TODO LO QUE SE JUEGA Y NO SE JUEGA EL DOMINGO EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES ARGENTINAS
Informe Especial de KRADIARIO
Hay gran expectación por las elecciones presidenciales argentinas (primera vuelta) que se celebran el próximo domingo tras un prologado gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, de casi una década, que llega a su fin, aunque su influencia en la política transandina continuará vigente lo quieran o no sus opositores.
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La líder del justicialismo-kirchnerista marcó con su estilo la realidad y los
problemas de un país que ha sido protagonista de una historia integrada
plenamente a América Latina, dominado por problemas económicos permanente a
pesar de sus enormes riquezas.
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Cristina abandona ahora el sillón de
Rivadavia, pero su figura y personalidad seguirán presentes en todos los
centros del poder, especialmente cuando en el Congreso cuenta con una mayoría
kirchnerista.
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Daniel Scioli, un kirchnerista que aparece
cercano a Cristina, es el candidato con mayores posibilidades de triunfo. Sin
embargo detrás de él hay otros dos
fuertes postulantes como Mauricio Macri, el opositor de
derecha y como alternativa Sergio Massa
, un exkirchnerista.
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Si Scioli quiere llegar a ser presidente
tendría que lograrlo en primera vuelta porque de lo contrario la carrera se le
dificultará en el ballotage por la posibilidad de nuevas alianzas que no se
descartan en absoluto.
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Massa rompió con la vertiente
kirchnerista y es ahora, en la recta
final de su campaña electoral, un opositor
a esta corriente justicialista.
"Si Macri va al balotaje con Scioli,
pierde; si vamos nosotros, ganamos", asi declaro Sergio Massa en Radio
Mitre.
Sciolli aparece como favorito en las
encuestas, aunque muchas veces éstas se equivocan, especialmente en varias
últimas elecciones (Reino Unido, es un ejemplo reciente). Según tres sondeos,
el gobernador bonaerense evitaría el balotaje y los comicios se definirían ya
el próximo domingo.
El candidato oficialista debe superar el 45%
de los votos, o alcanzar el 40%, pero con una diferencia mayor a diez puntos
para consagrarse en primera vuelta. La distancia sobre el segundo en intención
de votos, Mauricio Macri, es superior a 10 puntos en todas las encuestas, pero
el valor de Scioli ronda entre los 38,4 % (Consultora OPSM) y los 39,9% que le
augura la encuestadora Raúl Aragón. Una carrera justa y un desenlace incierto
hasta que se haya contabilizado el último voto. Y justo ese final apretado
podría complicar la noche electoral, ya que la limpieza de las elecciones
podría ser puesta en duda: desde la quema de urnas hasta la compra de votos.
Todo eso es posible en la Argentina de 2015. Basta con recordar lo acontecido
en Tucumán.
Las primarias
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El kirchnerista Frente para la Victoria,
representado por Daniel Scioli, obtuvo el 9 de agosto último en las PASO
(primarias argentinas obligatorias) 38,67%
(la fórmula se compone también de Carlos Zannini como candidato a
vicepresidente). Daniel Scioli, aseguró haber tomado con “mucha humildad,
responsabilidad, compromiso y gratitud” el resultado de las PASO.
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En este sentido, sostuvo que, pese a “una
interpretación forzada” que se quiso instalar acerca de los resultados de las
primarias, el escrutinio provisorio mostró un “más de 8,3 puntos por encima” de
los cosechados por Mauricio Macri, quien
barrió además en la interna de Cambiemos a Ernesto Sanz y Elisa Carrió.
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“Fueron más de 1,8 millones de votos de
diferencia”, remarcó Sciolli, el gobernador bonaerense y candidato a presidente
por el oficialismo en una conferencia de prensa.
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En el segundo puesto quedó Mauricio Macri con
la fórmula Cambiemos con el 30,12% de los votos; y en tercer lugar, la alianza
UNA encabezada por Sergio Massa, con 20,57%.
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Este resultado, parcial, abre un abismo de
cara a lo que vendrá. A Scioli no le alcanzó para perfilarse como ganador en
primera vuelta; Macri se descuenta que sumará los votos de Carrió y Sanz, pero
no se dio la polarización con los Kirchner
que auguraba; y Massa, si bien hizo una elección mucho mejor a la
esperada semanas atrás, debería hacer una remontada histórica para soñar con un
eventual balotaje.
Un repaso por los resultados en las
provincias muestra que Scioli ganó claramente en la mayoría de los distritos,
peleaba con Macri en Santa Fe, La Pampa, Entre Ríos y Mendoza, pero quedaba muy
relegado en la Capital, Córdoba y San Luis, donde destacaron tres postulantes
presidenciales (el líder del PRO, De la Sota y Rodríguez Saá). Incluso, en
algunos lugares donde ganó el FPV estuvo lejos de sus altísimos índices
históricos; por ejemplo, en La Rioja. Esta combinación de números es la que
armó un triunfo del oficialismo a priori limitado, como dijo el diario Clarín
de Buenos Aires.
Los analistas dijeron esta semana a
corresponsales extranjeros que no pueden afirmar si Scioli obtendrá el
porcentaje de votos necesario para imponerse al conservador Mauricio Macri, su
más inmediato rival, o ambos terminarán midiendo sus fuerzas en una segunda
ronda el 22 de noviembre.
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“No sé si habrá balotaje, una cosa es lo que
la gente dice que va a votar y otra cosa es lo que realmente vota”, dijo Mariel
Fornoni, directora de la consultora Management & Fit. La analista acotó que
a días de los comicios que definirán al sucesor de la presidenta Cristina
Fernández “todavía hay al menos 15% de indecisos”.
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Management & Fit vaticinó en su última
encuesta un eventual balotaje ya que según su medición el candidato oficialista
obtendría 38,3% de los votos mientras que Macri lograría 29,2% y el peronista
disidente Sergio Massa 21%. El sondeo, que proyectó a los indecisos, tiene un
margen de error de 2%.
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Ricardo Rouvier y Asociados señaló en tanto
que Scioli obtendría 40,1%, Macri 29,2% y Massa 21,6%. Ricardo Rouvier,
director de esta consultora, afirmó que el margen de error del estudio, de
2,8%, impide afirmar si el oficialista ganará en primera vuelta.
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Las disputas internas
El peronismo, al frente del Gobierno desde
hace 13 años en Argentina, es el
favorito pero aún no ha ganado las elecciones de este domingo. Y sin embargo ya empieza a disputarse cómo ejercerá el poder. Daniel Scioli, el candidato oficialista, ha dado ya tímidos síntomas de un giro de la política económica marcada por su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, aún en el poder. Scioli apunta a una economía más ortodoxa. Y los kirchneristas se inquietan y preparan ya la resistencia a ese cambio desde el Congreso y la provincia de Buenos Aires, su refugio.
favorito pero aún no ha ganado las elecciones de este domingo. Y sin embargo ya empieza a disputarse cómo ejercerá el poder. Daniel Scioli, el candidato oficialista, ha dado ya tímidos síntomas de un giro de la política económica marcada por su antecesora, Cristina Fernández de Kirchner, aún en el poder. Scioli apunta a una economía más ortodoxa. Y los kirchneristas se inquietan y preparan ya la resistencia a ese cambio desde el Congreso y la provincia de Buenos Aires, su refugio.
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Con la excepción de dos breves periodos, el
de Raúl Alfonsín (1983-87) y el de Fernando de la Rúa (1999-2001), la
recuperada democracia argentina vive dominada por el peronismo. Todas las
batallas de poder clave, incluso las guerras izquierda-derecha, se producen
dentro de este movimiento autóctono, inclasificable dentro de los parámetros
internacionales. Ahora sucede de nuevo, como comentó hoy el diario El País de
España.
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Scioli, a su manera, sin un choque directo
con la Presidenta, está lanzando el mensaje, en especial a los mercados, a
través de intermediarios y citas con inversores, de que él va a cambiar la
política económica. En privado, en su entorno lo están dejando muy claro. Y él
lanza a los suyos, como el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, probable
ministro de Exteriores, a explicar en Nueva York ante los inversores que va a
haber un pacto con los fondos buitre y van a volver las facilidades para
invertir en Argentina. "Yo sé lo que les preocupa a ustedes", les
dijo la semana pasada Scioli a los empresarios más importantes del país, muy críticos
con la política económica kirchnerista.
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En el fondo hay una batalla de poder pero
también ideológica: muchos kirchneristas temen que Scioli, que llegó a la
política de la mano de Carlos Menem en la época neoliberal del peronismo, dé un
giro hacia políticas más favorables a los grandes empresarios, con un ajuste
quizá tan fuerte como el de Brasil.
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En cualquier caso la inquietud del mundo
kirchnerista, que aun así trabaja para que gane Scioli porque quiere mantener
el poder, es importante. Líderes de La Cámpora, el movimiento del entorno de la
presidenta, como el diputado Juan Cabandié, hijo de desaparecidos, lo dejan
claro: "Nuestra referencia va a seguir siendo Cristina".
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Scioli busca la cuadratura del círculo,
reflejada en su lema "la continuidad con cambios". Él solo nunca
podría ganar unas elecciones. Necesita los votos del kirchnerismo, pero a la
vez tiene que mostrar que va a cambiar. Todo hasta el domingo. Después, si
gana, se verá al verdadero Scioli, dicen los suyos.
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Daniel Scioli: el favorito
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Es un político, empresario y exdeportista
nacido en Buenos Aires el 13 de enero de 1957. Fue deportista náutico en las
décadas de los 80 y 90, logrando el Campeonato Mundial de offshore en 1997, año
en el que abandonó ese deporte. Posteriormente a su retiro se afilia al Partido
Justicialista. Fue vicepresidente de la República, secretario de Deportes y
Turismo, y en la actualidad ejerce el cargo de Gobernador de la Provincia de
Buenos Aires. Es representante del Frente para la Victoria, una coalición política
de varios partidos. Entre ellos está el mismo del que fue presidente hace ya
algunos años, el “Partido Justicialista”. Ambas organizaciones políticas se
basan en el peronismo y el kirchnerismo. Debido a esto, Daniel Scioli se ubica
a si mismo en el espectro político como centroizquierda.
Daniel Scioli es un hombre al que los
argentinos conocen muy bien. Y es, muy probablemente, el hombre por el que
votarán. Durante más de medio siglo, el justicialismo ha gobernado la nación y
eso les ha funcionado. En todo caso, las cifras recientes avalan de manera
positiva la gestión "K": la economía argentina cerrará el año con un
crecimiento del 2,3% y se expandirá un 3% en el 2016. Así, al menos, lo
vaticina el Gobierno, pero estas cifras son cuestionadas por la oposición y por
varios analistas.
No obstante, Scioli ha demostrado en las
primarias ser el favorito, y tan seguro se siente el candidato que desistió de
participar en el debate presidencial del 4 de octubre. Algo que dice mucho
acerca de la confianza en su apoyo electoral, pero que igualmente ha sido
criticado: ¿Cómo es posible que el candidato con la mejor proyección no
participe en el primer debate televisado en 32 años? Scioli lo hizo.
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Mauricio Macri: el opositor
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Una Argentina diferente, eso es lo que
promete y propone Mauricio Macri, el segundo candidato presidencial y el único
con una agenda distinta, aunque en el tramo final de la carrera electoral se
ganó fama de buscar la cercanía del peronismo. Sobre su postura contra el
kirchnerismo dijo: "Yo no soy anti K, ni anti nada. Estoy acá porque
siento que podemos vivir mejor, sin tanto miedo". La semana final antes de
los comicios, no obstante, mantiene a Macri en un segundo puesto, pero el líder
del PRO y candidato de Cambiemos confía en llegar a una segunda vuelta y ahí
sumar los votos de Massa para llevar nuevos aires a la Casa Rosada, tras más de
una década de kirchnerismo.
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Macri es un ingeniero civil, empresario y
político nacido en Tandil, Argentina el 8 de febrero de 1958. Actualmente es
jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ha trabajado para empresas como
Citibank y el Grupo Macri. Además fue presidente del equipo de fútbol argentino
"Club Atlético Boca Juniors".
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En el año 2003 Macri crea un partido político
bajo el nombre de "Compromiso para el Cambio", del cual fue
presidente hasta el año 2005, en el cual se fusiona con el partido
"Recrear para el Crecimiento" y de esta manera conformar "Propuesta
Republicana". El presidente del Pro (Propuesta Republicana) y actual jefe
de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, afirma que varios dirigentes en altos
cargos destinados al bienestar social y al progreso de la nación "no
cumplen
con los requisitos" para estar en dichos
puestos.
En el año 2003 incursiona en la política
postulándose a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con su partido
político Compromiso para el Cambio, pero pierde esas elecciones y el dirigente
en ese momento, Aníbal Ibarra, fue reelecto. No es sino hasta el año 2005 que,
con un nuevo partido político (el Pro), obtiene su primera victoria como
Diputado Nacional en el distrito de Buenos Aires.
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En el año 2007, Macri se postula nuevamente
para ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Finalmente es electo
para este cargo. En el año 2011, Mauricio Macri demuestra intenciones de
participar como candidato para las elecciones presidenciales. Sin embargo,
decide desistir y postularse nuevamente como Jefe de Gobierno donde es reelecto
con más del 50% de los votos.
No obstante, Macri no fue muy tajante en
campaña en cuanto a su rol de opositor a la propuesta K. Anunció mantener los
programas sociales del gobierno saliente e implementar su propio programa
“pobreza cero”. De hecho, el candidato que es bien visto por el empresariado
adoptó un tono muy social en sus últimas comparecencias y va cerrando la
campaña con una retórica similar a la de sus contrincantes. Pero aún le quedan
ocasiones para perfilarse como una alternativa real hasta el día 25. De hecho,
las malas cifras macroeconómicas del país claman por un Ejecutivo del cambio, y
no por más de lo mismo.
Sergio Massa, la alternativa
Sergio Massa es uno de los dirigentes políticos argentinos
jóvenes más reconocidos de los últimos años. Nació en San Martín, Buenos Aires,
el 28 de abril de 1972. Su carrera política comenzó cuando se involucra con la
juventud del Partido Unión del Centro Democrático (UCEDE) en la cual Massa
destacó rápidamente a mediados de la década de los 90. Luego pasa al Partido
Justicialista, que ya había recibido a varios de los militantes de la UCEDE, y
se lanza como diputado por la provincia de Buenos Aires antes de asumir el
cargo de director ejecutivo de la Administración Nacional de la Seguridad
Social (ANSES). En 2005 vuelve a ser candidato para diputado, pero el
presidente Néstor Kirchner le pide que se quede al frente del ANSES. Más tarde
llegaría la ruptura con el kirchnerismo.
Fue elegido intendente de Tigre en 2007 y luego reelegido en
2011. Desde entonces, su número de cargos solo ha aumentado. Actualmente es
Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires, además de fundador del
Frente Renovador, una coalición política de orientación peronista.
Sus propuestas en campaña se centran en el ámbito social,
destacando los temas seguridad y pobreza. En el ámbito de la seguridad, Massa
propone leyes de tolerancia cero hacia los delincuentes y las drogas. En la
recta final se volcó en la lucha contra la corrupción, atacando directamente a
los funcionarios públicos del gobierno K: "Tengo la decisión de armar una
matriz en la Argentina que termine con la corrupción. Eso me separa del otro
peronismo."
Sus opciones para llegar al balotaje, sin embargo, son
mínimas: según la consultora OPSM, Macri lleva más de ocho puntos de distancia
sobre Massa, una diferencia difícil de salvar en menos de una semana hasta los
comicios del 25 de octubre. Pero en caso de llegar a una segunda vuelta, Massa
podría – por su posicionamiento antikirchnerista - contar con los votos de los
seguidores de Mauricio Macri y así complicar la aparentemente tan clara ventaja
de Daniel Scioli.
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