Informe de la BBC Mundo
LA HISTORIA DE ESPÍAS Y MENTIRAS DETRÁS DE LAS SUPUESTAS ARMAS DE
DESTRUCCIÓN MASIVA QUE LLEVARON A LA INVASIÓN DE IRAK
Un espía
mentiroso que había visto demasiadas películas y otros poco interesados en
verificar lo que este decía, fueron los protagonistas de la historia de cómo se
formó la tesis de las armas de destrucción masiva que llevó a la invasión de
Irak en 2003, según señala este jueves un informe especial de la BBC Mundo.
Eso es lo que se
desprende de la investigación sobre el papel del Reino Unido en la invasión,
conocida como el Informe Chilcot, que presenta una imagen devastadora de los
servicios de inteligencia británicos y de cómo tanto los espías como los
políticos acabaron engañados (ver KRADIARIO de este miércoles).
El reporte.
hecho público este miércoles, critica
la recolección y presentación de fuentes del servicio de inteligencia exterior
británico MI6; también expone el análisis realizado por la comunidad de
inteligencia y señala la forma en que la Comité Conjunto de Inteligencia
permitió usar el material y la forma en que los políticos hablaron de la
información al público.
La historia de
un agente del MI6 en particular, como se dice en el informe presentado el
martes, revela mucho de lo que salió mal. El 11 de septiembre de 2002, el MI6 informó que estaba al borde de un
"avance significativo". Tenía
una nueva fuente dentro de Irak con "acceso fenomenal" que
podría ser la "llave" para
descubrir el programa de armas biológicas y químicas de Irak.
La fuente dijo
que Irak había acelerado la producción de sus armas químicas y biológicas, así
como la construcción de nuevas instalaciones. Prometía proporcionar más
información de inteligencia. El entonces jefe del MI6, Richard Dearlove (derecha), estaba seguro de que esa fuente efectivamente tenía el
acceso y que en unas pocas semanas crearía un "CD con todo".
El reporte sobre
armas de destrucción masiva se estaba elaborando y se había corrido la voz
entre los agentes del MI6 sobre su entrega. Parecía que estaban por tenerlo. La información fue usada para apoyar la
elaboración del expediente que aseguraba que Irak tenía las armas. Fue
mostrada directamente al primer ministro Tony Blair y en su prólogo el expediente aseguraba que la información de
inteligencia estaba "fuera de toda duda".
Ese nuevo
informe nunca fue mostrado a los
expertos técnicos del Personal de Inteligencia en Defensa, que expresó
algunas dudas en general sobre el lenguaje en los borradores del expediente.
"La
intervención personal de Richard Dearlove y su urgencia dieron mayor peso a un
informe que no había sido adecuadamente evaluado y que había coloreado la
percepción de los ministros y altos funcionarios. El informe debió haber sido
tratado con precaución", dicen las notas de la investigación.
Uno de los agentes del MI6 interrogado sobre la fiabilidad del reporte
dijo que fue "ilusorio". "Promocionamos
esa información... antes de que fuera totalmente validada", señaló.
Para el 2 de
febrero de 2003, la fuente no había conseguido producir el contenido. Y el 18
de febrero, la fuente fue descrita en las notas del MI6 como alguien que estuvo mintiendo a los
servicios de inteligencia durante un tiempo.
El 17 de febrero
de 2003, Dearlove envió mensajes a las mejores fuentes del MI6 en Irak
"enfatizando la importancia fundamental de un hallazgo clave en las
próximas dos semanas, y pedirles que hagan todo lo posible para tratar de
identificar dónde están ocultos los materiales".
Pero el MI6
"no informó a la oficina del primer ministro ni otros que la fuente que
había proporcionado la información emitida el 11 y el 23 de septiembre de 2002,
sobre la producción de armas químicas y agentes biológicos, había estado
mintiendo".
Sorprendentemente,
los informes del agente estaban siendo reeditados en abril.
Un funcionario
del MI6 no le dijo al presidente del Comité Conjunto de Inteligencia, John
Scarlett (izquierda), que la fuente aparentemente
estuvo mintiendo y dijo que no había razón para desestimar su
información.
Y resulta que,
incluso en septiembre, algunos tenían
la preocupación de que la fuente hubiera estado viendo demasiadas películas.
Una fuente clave
parecía haber sido influenciado por
la película de Hollywood "La Roca". La nueva fuente a partir
de septiembre había descrito "contenedores" esféricos cargadas con
agentes para la guerra química.
El MI6 en abril
reconoció que no había sido capaz de "verificar plenamente" los
detalles, pero dijo que no había "ninguna razón para descartar la mayor
parte de este material".
No obstante, el
MI6 también hizo notar la descripción
del dispositivo y su aspecto esférico vidriado que era "notablemente
similar al arma química ficticia retratada en la película La Roca".
Los eventos
clave que condujeron a la guerra en Irak
En
junio de 2003, el MI6 finalmente se reunió con el agente. Había estado
implicado en las armas químicas de Irak antes de 1991 y participó en las
actividades de destrucción. Negó que él
hubiera provisto cualquiera de los materiales que se le atribuían. El MI6
"llegó a la conclusión de que su fuente era un farsante que había mentido
desde el principio". En julio de
2003, los informes fueron retirados oficialmente.
"La
retirada del reporte se hizo de una manera muy discreta en comparación con la
forma en que la información de inteligencia fue lanzada originalmente",
dicen las notas de investigación.
No estaba claro
por qué no fue llamada la atención de algunos de los ministros al respecto,
incluido Tony Blair.
Problemas
similares salieron a la luz con el retiro de inteligencia que hablaba sobre si
Irak tendría capacidad de activar armas de destrucción masiva en 45 minutos.
La historia de
la "nueva fuente" de septiembre revelaba hasta qué punto se apostó
por información de inteligencia fallida.
"Aquí había un tipo que prometió la olla de oro al final del arco
iris", dijo un agente del MI6 en la investigación.
Parecía que todo
lo que había hecho era ver una película de Hollywood.
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