Según el Informe World Population Prospects 2022 (ONU, 2022), se estima
que en 2050 1 de cada 6 personas en el mundo tendrá más de 65 años, es decir
casi el 17%, mientras que en 2019 era 1 de cada 11 personas la que superaba
dicho umbral de edad, es decir el 9%.
Si la mirada se circunscribe a Europa y América del Norte, los
pronósticos indican que en 2050 1 de cada 4 personas podría tener 65 o más
años, es decir en torno al 25%. De acuerdo con el Informe Mundial sobre Salud y
Envejecimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015), si en 2015
la población mundial de personas mayores era de aproximadamente 900 millones,
lo que representaba el 12,3% de la población total, se prevé que en 2050 será
del 21,5%, es decir 1600 millones de personas con 65 o más años.
Este acelerado proceso de envejecimiento es
fácilmente visible si se tiene en cuenta que desde 2018 el colectivo de
individuos con 65 o más años supera al número de niños menores de cinco años en
todo el mundo. Entre los principales factores que influyen en el incremento de
la longevidad se encuentra el incremento de la esperanza de vida.
Según los datos a nivel mundial, si en 1960 la
esperanza de vida al nacer no alcanzaba los 53 años, en 2022 llegó a los 72,98
años.
Las estimaciones pronostican que en 2050 se habrán
superado los 77 años de vida de media (ONU, 2022), gracias a los continuos
avances médicos y las mejoras de bienestar que se vienen experimentando a nivel
mundial.
El congreso se presenta, pues, como un espacio para
conocer las últimas investigaciones al mismo tiempo que para desarrollar una
red de expertos afines al área a partir de la cual surjan nuevas sinergias de
cooperación. Frente a los congresos clásicos sobre envejecimiento ubicados en
el campo de las ciencias médicas, en particular la geriatría, este proyecto se
distingue por aportar la mirada transversal de las políticas públicas ante
el envejecimiento.
En esta nueva edición, volvemos a apostar por
trabajar con una óptica internacional de la mano de universidades de otros
países como la Universidad Autónoma de Nuevo León de México, el CIESCOOP de la
Universidad de Santiago de Chile, la Universidad Jönkoping de Suecia, entre
otras, así como con universidades españolas como Florida Universitaria.
En Chile
Ha llegado el momento de abandonar el antiguo paradigma de la vejez como sinónimos de inactividad, dependencia y vulnerabilidad. Como sociedad debemos comenzar a reconocer las trayectorias de las personas mayores y el aporte que ello puede significar en la sociedad moderna.
Todo esto nos debe mover como sociedad a abordar este fenómeno que repercute en distintos ámbitos. Por ejemplo, en lo laboral, según un estudio de la UDD y la Caja Los Andes mostró que la participación de los adultos mayores en el mercado laboral entre 2010 y 2017 tuvo un crecimiento de 4,5 puntos, pasando de 11,4 % a 15,9%. Debemos reconocer el potencial aporte que en términos productivos pueden llegar a realizar los adultos mayores a nuestra sociedad, siendo entonces el envejecimiento productivo una materia que debemos comenzar abordar de manera paralela a la búsqueda del envejecimiento activo.
Ha llegado el momento de abandonar el antiguo paradigma de la vejez como sinónimos de inactividad, dependencia y vulnerabilidad. Como sociedad debemos comenzar a reconocer las trayectorias de las personas mayores y el aporte que ello puede significar en la sociedad moderna.
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