España-Política
COLAPSO DE LA ÉLITE SOCIALISTA DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA
Por Martín Poblete
El Partido Socialista Español (PSOE) fue importante en la transición española a la democracia, sus líderes jugaron lealmente contando con el apoyo masivo de sus bases.
Los sucesivos gobiernos de Felipe González fueron formando una élite partidaria en los altos cargos de gobierno, la diplomacia y las Cortes (parlamento).
Al ingreso de España a la Unión Europea (el 12 de junio de 1985), sucedió también su ingreso a la OTAN. Dos destacados líderes socialistas, Joaquín Almunia y Enrique Barón, entraron de lleno a la tecnocracia europeísta incluyendo su aparato bancario y financiero. Un importante dirigente, Javier Solana, se convirtió en Secretario General de la OTAN. En paralelo, intelectuales socialistas entraban en casas editoriales y empresas de comunicaciones, a fines del último gobierno de Felipe González. Así, el socialismo era ya parte del "establishment" político español.
El desastroso segundo gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero abrió espacio al retorno de la centroderecha, en la figura del líder del Partido Popular Mariano Rajoy. Inicialmente, el PSOE quedó en manos de un antiguo dirigente, Alfonso Pérez Rubalcaba, quien trató de mantener un papel opositor abierto a negociar en las Cortes, mientras surgía una nueva formación de izquierda PODEMOS (fundado en enero de 2014 y liderado por Pablo Iglesias Turrión).
Cuatro meses después de su formación, PODEMOS participó en las elecciones europeas de 2014, logrando cinco escaños (de 54) con el 7,98 % de los votos, lo que lo convirtió en el cuarto partido más votado de España. En los primeros veinte días en que se permitió su inscripción, reunió más de 100 000 miembros, convirtiéndose en el tercer partido en número de afiliados y en octubre alcanzaba el segundo lugar, con más de 200 000.
En las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, las listas presentadas por PODEMOS para el Congreso de los Diputados, en solitario o en coalición con otras formaciones políticas, obtuvieron el 20,68% de los votos y 69 diputados en el conjunto del Estado.
Mientras tanto, la línea seguida por Pérez Rubalcaba fue objetada por un joven político manchego, Pedro Sánchez, quien ganó la secretaría general del PSOE con definiciones particularmente duras respecto al gobierno de Mariano Rajoy, buscando frenar el auge de PODEMOS.
En las elecciones generales celebradas el 20 de diciembre de 2015, las listas presentadas por PODEMOS para el Congreso de los Diputados, en solitario o en coalición con otras formaciones políticas, obtuvieron el 20,68% de los votos y 69 diputados en el conjunto del Estado.
Mientras tanto, la línea seguida por Pérez Rubalcaba fue objetada por un joven político manchego, Pedro Sánchez, quien ganó la secretaría general del PSOE con definiciones particularmente duras respecto al gobierno de Mariano Rajoy, buscando frenar el auge de PODEMOS.
En su empeño por impedir un segundo mandato de Mariano Rajoy, Sánchez condujo al PSOE a dos derrotas históricas en 2016 y también le costó su propio cargo. El PSOE quedó con una directiva provisional con el mandato de convocar a nuevas elecciones internas para renovar su dirigencia, produciéndose la predecible postulación de la lideresa de los socialistas andaluces, Susana Díaz, y el sorprendente retorno de Pedro Sánchez.
La vieja nomenclatura socialista se alineó con Susana Díaz, su proyecto de oposición desde las Cortes y los gobiernos autonómicos en manos socialistas, y disposición a negociar, mientras tácticamente buscaba frenar a PODEMOS mediante políticas de centro izquierda.
Esta propuesta tuvo el apoyo de Felipe González, Alfonso Guerra, Javier Solana, Alfonso Pérez Rubalcaba, los jefes de dos de las mas importantes "baronías" socialistas. El extremeño Fernández Vara y el manchego García Page; y hasta Rodríguez Zapatero se subieron al carro de Susana Díaz. Como ya sabemos, contados todos los votos, Pedro Sánchez resultó elegido secretario general del PSOE por mayoría absoluta en un triunfo de la voluntad de las bases por sobre una élite agotada. La vieja guardia, alejada de la militancia, y tal vez de la realidad, había perdido su apuesta sin atenuantes
Mientras los militantes de base celebraban cantando la Internacional, Pedro Sánchez se apresta ahora a enfrentar su primera crisis en las Cortes: deberá definir la posición socialista frente al voto de censura y retiro de confianza al Gobierno de Mariano Rajoy, presentado por Pablo Iglesias y los diputados de PODEMOS.
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