MEDIO AMBIENTE
ECOLOGÍA HOY: UNA APUESTA POR LA VIDA
Por Leonardo Boff
Pocos pensadores en
el campo de la ecología intentan ir a las raíces de la actual crisis ecológica
global. El mexicano Enrique Leff es seguramente uno de los más conocidos, con
su reciente libro: La apuesta por la vida: imaginación sociológica e
imaginarios sociales en los territorios ambientales del Sur (Siglo XXI). Además
de profesor e investigador, ha sido durante varios años Coordinador de la Red
de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Sus acumuladas experiencias le
sirvieron y sirven de base para su producción intelectual.
Destaca su preocupación filosófica y social. Su interés se
centra en descifrar los mecanismos que nos han llevado a la crisis actual y
cómo podemos salir bien de ella. Para ello, estudia las causas metafísicas (la
concepción del ser y de la realidad) y epistemológicas (los modos de
conocimiento) en sus diversas ontologías (determinaciones sociales, políticas,
culturales y del mundo de la vida, entre otras).
Realiza un detallado trabajo de reconstrucción integral de
la ecología social y de la ecología política: cómo han surgido y evolucionado
ante la creciente crisis ecológica, especialmente ante el calentamiento global.
Esta parte es relevante para quien quiera conocer los entresijos del discurso
ecológico en sus diferentes tendencias.
La búsqueda que atraviesa todo su texto, denso, rico en
referencias bibliográficas de varias ciencias y tendencias, se centra en esta
pregunta: ¿cómo establecer las condiciones adecuadas para la vida en un mundo
que se ha hecho insostenible?
La respuesta exige dos tareas:
La primera es demoler las suposiciones erróneas de la
modernidad con su racionalidad científico-técnico-utilitaria y con su voluntad
de dominar todo: territorios, personas, la naturaleza y los procesos de la
vida. Realiza este paso con argumentos sólidos, citando a las autoridades
científicas y filosóficas más serias, salvaguardando siempre lo que es
irrenunciable, pero denunciando cómo este tipo exacerbado de racionalidad ha
llevado a una crisis de civilización global con procesos insostenibles y
hostiles a la vida, pudiendo conducir, en último término, al colapso de nuestra
civilización.
La segunda tarea consiste en la creación de una nueva
conciencia y el sentido de un destino común Tierra-Naturaleza-Humanidad. Es la
parte más creativa. Le auxilia la teoría de la complejidad y del caos; discute
el sentido de la sostenibilidad como principio de vida e imperativo de
supervivencia. Interroga a las diversas teorías sobre el origen de la vida y
sostiene la tesis de F. Capra, según la cual la vida se habría originado del
metabolismo entre materia y energía, creando redes autogenerativas que liberan
los flujos de la vida.
Detalla las diferentes maneras de reconstruir y de utilizar
la naturaleza respetando sus ritmos y sus ciclos.
Contrariando el paradigma actual de la apropiación privada
de la naturaleza y de los flujos vitales en función del enriquecimiento,
sabiendo sólo modernizarse sin ecologizar los saberes, postula varios
imaginarios alternativos para organizar nuestra Casa Común en consonancia con
las diferentes culturas en las que la identidad y la diferencia son trabajadas
de manera integradora. Valora especialmente la contribución andina del
"bien vivir". Más que una filosofía de la vida es una metáfora de un
mundo en armonía con el Todo. El Sumak Kawsay (vivir bien) engloba prácticas
sociales en las que se expresa la relación de los pueblos con el cosmos, con su
territorio, sus ecosistemas, sus culturas y sus relaciones sociales.
La parte final nos comunica una gran esperanza: el
crecimiento a nivel mundial a través de innumerables movimientos y experiencias
locales que revelan la capacidad de las poblaciones para resistir a la razón
económica, instrumental y utilitarista vigente. Los países centrales que han
explotado prácticamente casi todos sus servicios y recursos naturales tratan de
recolonizar especialmente a América Latina para que sea una reserva de estos
bienes para ellos. En nuestra visión latinoamericana, tales "bondades de
la naturaleza", como dicen los pueblos indígenas, son la base para los
derechos de la naturaleza y de la Tierra, considerada como la Pachamama, y para
los derechos culturales y ambientales que concretan otras formas de habitar
nuestra Casa Común y de beneficiarse de todo lo que ella nos ofrece para vivir
en armonía.
Aquí se revela una apuesta nueva por la vida, que no la
amenaza sino que cuida de ella, crea las condiciones para su permanencia sobre
la faz de la Tierra y le asegura las condiciones para co-evolucionar y
constituirse en un bien a ser heredado por las generaciones que vendrán
después. Este libro de Leff es un estímulo para aquellos que un día despertaron
a la crisis ecológica y no se resignan ante las estrategias de dominación de
los poderosos, sino que resisten y ensayan nuevas formas de convivencia, de
producción, de consumo y de cuidado y respeto por todos los seres,
especialmente por la generosa y gran Madre Tierra.
Es un libro necesario, que va en la línea expuesta con gran
fuerza por el Papa Francisco en su encíclica sobre “el cuidado de la Casa
Común”.
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