GOLPE "BLANCO" DE LA MINISTRA BLANCO EN LA RATIFICACIÓN DE ABBOTT
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Varios interlocutores le pidieron reserva tras las conversaciones sostenidas con la ministra, pedidos que ella respeto plenamente, escribe Marcela Jiménez en El Mostrador.
Así el desenlace superó con creces el resultado esperado. Es que
el escenario pasó de incierto a lograr una abrumadora mayoría que en la Sala
del Senado que ratificó por 32 votos a favor y dos abstenciones el nombramiento de Abbott como próximo Fiscal Nacional. La Moneda volvió a respirar tranquila, menos el ministro del Interior Jorge Burgos, quien como gestor de la candidatura para Contralor General de la República sufrió la semana pasada un tremendo fracaso. Esta vez fue superada ampliamente por la ministra de Justicia lo que se hizo notar.
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Esta vez Burgos dejó entrever que él no era el negociador y por lo tanto no llegó a la sesión con Abbott de la comisión respectiva en el Senado, lo que sí hizo la semana pasada con Rajevic, sentándose a su lado incluso desde el principio de su exposición. Ayer apareció más tarde en el Senado, incluso ironizó, al llegar, con que ya había quedado de manifiesto que él no era bueno para contar votos. Llegaba de Santiago, de su oficina en La Moneda, desde la que habría hecho varias gestiones telefónicas con parlamentarios de derecha para reforzar los apoyos comprometidos, según se ha dicho.
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Si bien algunos asesores de Burgos han intentado darle un protagonismo mayor y hacer ver una cierta tensión con Blanco, entre los que realmente conocen al ministro aseguran que dicha molestia no existe, que el ministro del Interior tuvo claro desde el minuto uno que la designación del Fiscal Nacional era un tema del ámbito de acción de su par de Justicia, que a ella le correspondía esa tarea y que, a la luz de los resultados, lo hizo mejor aun de lo esperado, comentó El Mostrador.
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La misma ministra creó un clima de incertidumbre como parte de su estrategia para evitar una fuga de votos y, sobre todo, para neutralizar los focos
de disidencia pública en las filas de la Nueva Mayoría. Era fundamental para el Gobierno evitar que en la coalición hubiesen fisuras y que apareciera votando en contra de la propuesta
presidencial.
Según El Mostrador, todos coinciden en que el lunes la ministra de Justicia,
después de varias conversaciones previas, tuvo un reservado diálogo con el
senador RN Alberto Espina, del cual salió el apoyo de dicha colectividad para
Abbott. El martes, Blanco hizo lo mismo con el timonel de la UDI, Hernán
Larraín, con quien conversó privadamente por más de media hora, charla de la
que también obtuvo humo blanco y que explica por qué la bancada de senadores
gremialistas, a último minuto de esa tarde, canceló el punto de prensa que
tenía programado y en el que iban a fijar públicamente su posición sobre el candidato
a Fiscal Nacional.
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No fue casual que durante la votación en la Sala, ayer en la
tarde, el senador opositor Antonio Horvath alabara públicamente en su
intervención el papel que jugó Blanco: “Quisiera señalar la actitud y el
trabajo de la ministra, ella a todos nos consultó, nos preguntó cuáles eran los
nombres, de alguna manera se fue confeccionando un clima favorable para lograr
un acuerdo como el que hoy día estamos percibiendo”.
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Más allá de las sonrisas inevitables en el Gobierno por
haber sorteado exitosamente un episodio que pudo terminar bastante mal para
Bachelet, la lectura que se hizo ayer en La Moneda apuntó primero a que
efectivamente se evitara pagar un costo político a la Mandataria, la que había
hecho suya la candidatura de Abbott al elegir un nombre distinto al preferido
por los parlamentarios y anunciarlo ella misma en el marco de una gira
internacional.
Por otra parte, la prensa destaca hoy la intervención de Sabas Chahuán en la decisión de la Presidenta para pedir la ratificación de Abbott en la lista de cinco nombres enviada a La Moneda por la Corte Suprema, lo que descartó este jueves el mismo alto funcionario público rechazando una intervención suya en la elección de su sucesor.
El jefe del Ministerio Público respondió así a una versión
surgida en el medio digital The Clinic sobre su supuesta influencia en la
votación que culminó este miércoles con el respaldo casi unánime de los
senadores a la nominación del Gobierno.
"No hice gestiones por él (Abbott), pero sí conversé
con parlamentarios con los que me encontré y me preguntaron mi opinión de
Abbott, pero que es evidente si es director ejecutivo nacional del Ministerio
Público, nombrado por mí", dijo Chahuán.
"La prudencia es no ir más allá de lo que uno puede
ofrecer, no ir más allá de lo que la ley le permite y no vulnerar la
ética", añadió el fiscal nacional.
"En ese sentido es importante que se precise ciertas
preguntas que se hicieron respecto a eventuales negociaciones que
se habrían hecho por parte de la Fiscalía por parte de quien habla con algunos
políticos o con algunas defensas, eso es falso", recalcó Chahuán.
Sobre posibles salidas alternativas en los casos Penta y
SQM, sostuvo que "nos hemos reunido en reiteradas oportunidades con las
defensas, la semana pasada hablé de dos o tres salidas alternativas con los
imputados Cardemil, De Mussy, etcétera, así que atribuir otro rol a la
investigación como que influyó, lo lamento, pero es falso".
Chahuán informó que ahora que el proceso de ratificación de
su sucesor está terminado, se tomará una o dos semanas para decidir si el
fiscal Luis Toledo, quien postuló al cargo de fiscal nacional, retoma la
investigación del caso Caval, debido a que hay diligencias en desarrollo y
pendientes encargadas por su reemplazante en este periodo, Cristián Paredes.
Bachelet, sin grandes comentarios con nadie ni tampoco hacer proposiciones, nominó a Jorge Abbott, que fue recibido como un balde de agua fría en el Senado, donde se interpretó el hecho como un nuevo desaire de la Mandataria a la Nueva Mayoría, porque ciertamente se esperaba que al Senado, o al menos en algunos sectores de éste, llegara el nombre de José Morales.
Lo que si habría sido efectiva una larga conversación sostenida por la Presidenta con Sabas Chahuán, el actual Fiscal Nacional, después del acto de aniversario del Ministerio Público, donde se habría abordado el tema de la necesidad de que en el trabajo de la Fiscalía Nacional hubiese una continuidad y, precisamente Abbott es cercano a la actual máxima autoridad persecutora, sin ser amigos como se ha aclarado.
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En este esquema jugaban en contra José Morales y también el candidato Raúl Guzmán, ya que ambos prometían impulsar una reestructuración que radicalizaría las distintas reparticiones de dicho Ministerio, lo que no era ni es por el momento del agrado ni del interés de una parte del oficialismo.
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En este esquema jugaban en contra José Morales y también el candidato Raúl Guzmán, ya que ambos prometían impulsar una reestructuración que radicalizaría las distintas reparticiones de dicho Ministerio, lo que no era ni es por el momento del agrado ni del interés de una parte del oficialismo.
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