60 años del Colegio de Periodistas
¿CONMEMORACIÓN
O CELEBRACIÓN?
Por Daniel Lillo Cuadra(*)

En febrero pasado cuando
conmemorábamos la creación de la “Aurora de Chile”, en el Día de la Prensa
chilena, decíamos que Fray Camilo Henríquez había transformado “la pluma en una
espada”, hoy nos preguntamos si “la espada se ha transformado en una pluma”,
por el poco peso, la poca gravitación que no solo el Colegio de Periodistas,
sino que en general los Colegios Profesionales, tienen en la actualidad,
producto de que sus facultades fueron cercenadas en 1981 por el DL N° 3.163 al
perder la colegiatura obligatoria y el control ético de las profesiones y ser
transformados en simples asociaciones gremiales, dejando de ser Corporaciones
de Derecho Público.
Si esas facultades se
mantuvieran en pie, cuando la libertad de expresión se estrelló con el respeto
a la honra de las personas en el bochornoso caso de la revista “Qué Pasa”, el
tema se pudo tratar y resolver en un Tribunal de Etica del Colegio de
Periodistas, con verdaderas atribuciones para sancionar abusos periodísticos.
Sin colegiatura obligatoria ¿cómo se puede sancionar a periodistas no
colegiados, que a veces obligados por la línea editorial de los medios en que
sirven, entregan informaciones erróneas o tendenciosas? No son los tribunales
de justicia o la criminalización con penas de cárcel el remedio para tales
males.
A pesar de todo, a pesar
de la lentitud con que el Gobierno y el Parlamento, donde hemos logrado establecer
una Bancada Transversal por la Democratización de las comunicaciones, tratan
materias de la trascendencia como las modificaciones a la Ley de Prensa o la
nueva ley de Colegios Profesionales, a los horarios abusivos que permite el
Artículo 22 del Código del Trabajo, a las agresiones a periodistas que cubren
manifestaciones públicas, nuestra organización profesional ha logrado mantener
flameando la bandera de la libertad de expresión, la bandera del derecho de la
comunidad a estar informada en forma veraz y objetiva, la bandera de luchar por
una prensa y por medios de comunicación diversos y pluralistas que representen
a todas las corrientes de opinión de nuestro país, lo que hoy se ve
condicionado por la concentración de medios.
Una nueva Constitución
debe necesariamente garantizar el Derecho a la Comunicación que englobe la
libertad de expresión, la libertad de
prensa y el libre acceso a la información, como hemos planteado en los
Encuentros Participativos locales que nuestra orden profesional ha organizado a
lo largo del país, incluído por supuesto Valparaíso.
Es cierto que existen
honrosas excepciones en algunas radioemisoras, centros de investigación
periodística, algunos artículos y columnas en los medios tradicionales y
especialmente en los numerosos diarios
electrónicos y las redes sociales que han abierto el espectro informativo a
distintas opciones de opinión, pero sin el peso y sin la regulación de los
grandes medios, que en nuestro país sirven a determinados intereses políticos y
económicos.
Reconocemos lo difícil que
es mantener estos medios, sin ser condicionados por el origen del avisaje,
fundamental para su subsistencia, pero ello no impide que hagamos un llamado a
la ética profesional de los periodistas que se desempeñan en ellos para privilegiar
la verdad por sobre imposiciones de política editorial.
En esta ocasión queremos
destacar, que el Colegio de Periodistas de Chile, legalizado por la Ley 12.045
de 1956, fue incubado en Valparaíso, en el seno del Círculo de la Prensa
porteño, fundado en 1923, por un grupo de periodistas de los Diarios “El
Mercurio” de Valparaíso, “La Estrella” y el desaparecido diario “La Unión”,
colegas que en un rol pionero formaron
la Caja de Previsión de Empleados Públicos y Periodistas, hoy en el IPS,
realizaron la primera Convención Nacional de Periodistas en 1933 y presentaron el
proyecto que se materializaría en la señalada Ley N° 12.045 que creó el Colegio
de Periodistas de Chile.
Termino destacando que en
estos días se ha generado a nivel gremial una noticia importante, un grupo de
jóvenes periodistas colegiados, en especial de San Felipe y Los Andes, han
formado el Consejo Regional Aconcagua del Colegio de Periodistas, que
apadrinados por nuestro Consejo Regional Valparaíso, permitirán marcar la presencia
en toda la V Región del accionar gremial de nuestros profesionales y caminar en
conjunto en busca del tiempo perdido y de las facultades que nos fueron
expropiadas en 1981. Deseamos una larga vida al Colegio de Periodistas de Chile
y esperamos que vengan días mejores para el desarrollo de un periodismo libre.
(*) El autor es Presidente Regional
Valparaíso y Consejero Nacional del Colegio de
Periodistas de Chile
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