OPINIÓN DE UN EMPRESARIO
LA EDAD DEL PAVO
Por Roberto Fantuzzi
No ha sido un año fácil para Chile, eso no lo podemos
negar, pero pese a que he tratado de tener una actitud positiva ante las
dificultades que hemos enfrentado, también he intentado encontrar una respuesta
de la serie de hechos que ha ocurrido en este agitado 2015.
Pensando en una respuesta a mi interrogante, – y analizando
lo bueno y lo malo- hay un factor que no puedo negar, el país ha crecido,
se ha desarrollado y se ha posicionado económicamente.
Al mencionar esto, no estoy pasando por alto los conocidos
escándalos que han salido a la luz, sólo doy el pie para efectuar una analogía entre los problemas que aquejan a
todos durante nuestra etapa de crecimiento.
Al igual que los seres humanos, durante su etapa de desarrollo los países van
sufriendo una serie de transformaciones y se van enfrentando a diferentes tipos
de problemas y claramente, las complicaciones
y las preocupaciones de un menor no son las mismas que tienen los
adultos a diario.
Algo similar ocurre con el desarrollo de Chile, pues pese a
tener un importante despegue se ha ido encontrando con problemáticas comunes de
una economía de mayor tamaño.
Pero vamos por paso para ir analizando en conjunto las
similitudes que podemos encontrar entre el crecimiento de los humanos y el de
los países.
Ningún país “nace” grande, todos pasamos por una
metamorfosis física y psicológica que
nos permite finalmente ir forjando nuestra propia identidad, nuestros propios
rasgos y aspectos que nos
distinguen del resto.
En el periodo de niñez estamos conociendo el mundo, estamos
adquiriendo nuestras primeras experiencias, manejando el lenguaje y
adaptándonos a nuestro entorno. Quizás es la etapa más “fácil” de llevar,
puesto que todo se va dando casi solo, de manera natural, pero a medida que
pasa el tiempo, nos vamos enfrentando a otro tipo de situaciones.
Posterior a ello, pasamos por la adolescencia, etapa en la
que se deja de ser un niño, pero sin haber alcanzado aún la madurez del adulto.
Personalmente, creo que muchos integrantes de nuestro país se han estancado en
esta etapa, sobre todo en lo que se conoce en aquel periodo entre la pubertad y
la edad del pavo.
Usted se preguntará el por qué de mis palabras, y es
que siendo esta una fase en que las
personalidades se caracterizan por ser un poco “difícil”, recuerdo que muchos
de nuestros actores sociales tienen esta actitud últimamente.
Ahora, con respecto a Chile, al parecer la
adolescencia es una de las etapas que más nos ha hecho sufrir, ya que en cierto momento de nuestra historia
nos hemos llenamos de “espinillas” que queríamos esconder, negar lo que nos
estaba pasando, pero finalmente debemos entender que son cosas que deben
ocurrir dentro del período de crecimiento, pues son un símbolo de cambio, de
que estamos reaccionando al pasar del tiempo.
Con respecto a la juventud y la adultez , creo que nos falta mucho para llegar a esta etapa,
sobre todo en tiempos en que hemos vivido episodios que dejan mucho que desear,
aunque quizás podría decir que tenemos ciertos aspectos que se viven durante la
vejez, sobre todo por la pérdida de
memoria de ciertos personajes.
Pero dentro de todo, hay algo que no deja de preocuparme.
Durante nuestro crecimiento la mayoría
de las personas tiene un cambio de conducta, en ocasiones favorables y en otras
no.De acuerdo a esto, yo me pregunto si el pasar por alto la ética y los
valores son características que van de la mano con el progreso de nuestro país,
porque estas actitudes lamentablemente se han convertido en el factor común de
actos efectuados por importantes representantes de reconocidas organizaciones.
Es lamentable reconocer que los diferentes actores del sector social, político, empresarial,
eclesiástico, etc. han ido dinamitando su pilar, debilitando la democracia
producto de sus comportamientos, actos que debiesen ir de la mano con la ética
al parecer están caminando solos, pues casos como el de La Polar, SQM, correos
de altas autoridades de la Iglesia, viajes inoportunos, financiamiento político
o información privilegiada hacen que vuelva a caer en la interrogante ¿qué nos
está pasando?
Lo invito a responder la interrogante, yo por el momento
creo que se debe trabajar arduamente por recuperar las confianzas, fomentar el
diálogo e incentivar la participación ciudadana, pues son factores esenciales
para el crecimiento de un país.
Quizás nos creemos demasiado adultos, pero hay aspectos que
todavía están en pañales y hay muchos de nuestros protagonistas que durante
este periodo al parecer se quedaron pegados en la edad del pavo, pues andan
“mañosos”, buenos para pelear, no quieren dialogar y han adoptado un
comportamiento que no nos hace ver como el país “maduro” que decimos ser.
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