DENUNCIA TARDÍA DE SOFOFA A LA FISCALÍA COMPLICA SUPUESTO CASO DE ESPIONAJE
El hallazgo de un sofisticado micrófono en la
oficina del presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, conmocionó al
mundo empresarial y gremial chilenos. Otro dispositivo similar fue detectado en las
dependencias del director de Carozzi y vicepresidente del gremio fabril, José
Juan Llugany.
El hecho ha causado gran escándalo no
solamente en el sector privado sino también en el estatal, especialmente en
los sectores concentrados en las áreas de inteligencia. El presidente de la
Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y ex ministro de Relaciones
Exteriores del Gobierno de Piñera, Alfredo Moreno, declaró a La Tercera que el
denunciado era un hecho inédito. "No
tengo recuerdo de una cosa semejante. Es de extrema gravedad y altera el
derecho que tienen las personas de tener privacidad para desarrollar su vida y
sus actividades, y que, además, está catalogado en el Código Penal chileno como
un delito grave. Ahora pasamos a manos de la justicia, que tiene que tener la
responsabilidad de hacer una investigación a fondo, rápida, que permita
encontrar a los culpables de esto.
El caso ocurre en un momento crucial para la Sofofa como es la celebración de elecciones internas esta semana. de la que saldrá el nuevo presidente que reemplazará a von Mühlenbrock que será seguramente Bernardo Larraín Matte, quien quedó como único candidato tras retirarse Rodrigo Alvarez que postulaba por la Asociación de Bebidas y Alimentos.
Sorprendió este fin de semana la carta de apoyo total para el candidato Larraín entregado por el empresario Andrónico Luksic.
Consultado por los cuestionamientos que se le
han hecho a Larraín por el caso colusión entre CMPC y SCA, dado que la primera
es controlada por la familia Matte, Luksic señaló que “ojalá no hubiera
tenido ninguna vinculación en este tema, pero yo creo que está zanjado, yo creo
que hay que priorizar y hoy la Sofofa necesita un empresario joven, y me parece
que es el hombre adecuado”.
El ex ministro Rodrigo Alvarez, quien representaba la continuidad de la actual administración, terminó renunciando a su postulación, tras acusar dinámicas ajenas a procesos electorales normales, justo cuando el gremio de alimentos y bebidas que él dirige hace varios años decidió quitarle el apoyo.
El espionaje, por tanto, se da en medio de una profunda división interna. De acuerdo a versiones recogidas por T13 Semanal junto a directivos de la Sofofa, el caso estalló el domingo 14 de mayo, cuando el jefe de seguridad de Carozzi alertó al director de la compañía y vicepresidente de Sofofa, José Juan Llugany, que en el entretecho de su oficina en Nos se había encontrado un micrófono con cámara. Un día después, Llugany confidenció la información a Von Mühlenbrock, cuando ambos realizaban un viaje a Antofagasta. Según las mismas fuentes, ambos decidieron que la misma empresa que había hecho los trabajos en Carozzi, Profacis, propiedad de Rubén Aros y Lorena López, concretara esa rutina en las oficinas de la Sofofa, en Andrés Bello 2777.
El ex ministro Rodrigo Alvarez, quien representaba la continuidad de la actual administración, terminó renunciando a su postulación, tras acusar dinámicas ajenas a procesos electorales normales, justo cuando el gremio de alimentos y bebidas que él dirige hace varios años decidió quitarle el apoyo.
El espionaje, por tanto, se da en medio de una profunda división interna. De acuerdo a versiones recogidas por T13 Semanal junto a directivos de la Sofofa, el caso estalló el domingo 14 de mayo, cuando el jefe de seguridad de Carozzi alertó al director de la compañía y vicepresidente de Sofofa, José Juan Llugany, que en el entretecho de su oficina en Nos se había encontrado un micrófono con cámara. Un día después, Llugany confidenció la información a Von Mühlenbrock, cuando ambos realizaban un viaje a Antofagasta. Según las mismas fuentes, ambos decidieron que la misma empresa que había hecho los trabajos en Carozzi, Profacis, propiedad de Rubén Aros y Lorena López, concretara esa rutina en las oficinas de la Sofofa, en Andrés Bello 2777.
Los investigadores
esperaron hasta el viernes 19 para realizar las pericias. De acuerdo a las
mismas fuentes, la idea era hacerlo fuera del horario laboral. Esa misma noche les informaron que tal como en la oficina de Llugany
en Carozzi, se había instalado un micrófono con cámara en la del presidente del
gremio, emplazada de tal manera que captara las conversaciones que se
entablaban en la oficina contigua, la de Jorge Ortúzar, secretario de la
Sofofa.Von Mühlenbrock, según sus
colaboradores, decidió conformar un comité de crisis, que fue citado el
día domingo 14 en su casa a las 12:00. Hasta allí llegaron los dos
vicepresidentes de la mesa: Llugany y Gastón Gómez. También aterrizó en el
lugar el penalista Juan Domingo Acosta, quien fue recomendado por el abogado
Fernando Barros.No todos conocían al profesional e incluso en ese momento,
según el relato de uno de los comensales, Acosta confidenció que era amigo de Bernardo Larraín Matte, y que
eso podía complicar que él los representara, dada la rivalidad
interna. Pero al final, explica uno de los participantes, decidieron que
él era la persona y que su relación con Larraín era una buena señal, para
demostrar que no era una maniobra en su contra.
El mismo Acosta sugirió tratar el tema con cautela y, en principio, denunciar el hecho después de las elecciones presidenciales de Sofofa del 31 de mayo, agrega uno de los presentes. Pero al poco andar, el penalista habría cambiado de parecer, sugiriendo denunciar los hechos lo antes posible.En esa reunión, siempre según participantes, se trató también otra situación anómala, que había ocurrido en marzo pasado en la Sofofa, cuando detectaron que circularon algunas citaciones Outlook, supuestamente enviadas desde la cuenta de correo de Von Mühlenbrock, dirigidas al mismo presidente y a Llugany, en la cual se invitaba a una supuesta reunión con Bernardo Larraín Matte. “Esa citación era completamente falsa y se habría enviado desde el teléfono celular del presidente, mientras se encontraba conectado al wifi de su casa”, dice textual la minuta que fue presentada en el consejo ejecutivo del jueves 25 de mayo y que además detalla que hubo otra falsa citación desde la cuenta de correos del celular del vicepresidente Lewin, al comité de comunicaciones de Sofofa. Frente a este escenario, se solicitó a la persona encargada de informática que revisara los computadores y celulares en búsqueda de posibles virus, lo que fue descartado después de la revisión.
El mismo Acosta sugirió tratar el tema con cautela y, en principio, denunciar el hecho después de las elecciones presidenciales de Sofofa del 31 de mayo, agrega uno de los presentes. Pero al poco andar, el penalista habría cambiado de parecer, sugiriendo denunciar los hechos lo antes posible.En esa reunión, siempre según participantes, se trató también otra situación anómala, que había ocurrido en marzo pasado en la Sofofa, cuando detectaron que circularon algunas citaciones Outlook, supuestamente enviadas desde la cuenta de correo de Von Mühlenbrock, dirigidas al mismo presidente y a Llugany, en la cual se invitaba a una supuesta reunión con Bernardo Larraín Matte. “Esa citación era completamente falsa y se habría enviado desde el teléfono celular del presidente, mientras se encontraba conectado al wifi de su casa”, dice textual la minuta que fue presentada en el consejo ejecutivo del jueves 25 de mayo y que además detalla que hubo otra falsa citación desde la cuenta de correos del celular del vicepresidente Lewin, al comité de comunicaciones de Sofofa. Frente a este escenario, se solicitó a la persona encargada de informática que revisara los computadores y celulares en búsqueda de posibles virus, lo que fue descartado después de la revisión.
Caso que sorprende
Sin
embargo en este caso hay un hecho que sorprende: La Sofofa aún no había entregado hasta esta mañana al Ministerio Público los micrófonos y cámaras descubiertas en sus oficinas, como
confirmó el fiscal oriente Manuel Guerra a Radio Bío Bío.
A su vez criticó los diez días
que tardó la entidad empresarial en hacer su acusación. “Lo ideal hubiese sido
contar con la denuncia a la brevedad”, indicó.
Sobre los dispositivos que se
habrían utilizado para el presunto espionaje, Guerra dijo que hasta esta mañana seguían a la
espera de su entrega: “Al día de hoy no están en nuestras manos, solo contamos
con informes escritos, no tenemos los dispositivos con nosotros para ponerlos a
disposición de la PDI y se realicen los análisis de rigor”, declaró a Bío Bío.
Consultado sobre
algún daño a la prueba debido a estos retrasos, Guerra se limitó a decir
que tendrán que lidiar con ello.
Respecto a alguna sospecha de la motivación para este supuesto espionaje, Guerra señaló que no cuentan con ningún antecedente que otorgue algún nivel de sospecha o algún tipo de motivación. “Lo que sí, no podemos descartar ninguno, tenemos que hacernos cargo de todas las hipótesis que pudieron haber rodeado esto”, agregó, incluyendo con su dichos la tesis del automontaje.
Respuesta de la Sofofa
En relación a las expresiones del fiscal Guerra, la Sofofa entregó una declaración esta tarde que en su parte principal señala:
Respecto a alguna sospecha de la motivación para este supuesto espionaje, Guerra señaló que no cuentan con ningún antecedente que otorgue algún nivel de sospecha o algún tipo de motivación. “Lo que sí, no podemos descartar ninguno, tenemos que hacernos cargo de todas las hipótesis que pudieron haber rodeado esto”, agregó, incluyendo con su dichos la tesis del automontaje.
Respuesta de la Sofofa
En relación a las expresiones del fiscal Guerra, la Sofofa entregó una declaración esta tarde que en su parte principal señala:
“En el contexto de un proceso eleccionario nos pareció prudente confirmar cualquier sospecha y, de haber algún hallazgo, tener el respaldo especializado acerca de su naturaleza, para acudir a los órganos públicos competentes. Estimamos en su momento, y seguimos pensando, que no era responsable causar alarma pública antes de tener, al menos, la certeza de si los equipos encontrados en Sofofa estaban o no operativos”, dijo el gremio en su declaración pública.
.
En este sentido explicó que “por ello, por mínimo de prudencia se esperó recibir el informe de Profacis, tras lo cual se tomó la decisión de hacer de inmediato la denuncia, la que fue comunicada al Comité Ejecutivo, quien la respaldó con la finalidad de investigar, esclarecer estos hechos y determinar a sus responsables. Todo en el lapso de una semana, que es un plazo absolutamente adecuado en relación a la seriedad y gravedad del tema.”
Declaración de la Sofofa
“En el contexto de un
proceso eleccionario nos pareció prudente confirmar cualquier sospecha y, de
haber algún hallazgo, tener el respaldo especializado acerca de su naturaleza,
para acudir a los órganos públicos competentes. Estimamos en su momento, y
seguimos pensando, que no era responsable causar alarma pública antes de tener,
al menos, la certeza de si los equipos encontrados en Sofofa estaban o no
operativos”, dijo el gremio mediante una declaración pública.
.
En este sentido explicó que “por ello,
por mínimo de prudencia se esperó recibir el informe de Profacis, tras lo cual
se tomó la decisión de hacer de inmediato la denuncia, la que fue comunicada al
Comité Ejecutivo, quien la respaldó con la finalidad de investigar, esclarecer
estos hechos y determinar a sus responsables. Todo en el lapso de una semana,
que es un plazo absolutamente adecuado en relación a la seriedad y gravedad del
tema.”
Larga tardía en las pericias
Los investigadores de Profacis esperaron hasta el viernes 19 para realizar las pericias. De acuerdo a las mismas fuentes, la idea era hacerlo fuera del horario laboral. Esa misma noche les informaron que tal como en la oficina de Llugany en Carozzi, se había instalado un micrófono con cámara en la del presidente del gremio, emplazada de tal manera que captara las conversaciones que se entablaban en la oficina contigua, la de Jorge Ortúzar, secretario de la Sofofa.
De acuerdo a la versión de T13 Semanal, Von Mühlenbrock, según sus colaboradores, decidió conformar un comité de crisis, que fue citado el día domingo 14 en su casa a las 12:00. Hasta allí llegaron los dos vicepresidentes de la mesa: Llugany y Gastón Gómez. También llegó a la reunión el penalista Juan Domingo Acosta, quien fue recomendado por el abogado Fernando Barros.No todos conocían al profesional e incluso en ese momento, según el relato de uno de los comensales, Acosta confidenció que era amigo de Bernardo Larraín Matte, y que eso podía complicar que él los representara, dada la rivalidad interna. Pero al final, explica uno de los participantes, según el mismo relato de T13, decidieron que él era la persona y que su relación con Larraín era una buena señal, para demostrar que no era una maniobra en su contra.
El mismo Acosta sugirió tratar el tema con cautela y, en principio, denunciar el hecho después de las elecciones presidenciales de Sofofa del 31 de mayo, agrega uno de los presentes. Pero al poco andar, el penalista habría cambiado de parecer, sugiriendo denunciar los hechos lo antes posible.
En esa reunión, siempre según participantes, se trató también otra situación anómala, que había ocurrido en marzo pasado en la Sofofa, cuando detectaron que circularon algunas citaciones Outlook, supuestamente enviadas desde la cuenta de correo de Von Mühlenbrock, dirigidas al mismo presidente y a Llugany, en la cual se invitaba a una supuesta reunión con Bernardo Larraín Matte. “Esa citación era completamente falsa y se habría enviado desde el teléfono celular del presidente, mientras se encontraba conectado al wifi de su casa”, dice textual la minuta que fue presentada en el consejo ejecutivo del jueves 25 de mayo y que además detalla que hubo otra falsa citación desde la cuenta de correos del celular del vicepresidente Lewin, al comité de comunicaciones de Sofofa. Frente a este escenario, se solicitó a la persona encargada de informática que revisara los computadores y celulares en búsqueda de posibles virus, lo que fue descartado después de la revisión.
Fiscales en la sede de la Sofofa
Lorena Parra, fiscal jefe de
Las Condes y el fiscal Roberto Contreras, especializado en delitos económicos,
quienes están a cargo del caso, concurrieron junto a personal de la Brigada del
Cibercrimen de la PDI a las oficinas de la Sofofa en el edificio Las
Industrias para realizar sus primeras diligencias.
Radio Bío Bío tuvo acceso al
nombre de los primeros interrogados en la investigación: Rubén Aros
-suboficial de carabinero retirado- y Lorena López, dueños de Profasis, empresa
de seguridad que descubrió, manipuló los micrófonos y que elaboró el informe
entregado a Fiscalía.
El fiscal Roberto Contreras, se refirió essta tarde en Radio Bío Bío a las diligencias realizadas durante este lunes en las oficinas de la Sofofa tras la denuncia realizada por dicha entidad el viernes pasado.
El fiscal Roberto Contreras, se refirió essta tarde en Radio Bío Bío a las diligencias realizadas durante este lunes en las oficinas de la Sofofa tras la denuncia realizada por dicha entidad el viernes pasado.
A su salida aseguró que comenzaron las pericias de
documentos y artefactos electrónicos. Sumado a ello conversaron con el
presidente de Sofofa, Hermann von
Mühlenbrock, quien colaboró de forma voluntaria y permitió el correcto
trabajo de la Fiscalía.
.
Eso sí, el persecutor aclaró que por el momento no levantaron los artefactos, ya que
en primer lugar pretenden reunirse con la personas que realizó los peritajes
iniciales por mandato de Sofofa, para luego proceder a periciar los elementos
encontrados.
Según explicó, fueron reportados la presencia de un
microfono en la Sofofa y otro en dependencias de Carozzi, por lo que están
empadronando a todos los testigos.
Si bien destacó que junto a la PDI comenzaron a
trabajar lo antes posible, reconoció que la demora significa un problema: “Efectivamente dificulta la labor
investigativa el hecho que la denuncia se haga en determinadas investigaciones
de manera tardía”, recalcó Contreras.
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