CAMBIO Y GIRO A LA DERECHA EN ARGENTINA
Por Martín Poblete
La segunda vuelta en la elección presidencial de Argentina trajo una victoria ajustada
pero clara del candidato de la coalición
opositora Cambiemos, el ingeniero
civil Mauricio Macri, 56 años, nacido en Tandil, importante centro de la industria procesadora de carnes y cecinas, en
el centro-sur de la Provincia de Buenos Aires equidistante de la Ciudad de
Buenos Aires y el puerto de Bahía Blanca. Contados el 99% de los votos alrededor de las 2 de la madrugada de hoy
lunes, otra mediocre performance del sistema electoral argentino, con una
concurrencia del 79% de los electores en el padrón, Macri marcó una diferencia
respecto de Scioli de algo mas de setecientos mil votos, triunfo ajustado y también indiscutible en jornada
electoral tranquila.
Para el triunfador, la primera tarea con miras a la
transmisión del mando el 10 de diciembre próximo, será estructurar un gobierno,
tarea delicada pues en lo fundamental la coalición ganadora Cambiemos es un acuerdo de dos coaliciones y un partido
tradicional: PRO, la coalición de
Mauricio Macri, es un grupo liberal con
fuerte identidad derechista; Coalición Cívica, fundada por Elisa Carrió, agrupa
varios componentes de centro-izquierda;
el tercer elemento es la tradicional Unión Cívica Radical, un partido bastante parecido al antiguo
Partido Radical chileno, combinando elementos conservadores con otros de rasgos centro-izquierdistas,
bajo un proyecto ideológico laico
secular y democrático, la UCR tiene representación en todas las
provincias argentinas.
El nuevo gobierno tendrá en su favor una figura de sus filas, María Eugenia Vidal,
en la importante Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, así como
gobernadores en las principales provincias del país, un factor significativo si
se considera que los peronistas controlarán ambas cámaras del Congreso por los próximos dos años hasta
fines del 2017, será necesario
establecer el diálogo legislativo con los peronistas, todos ellos.
El proyecto de gobierno de Mauricio Macri se gestó con el
liderazgo del Presidente electo, y las contribuciones de sus tres principales
asesores, en lo político el ecuatoriano
Jaime Durán Barba, quien postulaba una "fórmula propia". En su
opinión el hartazgo de los argentinos con el abuso sistemático del poder
presidencial por los Kirchner y sus asociados,
permitirían ganar sin aliados,
una idea muy parecida a la democristiana chilena del "camino
propio", propuesta por don Jaime
Castillo Velasco a comienzos de los 1960.
En lo internacional, Diego Guelar (secretario de relaciones internacionales del PRO de Macri) quisiera reconciliar el país con el mundo:
"estamos en la peor de las situaciones", propicia marcar distancia respecto de
Venezuela y el grupo ALBA, buscar un
acercamiento a la Alianza del Pacífico, y revisar las relaciones con Estados Unidos, el Reino
Unido, la Unión Europea, y las
organizaciones financieras internacionales.
.
En lo económico-financiero, Rogelio Frigerio propone restablecer el orden en el manejo de
las finanzas públicas, recuperar la solvencia del Banco Central y las reservas de divisas hoy casi en cero,
retornar el país a los mercados de capitales lo cual implica resolver problemas
pendientes con varios acreedores, liberar el mercado cambiario facilitando el
ingreso de divisas poniendo fin al caos
vigente, controlar la inflación actualmente de un 25% y terminar las emisiones descontroladas,
ejecutar auditorías en todos los servicios públicos dónde sea necesario
hacerlas. El equipo económico de Macro estará encabezado por un ministro de Hacienda e integrado además por otros cinco ministros, anunció hoy el mismo Macri.
En un primer enfoque político-social, Mauricio Macri se
plantea la prioridad de abordar los temas ligados a desigualdad social y la
pobreza, en sus palabras "una verguenza nacional"; reordenar la lucha
contra el narcotráfico; restaurar la
unidad nacional, en la visión de Macri severamente dañada por los malos
gobiernos peronistas de la era Kirchner; y un gran proyecto desarrollista para las tantas veces olvidadas provincias
del centro-norte: Salta, Jujuy, Tucumán,
La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del
Estero. En el lenguaje de Macri, se
advierte una cierta nostalgia con bastante de ilusión, por construir el gran
país que Argentina debió haber sido, y tal vez todavía podría serlo.
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