COLUMNA-FANTTUZZI-KRADIARIO
CHANCHO EN MISA
Por Roberto Fantuzzi
Me encontraba fuera del país revisando noticias nacionales
cuando me encontré con algo que me llamó mucho la atención: El encuentro
Enamype 2015 sería organizado por un conocido Banco junto a una institución
privada -que a mi parecer-, no es representativa del sector micro empresarial.
.
Me dio rabia, “me piqué”, no lo niego. Y es que teniendo una
preocupación por el abandono que han tenido los microempresarios, me pareció
que la alianza efectuada para llevar a cabo una actividad en donde se
analizarían los problemas que afectan a este sector fue como mezclar agua con
aceite.
.
Y peor aún, justo un tiempo antes, se había informado que
las grandes empresas habían aumentado el plazo de pago en forma significativa
producto de la desaceleración económica, CASI una burla para los principales
protagonistas de un encuentro elaborado para solucionar las dificultades de su
sector.
.
Pero bueno, para rematar mi impotencia, al leer sobre este
evento, me enteré que el lugar en el que se desarrollaría la cita sería un
conocido centro de eventos en Vitacura, un lugar “muy característico del sector
micro empresarial”. Cuando supe de ello, recordé a mi padre, quien nació obrero
y murió como gran empresario, pero en sus inicios JAMÁS hubiese pisado este
sitio para discutir temas importantes para sus representantes.
Haber efectuado el Encuentro Nacional de la Micro y Pequeña
Empresa en este centro de eventos equivale casi a realizar un Cónclave papal en
una sede masónica, el lugar no fue el adecuado, como decimos en Chile, “fue como
ver a un chancho en misa”.
La organización de esta actividad debió estar de la mano del
ministerio de Economía en el consejo de pequeñas y medianas empresas, puesto
que está conformado principalmente por todos los actores representantes del
sector, incluso, Corfo y Banco Estado son parte de esta instancia.
Después de haber operado más de un año en este consejo, debo
decir que ya se tiene un diagnóstico
claro de las “enfermedades” que se deben tratar, sólo falta un especialista que
realice el tratamiento adecuado para “curar” estos problemas.
De acuerdo a este tema, hay algunos antecedentes que hacen que esto sea más
doloroso, hubo períodos en los que la producción generada por las mipymes
representaban el 20% del PIB, hoy, ese porcentaje no alcanza el 11% en nuestro
país, mientras que en otras economías este sector es y ha sido parte importante
en la contribución al desarrollo y la justicia social.
Es por esto, que me importa y me molesta que no se esté
trabajando con los actores correspondientes en los temas relacionados con las
micro y pequeñas empresas si queremos avanzar en estas materias, tiene que
existir una coherencia entre los participantes.
Algo similar ocurre incluso en el mundo laboral de nuestro
país, ya que hay 59 universidades de las que año tras año salen nuevos
profesionales, pero el mercado no siempre tiene la demanda suficiente para
ellos o simplemente existe una saturación en algunas ramas. Esto refleja una
falla en la creación de actividades
económicas de conocimiento cuyo objetivo radique en absorber esta mano de obra
calificada.
Antes de finalizar, me gustaría compartir con ustedes la idea central de un artículo elaborado por
un padre jesuita, quien mencionaba entre sus líneas que muchos discuten de la
pobreza en el living de sus casas, con calefacción y un whisky en la mano. Esa
misma imagen es la que veo actualmente en la discusión y los proyectos que se
tienen para las Mipymes, pues muchos comentan sobre lo que es mejor y en qué se
debe trabajar para fortalecer al sector, pero quienes debaten sobre ello, son
ajenos al origen de estos.
Sinceramente espero que en próximas oportunidades los microempresarios
trabajen junto a entidades que realmente los representen y conozcan sus
demandas, pues del modo contrario,
seguiremos viendo varios chanchos en misa.
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