Gamarra, especialista en relaciones internacionales
y profesor de la Universidad de Florida, analizó la posibilidad real de negociaciones entre la Administración Biden y Maduro,
en medio de versiones periodísticas encontradas sobre la controversia sobre si
hay un plazo hasta noviembre y una oferta de amnistía. Y afirma que el plazo
“es importante”.
“En noviembre tendremos en EE UU un proceso electoral, un presidente (Joe Biden) que está concluyendo su mandato y muy interesado en el legado que va a dejar. Y no es que Venezuela sea un país prioritario, pero él tampoco quiere aparecer como el que perdió a Venezuela. Y allí no va a haber ninguna intervención, pero sí una gran presión”, explicó.
Evaluó la conveniencia del plazo también para
Maduro. “Son tres meses importantes para él, porque probablemente se va a dar
cuenta de que, si negocia con la Administración estadounidense, en este tiempo,
conseguiría lo que se llama un paracaídas de oro, garantías de que no lo van a
procesar o a quitar su fortuna. Si no lo hace, sus posibilidades de tener esos
beneficios se van a minimizar después del 5 de noviembre, de manera dramática”.
El especialista señaló que Maduro “transita hacia
el autoritarismo gobernando con la fuerza, lo que es clave”, pero advierte que
si bien el poder y el control sobre el aparato represivo los tiene Maduro, como
lo muestra la realidad, “la represión no siempre es una señal de fortaleza sino
por el contrario de debilidad”.
“Creo que de lo que Maduro se ha dado cuenta es de
la debilidad que tiene en términos de legitimidad, y ni dentro ni fuera de
Venezuela creen que él ganó las elecciones, entonces lo que trata de decir es
que tiene el poder real y eso es mucho más importante que haber perdido las
elecciones”, explicó.
En este contexto, Gamarra esbozó la visión
internacional sobre el régimen venezolano.
“Internacionalmente, es un gobierno
extraordinariamente debilitado. No tiene, para empezar, el apoyo de ningún
gobierno en la región, salvo Cuba, Bolivia y Nicaragua, y nadie ha reconocido
su supuesta victoria. México, Brasil y Colombia están absolutamente atentos al
liderazgo de EE. UU. en este tema”, puntualizó.
Agregó que ninguno de estos tres gobiernos “se ha
osado reconocer”, hasta ahora, alguna victoria de Maduro. “Y no creo que lo
vayan a hacer hasta que no haya una entrega de actas, cosa que tampoco va a
suceder”.
Más allá del continente americano, Gamarra afirmó
que Maduro tiene el apoyo de Rusia y de Irán, sobre todo de este último de modo
incondicional pero que “no tiene la más mínima posibilidad de ayudarlo a
legitimarse”.
En el caso de China, señaló que es “un país
extraordinariamente pragmático” que no se va a meter en medio de esta lucha.
“Lo que quiere es que Venezuela le pague lo que le debe y que consiga
estabilidad, cosa que en este momento no está demostrando”.
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