Visita desilusionó a los europeos
FUERTE
TIRÓN DE OREJAS DE TRUMP A SOCIOS DE LA OTAN
“Si
los miembros de la OTAN cumplieran con sus
obligaciones acordadas, la organización militar tendría 119.000 millones de dólares más”,
dijo el Presidente de Estados Unidos Donald Trump en la central de la alianza en Bruselas.
Sermoneó a los jefes de Estado para que
pagaran la parte que les corresponde en defensa con el fin de ayudar a
contrarrestar la amenaza terrorista.
Según Trump el financiamiento de la OTAN (Organización del Atlántico Norte) mejoraría si sus miembros cumplieran con sus obligaciones, que consisten en contribuir
con el 2% de su PIB. “23 de los 28 Estados miembros no gastan lo que deben.
Es injusto para los contribuyentes de Estados Unidos”, dijo el mandatario estadounidense.
En
este encuentro, Trump se reunió por primera vez con el flamante presidente
francés, Emmanuel Macron, quien tardó seis segundos en superar al mandatario estadounidense
en su ya característico apretón de manos, con el cual quiso mostrar nuevamente
al mundo -y a un hombre como Macrón tres décadas menor que él- que hay un nuevo
líder en el escenario mundial.
El truco de Trump es apretar la mano
fuerte y luego mantener la de quien saluda por un lapso de tiempo más largo que
lo normal y a menudo tirándolo para tratar de acercarlo hacia él. Trump se
mantuvo firme como de costumbre. Pero esta vez, fue Trump y no Macron, quien trató de retroceder primero. Macron
simplemente no lo soltó cuando Trump trató de retroceder. Sin embargo, por la
tarde, antes de la tradicional foto de la cumbre, en un segundo round, Trump
volvió a apretar la mano de Macrón pero esta vez, aprovechando el enfoque de
las cámaras de la TV, arremetió contra el político francés con fuertes
estirones de brazo, obligándolo a usar la mano que tenía libre para frenar el
ímpetu del dirigente estadounidense. El estilo de saludar de Trump ha estado
bajo la lupa desde su apretón
de manos de 19 segundos con un visiblemente desconcertado Shinzo Abe de Japón.
El diario El Mundo de España escribió que los europeos “estaban
preparados para lo malo, para las extravagancias y la superficialidad, pero con
lo que se encontraron en Bruselas superó todas las expectativas. La primera
visita de Donald Trump a la OTAN estuvo cargada de simbolismos, y símbolos con los que se encontraron Merkel, Macron, May y el resto. Un desastre de
relaciones públicas, de comportamiento, de lenguaje. Una humillación pública y una decepción
monumental cuando el norteamericano evitó, además, todo compromiso firme con la
defensa conjunta”, comentó El Mundo.
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