mubarak.

Grosso modo y caos informativo mediante, así son los miles de hombres que han puesto la cara -aparentemente- en favor del régimen y contra la presencia en las calles de las ciudades de El Cairo y Alenjandría de las miles de personas que desde hace nueve días piden que se vayan todos y, el primero, Mubarak. El líder opositor Mohamed el Baradei ha responsabilizado directamente al Gobierno de urdir la arremetida de estos grupos contra los acampados.

A caballo y camello, llegados también en autobuses, los grupos pro-Mubarak han desatado una violenta batalla campal alrededor de Tahrir.

Según el relato de la periodista de EL PAÍS en El Cairo Nuria Tesón , igual que la marcha durante estos nueve días de los manifestantes, gente a todas luces que se puede calificar como "normal", ha seguido el ritmo de la improvisación en torno a un ambiente de protesta en el centro de El Cairo, los grupos pro-Mubarak han aterrizado en la zona armados y en columnas con un plan aparentemente premeditado.

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