PSICOLOGÍA FAMILIAR
EL AUMENTO DE LOS EMBARAZOS MÚLTIPLES
Por Jessika Krohne
La avanzada edad de la mujer cuando se convierte la primera vez en madre y el aumento en el uso de diversas técnicas de fertilización asistida explican el incremento de los embarazos múltiples en Chile.
Según cifras del registro civil, los nacimientos de madres de entre 40 y 45 años pasaron de 7708 a 9142 entre 2000 y 2010, es decir un aumento de un 18%.
Desde el año 2000 aumentaron los embarazos en pacientes de 40 años o más. Estas mujeres estadísticamente tienen más embarazos múltiples, ya sea de forma natural o porque debido a su edad son más propensas a someterse a tratamientos de fertilización que incrementan la posibilidad de tener un embarazo múltiple. Por otro lado han disminuido los embarazos de trillizos, cuatrillizos y más, ya que los tratamientos de fertilización se regulan de mejor forma y se tratan de evitar los embarazos múltiples de más de dos bebés por los riesgos que eso implica.
En fin, ¿Qué significa psicológicamente hablando un embarazo múltiple en una familia? Claramente no se trata de una experiencia fácil. Convertirse en padres ya es una tarea muy compleja, ya que si bien se gana en muchos aspectos, también se pierde en otros y esas pérdidas a veces son muy difíciles de asumir. Cuando se trata de un embarazo múltiple, la situación se vuelve aún mucho más compleja, ya que la pareja se expone a un estrés muy fuerte y una carga emocional aún mucho mayor, donde el trabajo de la crianza se duplica o incluso se triplica y los gastos también. Eso puede generar muchos problemas y tensiones en la pareja, si es que ambos no logran manejar bien la situación. Los tiempos libres se reducen a 0 y las horas de dormir muchas veces también.
Cuidar de un lactante requiere de mucha paciencia y tiempo pero especialmente de la ayuda de la pareja y ojalá de otro familiar. Cuando se trata de 2 o tres bebés el apoyo de la pareja se vuelve mucho más importante aún. Aquí es fundamental organizarse con el tiempo y turnarse en el descanso y en las horas de sueño. Hay que tratar de establecer horarios tanto para los bebés como para uno desde el comienzo y cuidar los espacios en pareja. En esta etapa es importante apoyarse mucho sin culparse. Siempre hay que partir de la base de que ambos están haciendo lo mejor que pueden y nadie les enseñó a ser papá o mamá y menos de mellizos o trillizos.
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