Opinión política
¿NO SE HAN DADO CUENTA?
Por Hugo Latorre Fuenzalida
La señora Mariana Aylwin ha señalado con
despreciativo gesto que en Chile la corrupción era apenas ”pichiruche”.
Uno, ante tal afirmación no sabe si hacer como los
fariseos, que se rasgaban las vestiduras, escandalizados por cualquier anatema,
herejía, blasfemia o apostasía, o sentarse a llorar por lástima a que la
mente humana sea tan limitada de alcances, a veces de manera voluntaria y no
por simpleza de alma.
Es como señalaba el parlamentario Avila respecto de
otro parlamentario, que decía que no tenía incompatibilidad de intereses porque
sus acciones eran muy poquitas, entonces este otro parlamentario le respondió,
ingeniosamente, que esto es como los embarazos, es decir que no se puede estar “un poquito embarazado”. Se está o no se está.
Entonces, señora Mariana, a usted se le debe
responder exactamente igual que a su camarada Zaldívar: no se puede ser un poquito (pichiruche)
corrupto: se es o no se es, punto. En estas cosas de la ética -al contrario de
las cuentas numéricas de los econometristas del provecho y el plusvalor- no hay
cifras menores: todas son absolutas. Esa
es la diferencia.
Entonces, doña Mariana peca por doble falta, pues
no existen los “pichintunes” ni “pichiruches” en los temas de la ética….(y ella
lo debía saber, como ex ministra de educación) y, por otra parte, la corrupción
no es menor en Chile, ni siquiera comparada con otros países; lo que sucede señora Mariana, es que en Chile
la corrupción se baja del caballo por la cabeza, mientras que en otros países
se desmonta por la cola. En Chile, la corrupción es de los de arriba y la han
construido con el código bajo el sobaco, con lo cual raramente serán penados;
también lo han hecho en connivencia con otros poderes: políticos con
empresarios, con jueces o fiscales, con Generales o Cardenales. En fin, todos
los poderes engavillados en todos los crímenes.
Pero-señora Mariana- eso que usted llama un “Pichiruche”,
para las necesidades del pueblo representa una fortuna, o representa la
diferencia entre la vida y la muerte.
Mire, saquemos cuentas: Si usted toma el libro de
María Olivia Monkeberg y le pone número a todas las transferencias de riqueza
que se robaron en dictadura y que casualmente fueron a dar a manos de los
derechistas civiles y militares cercanos a Pinochet, se dará cuenta que
ahí se robaron cerca de US$ 35.000 millones de ahora (unos 8.000 millones de
entonces). Si a eso le suma la fuga de dólares antes de la devaluación de 1983,
con otros US$ 7.000 millones que debió reconocer el Estado-como deuda propia- y
que debimos pagar todos los chilenos con menos inversión y más pobreza; siga con lo que se apropió Piñera en el Banco
de Talca, Yuraszeck (en Endesa), caso Inverlink, caso Ferrocarriles, caso oro
en Colonia Dignidad, caso tráfico de armas, comisiones de las fragatas, caso
Cema Chile, caso de los “pinocheques”, caso La Polar, caso ventas a futuro con
Dávila y luego con los Chinos, los 10.000 millones de dólares que se lavan
anualmente en los bancos del país (denunciado por Somerville); si sumamos Penta, Soquimich, Corpesca, los
políticos parlamentarios de la UDI, la DC y del PS, que se birlaron al Estado,
y cien mil estafas menores que transitan por los tribunales en busca de una
justicia que raramente llega.
Si usted suma todo eso y no contabiliza como
corrupción la entrega de la riqueza minera a manos de transnacionales y de
nacionales corruptos, a cambio de financiamiento político y cargos familiares
de alta renta, tendremos que lo que se ha “robado” está en el polo opuesto de
su “pichiruche”.
En Chile se ha robado mucho y se sigue
robando…..,pero con el código bajo el brazo. En otras partes, señora Mariana,
se roba como en el lejano oeste, con el pistolón en la mano; aquí no necesitan
matar a nadie, pues ya los mató la dictadura, porque la dictadura mató el
derecho a ser iguales ante la justicia y eso constituye la madre de todas las
corrupciones; la dictadura impuso la impunidad de los ladrones y lo continuó la
Concertación, con el puño izquierdo levantado y la mano derecha en el bolsillo
del Estado y-lo peor-también del pueblo.
Yo la desafío a que encuentre un país en que se
robe más que en Chile y que haya menos presos de corbata por estos delitos.
Porque en Brasil se puede robar mucho, porque es una economía más grande; pero,
incluso, allí, ya van tras el Presidente; así y todo, de seguro que
proporcionalmente es menos que en Chile. Parafraseando a Piñera: “nunca tan
pocos robaron tanto”. Porque en Argentina se roba mucho, según dicen, pero está
el robo dividido en cada Estado o región, en cambio acá al pueblo no le cae ni
el rocío.
Parafraseando al Nazareno, que en estado agónico
exclamó…….”Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”….Habría que
agregar en este caso…..,también lo que dicen, ¡O no, señora Mariana!
Porque no hay sociedad caracterizada
por una gran desigualdad, que no anide también una gran corrupción.
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